Aportacion de: Ben Ayala
"Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezara tus veredas.”
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Todos tenemos momentos en los que nuestros planes no salen bien.
Nos quedamos demorados, interrumpidos y molestos. Es fácil sentirse frustrado y luchar contra todo lo que no funciona de acuerdo a nuestra voluntad.
Sin embargo, no todas las interrupciones son malas.
Cada puerta cerrada no significa que estamos haciendo algo mal.
Cada retraso no significa que no estás donde se supone que debes ser.
Hay algo que yo llamo una interrupción divina donde Dios, a propósito, nos retrasa para protegernos de un accidente.
En efecto, Él va a cerrar una puerta, porque no es el mejor momento para abrirla.
A veces, Dios nos va a permitir algún problema para que podamos ayudar a alguien en necesidad.
Tenemos que estar dispuestos a cruzar a través de dificultad para que podamos estar en el lugar correcto en el momento adecuado.
La próxima vez que seas interrumpido, retrasado o incomodado, no empieces a pensar, "Este es un dolor de cabeza”, o, “Esto me está poniendo fuera de horario."
No, obtén una nueva perspectiva.
Busca lo que Dios quiere hacer, porque podría ser una interrupción divina o una protección divina.
Confía en Él hoy, porque Él está dirigiendo sus pasos.
Hermanos y Hermanas, oremos:
"Padre, gracias por elegirme.
Rindo cada área de mi mente, voluntad y emociones a Ti.
Utilízame para tu gloria hoy
y enséñame como discernir tus acciones,
orando estoy en el nombre de Jesús, tu hijo. Amén."
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