Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Historias similares - 2 Corintios 4:1-11

El amor de Cristo nos lleva a actuar así… (2 Corintios 5:14).
 Aportacion de: Ben Ayala L.
La habilidad del hermano "B.L.A." para ayudar a compañeros de proceso, y en custodia; en la preparación de documentación para ser presentado ante el  Juez de inmigración, fue vital para que la mayoría de los que solicitaron su ayuda tuvieran éxito en obtener una última audiencia ente el Juez  solicitándole que se les asignara una fianza; para así volver a casa con sus seres queridos y continuar con el proceso ante la Corte con la nueva obtenida libertad y con mayor acceso a recursos, evidencias y testigos.

Su experiencia le permitió formular alegatos basados en los derechos de cada individuo, y presentarlos ante las autoridades; con la ayuda de Dios la mayoría de esas peticiones obtuvieron respuesta positiva.

Por voluntad de Dios, "B.L.A." no tuvo éxito en conseguir su fianza, la Ley del hombre, asignada a una Juez infiel, se lo impidió.

¡ Dios obra de maneras misteriosas !
**************

Es fácil desanimarse cuando uno se esfuerza para rescatar espiritualmente a las personas. 

Aunque el apóstol Pablo enfrentó obstáculos mayores, afirmó: «no desmayamos» (2 Corintios 4:1). 

Si bien «el dios de este siglo [cegaba] el entendimiento de los incrédulos, para que no les [resplandeciera] la luz del evangelio», él seguía proclamando la buena noticia de la salvación (vv. 4-5). 

Pablo sabía que Dios, en su amor, podía iluminar a los demás con la misma luz que había disipado su propia oscuridad (v. 6).

Tú y yo podemos tener historias similares: impulsados por el amor de Dios, también tenemos una razón para no desanimarnos. 

Tal como el hermano "B.L.A." ayudó a sus compañeros, el Espíritu Santo puede trasmitir la luz de nuestro amor y testimonio a quienes tal vez no sepan que necesitan ser rescatados.


Señor, ayúdanos a rescatar 
a los atrapados en el pecado.
***
 

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...