Ir al contenido principal

PRIMERA CARTA DE JUAN, Estudio Biblico

INTRODUCCIÓN

La Primera carta de Juan (=1 Jn), en cuanto a género literario, se separa de la forma común de una carta (véase Introducción a las cartas). 

Este escrito no menciona el nombre del autor y el de los destinatarios, sino que comienza con una introducción semejante al prólogo del cuarto evangelio; y termina sin despedida alguna ni una fórmula de bendición como se encuentra en otras cartas. 

Es este un escrito que se asemeja más a un sermón, en el que las exposiciones doctrinales se alternan con las exhortaciones y las amonestaciones. 

Sin embargo, tampoco es un tratado teológico impersonal, puesto que el autor se dirige a sus lectores de una manera muy directa y afectiva, llamándolos “hijitos míos”. 

El título de “carta” se justifica, sobre todo, porque repetidamente se dice que se trata de una enseñanza dada por escrito (cf. 1 Jn 1.4; 2.7-26; 5.13).

Tres son los temas principales de 1 Juan, que se desarrollan de diversas maneras, a veces entretejidos unos con otros (véase el bosquejo, al final de esta Introducción).

El primer tema se relaciona con la liberación del pecado, y aparece desarrollado primero en 1.5–2.2 y luego otra vez en 2.29–3.10

El que vive en la oscuridad del pecado no puede estar en comunión con Dios, porque Dios es luz (1.5). 

Es verdad que somos pecadores, pero Dios nos libra del pecado por la muerte de su Hijo Jesucristo.

El segundo gran tema de la carta es el amor fraterno. Este es el mandamiento dado desde el principio por Jesucristo. 

Se deriva del mismo ser de Dios, “porque Dios es amor” (4.8,16) y él nos amó primero (4.19). 

La comunión con Dios es inseparable de la comunión con los hermanos. 

Este tema se desarrolla tres veces (2.3-11; 3.11-24; 4.7-21).

El tercer tema importante tiene que ver con la fe. 

A diferencia del Evangelio según Juan, donde la fe se presenta principalmente en contraste con la actitud de los que no creen en Jesucristo (personificados sobre todo en las autoridades judías y en los que son del mundo), aquí el autor busca más bien defender la verdadera fe en Jesucristo, señalando las desviaciones de algunos que, habiendo primero pertenecido a la comunidad, se separaron luego de ella (2.19). 

Estas personas negaban determinadas verdades fundamentales acerca de Jesús (no admitían que él fuese el Mesías, el Hijo de Dios, que vino como hombre verdadero, ni tampoco que su muerte fuera el sacrificio merced al cual obtenemos el perdón de los pecados). 

Por eso el autor los llama “anticristos” (2.22). 

Este tercer tema se desarrolla también tres veces en la carta (2.12-28; 4.1-6; 5.1-12).


La carta fue escrita, indudablemente, para prevenir a los cristianos (de una o de varias comunidades) contra esos enemigos de Cristo, las doctrinas de los cuales presentan algunas semejanzas con las que los llamados gnósticos propagarían más tarde (siglo II en adelante). 

Quizás aquí se trata solamente de los comienzos de tales desviaciones doctrinales.

La carta no menciona el nombre del autor. 

Se puede suponer que es la misma persona que en la Segunda y la Tercera carta de Juan se presenta como “el anciano”. 

Por otra parte, es clara la semejanza de vocabulario, estilo y temas teológicos entre esta carta y el Evangelio según Juan.

Teniendo en cuenta los temas antes señalados, puede verse organizada la carta de la siguiente manera:

Introducción (1.1-4) la palabra de vida.


Primer desarrollo temático (1.5–2.28)

1. Liberación del pecado (1.5–2.2)

2. El mandamiento del amor (2.3-11)

3. La fe verdadera (2.12-28)


Segundo desarrollo temático (2.29–4.6)

1. Liberación del pecado (2.29–3.10)

2. El mandamiento del amor (3.11-24)

3. La fe verdadera (4.1-6)


Tercer desarrollo temático (4.7–5.21)

1. El amor, signo de comunión con Dios (4.7-21)

2. La fe, raíz del amor (5.1-12)


Conclusión (5.13-21) 1 La palabra de vida

1.1 Os escribimos acerca de lo que ya existía desde el principio,b de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. 

Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. 

Se trata de la palabra de vida. 

2 Esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y os anunciamos esa vida eterna que estaba con el Padre y se nos ha manifestado. 

3 Os anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que tengáis comunión con nosotros, como nosotros tenemos comunión con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo.g 

4 Os escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.


PRIMER DESARROLLO TEMÁTICO (1.5–2.28) 1. Liberación del pecado

5 Este es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que os anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. 

6 Si decimos quej tenemos comunión con él y al mismo tiempo vivimos en la oscuridad, mentimos y no actuamos con verdad. 

7 Pero si vivimos en la luz,l así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión entre nosotros y la sangre de su Hijo Jesúsm nos limpia de todo pecado.

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros; 

9 pero si confesamos nuestros pecados,ñ podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. 

10 Si decimos que no hemos cometido pecado, dejamos a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.

2,1 Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no cometáis pecado. 

Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un abogado,b que es Jesucristo el Justo.

2 Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados;c y no solo los nuestros sino los de todo el mundo.

2. El mandamiento del amor

3 Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerle.d 4 Pero quien dice: “Yo le conozco” y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él. 5 En cambio, en el que guarda su palabra se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios;e de ese modo sabemos que estamos unidos a él. 6 El que dice que está unido a Dios, debe vivir como vivió Jesucristo.f


El nuevo mandamiento.
7 Queridos hermanos, este mandamiento que os escribo no es nuevo: es el mismo que habéis recibido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oísteis.g 8 Sin embargo, esto que os escribo es un mandamiento nuevo,h que es verdad tanto en Cristo como en vosotros, porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera.i

9 Quien dice que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. 

10 El que ama a su hermano vive en la luz y no hay nada que le haga caer en pecado.j 

11 Pero el que odia a su hermano vive y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va porque la oscuridad lo ha dejado ciego.k


3. La fe verdadera

12 Hijitos, os escribo porque Dios os ha perdonado vuestros pecados haciendo honor a su nombre.l 

13 Padres, os escribo porque habéis conocido al que ya existía desde el principio.m Jóvenes, os escribo porque habéis vencido al maligno.n

14 Os he escrito a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que ya existía desde el principio. Os he escrito también a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y habéis aceptado la palabra de Dios en vuestro corazón, y porque habéis vencido al maligno. 

15 No améis al mundo ni lo que hay en el mundo.ñ Quien ama al mundo no ama al Padre, 

16 porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas.p 

17 Pero el mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.


La verdad y la mentira.

18 Hijitos, esta es la hora última.q Vosotros habéis oído que viene el Anticristo;r pues bien, ahora han aparecido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la hora última. 

19 Han salido de entre nosotros, aunque en realidad no eran de los nuestros, porque si lo hubieran sido se habrían quedado con nosotros. Pero ha sucedido así para que se vea claramente que no todos son de los nuestros.

20 Cristo, el Santo, os ha consagrado con el Espíritu,s y todos tenéis conocimiento.t 

21 Os escribo, pues, no porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis y sabéis que ninguna mentira puede proceder de la verdad. 

22 ¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Anticristo, pues niega tanto al Padre como al Hijo.u 

23 Nadie que niega al Hijo tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre.v

24 Por eso, guardad en vuestro corazón el mensaje que oísteis desde el principio; y si lo que oísteis desde el principio queda en vuestro corazón, también vosotros permaneceréis unidos con el Hijo y con el Padre. 

25 Esto es precisamente lo que Jesucristo nos ha prometido: la vida eterna.w

26 Os estoy escribiendo acerca de quienes tratan de engañaros. 

27 Pero vosotros tenéis el Espíritu Santox con el que Jesucristo os ha consagrado, y no necesitáis que nadie os enseñey porque el Espíritu que él os ha dado os enseña todas las cosas,z y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permaneced unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu os ha enseñado.

28 Ahora pues, hijitos, permaneced unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga.


SEGUNDO DESARROLLO TEMÁTICO (2.29–4.6)

1. Liberación del pecado
29 Puesto que sabéis que Jesucristo es justo, sabed también que todo aquel que hace lo que es justo es hijo de Dios.a

3,1 Mirad cuánto nos ama el Padre, que se nos llama hijos de Dios,a y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios.b

2 Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque aún no se ha manifestado lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque le veremos tal como es.c 

3 Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.

4 Todo el que peca comete maldad, porque el pecado es la maldad.d 

5 Ya sabéis que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecadose y que él no tiene pecado alguno.f 

6 Así pues, todo el que permanece unido a él no sigue pecando; pero nadie que peca lo ha visto ni lo ha conocido.g 

7 Hijitos míos, que nadie os engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; 

8 pero el que comete pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio.h Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo.i

9 Ninguno que sea hijo de Dios comete pecado, porque tiene la vida que Dios le ha dado; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 

10 Se sabe quiénes son los hijos de Dios y quiénes son los hijos del diablo, porque quien no hace el bien o no ama a su hermano, no es de Dios.


2. El mandamiento del amor

11 Este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros.j 

12 No seamos como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Pues porque los hechos de Caín eran malos, y los de su hermano, buenos.k

13 Hermanos míos, no os extrañéis si los que son del mundo os odian.l 

14 Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida,m y lo sabemos porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama, aún está muerto. 

15 Todo el que odia a su hermano es un asesino,n y vosotros sabéis que ningún asesino puede tener vida eterna en sí mismo.

16 Conocemos qué es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros;ñ así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. 

17 Si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? 

18 Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos.o


Confianza delante de Dios

19 De esta manera sabremos que somos de la verdad y podremos sentirnos seguros delante de Dios. 

20 Si nuestro corazón nos acusa de algo, Dios es más grande que nuestro corazónp y lo sabe todo.q 

21 Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Diosr 

22 y él nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.s 

23 Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros como él nos mandó.t 

24 Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.u


3. La fe verdadera

4,1 Queridos hermanos, no creáis a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino ponedlos a prueba para ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios. Porque el mundo está lleno de falsos profetas. 

2 De esta manera podéis saber quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que reconoce que Jesucristo vino como hombre verdaderoatiene el Espíritu de Dios. 

3 Pero el que no reconoce así a Jesús, no tiene el Espíritu de Dios; al contrario, tiene el espíritu del Anticristo.b Habéis oído que ese espíritu ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.c

4 Hijitos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a esos mentirosos, porque el que está en vosotrosd es más poderoso que el que está en el mundo.e 

5 Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo y los que son del mundo les escuchan.f 

6 En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha.g En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdadh y quién tiene el espíritu del engaño.


TERCER DESARROLLO TEMÁTICO (4.7–5.21)

1. El amor, signo de comunión con Dios

7 Queridos hermanos, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios.i Todo aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. 

8 El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 

9 Dios ha mostrado su amor hacia nosotrosk al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. 

10 El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo,l para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.

11 Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 

12 A Dios nunca lo ha visto nadie;n pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros.

13 La prueba de que nosotros vivimos en Dios y que él vive en nosotros es que nos ha dado su Espíritu.ñ 

14 Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo.

15 Todo aquel que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.

16 Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor,p y el que vive en el amor vive en Dios y Dios en él. 

17 De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza;q porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo.r 

18 Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor supone castigo. Por eso, el que teme no ha llegado a amar perfectamente.t

19 Nosotros amamos porque él nos amó primero. 

20 El que dice: “Yo amo a Dios”, pero al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues quien no ama a su hermano, al que ve, tampoco puede amar a Dios, al que no ve.u 

21 Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios ame también a su hermano. 


La fe, raíz del amor

5, 1 Todo aquel que cree que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios;a y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. 

2 Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. 

3 El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos;b y sus mandamientos no son una carga,c

4 porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. 

5 El que cree que Jesús es el Hijo de Dios vence al mundo.


El testimonio acerca del Hijo de Dios

6 La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre;d no solo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad.

7 Tres son los testigos:e 

8 el Espíritu, el agua y la sangre;f y los tres concuerdan. 

9 Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 

10 El que cree en el Hijo de Dios lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios le deja por mentiroso,g porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 

11 Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna y que esta vida está en su Hijo.h 

12 El que tiene al Hijo de Dios tiene también la vida, pero el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.i


CONCLUSIÓN (5.13-21)

13 Os escribo esto a vosotros que creéis en el Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.j

14 Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. 

15 Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.k

16 Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano. Esto si se trata de un pecado que no lleva a la muerte.l Hay pecado que lleva a la muertem y por ese pecado no digo que se deba orar. 

17 Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte.

18 Sabemos que el que tiene a Dios como Padre no sigue pecando,n porque el Hijo de Dios cuida de élñ y el maligno no le toca. 

19 Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno.o

20 Sabemos también que el Hijo de Dios ha venidop y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.q 

21 Hijitos, guardaos de los dioses falsos.r




________________________________________________________
Follow on Facebook TBM-Missions: https://www.facebook.com/roberto.bonillacea
Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV

Comentarios

NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie de lucha frente a las ad

¿Que es "LA UNCION APOSTOLICA"?

OBJETIVO: Que usted sepa cuáles son, LOS BENEFICIOS DE UNA UNCION APOSTOLICA. TEXTO SALMOS 89:1-4 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; En los cielos mismos afirmarás tu verdad. Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah SALMOS 89:20-28 Hallé a David mi siervo; Lo ungí con mi santa unción. Mi mano estará siempre con él, Mi brazo también lo fortalecerá. No lo sorprenderá el enemigo, Ni hijo de iniquidad lo quebrantará; Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos, Y heriré a los que le aborrecen.  Mi verdad y mi misericordia estarán con él, Y en mi nombre será exaltado su poder. Asimismo pondré su mano sobre el mar, Y sobre los ríos su diestra. Él me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación.  Yo también le p

¿Que dice La Bíblia de Los Malos Hábitos?

¿Cual es un mal habito en tu vida que te gustaría abandonar? -  Malos hábitos en el espíritu : envidia, celos, malicia, murmurar, mentir, criticar, etc. -  Malos hábitos en nuestros actos:  comer, beber, gastar, trabajar en exceso, etc. -  Otros? Que dice la Biblia sobre este tema. Frase de transición: “Veamos como la Biblia nos orienta para poder vencer nuestros malos hábitos” ¿Porque debemos cambiar algunos de nuestros hábitos? En Romanos 6.4 dice: Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre. La Biblia dice que somos llamados a una nueva vida en Cristo y esto incluye dejar los hábitos que no le agradan a Dios. Salmos 139: 1-23 dice: Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos, te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! Aún no tengo la palabra en la lengua, y tú, Señor, ya la