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Tránslate / Traducción

La Gran Comisión, un mandato de Jesús.

¿Qué es la gran comisión? Es el mandato o la misión que Jesús nos dejó para que lleváramos acabó y consiste en dos cosas. Estas son: 1.Id y hacer discípulos, esto significa predicar y enseñar a toda criatura que encontremos en nuestro camino. "Y dijo... Id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura* Marcos 16:15. Nótese que Jesús usa la palabra "id". 2. Bautizándoles y enseñándoles entre paréntesis podríamos decir la Trinidad padre e hijo y Espíritu Santo bautizándolos y enseñándolos en el nombre de Dios. Enséñenles a ser buenos testigos míos dijo Jesús, adi estrenos enséñenles para qué para que ellos hagan lo mismo con otros. ¿Cuáles son las herramientas que Jesús nos dio para ir y qué cosas ocurrirán en el camino? 1. Jesús nos dio la potestad el poder la autoridad en otras palabra, potestad es lo mismo que autoridad o poder a través del Espíritu Santo. Jesús se acercó y les habló diciendo estas palabras "Toda potestad me es dada en el cielo y en la ...
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Deja todo a los pies de la cruz

El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. (1 Corintios 1:18) Para cualquier judío era una locura imaginar que el tipo de muerte más despreciable y vergonzosa, en una cruz, sería el medio por el cual el Mesías concedería la salvación. De igual modo, era totalmente absurdo para los griegos, amantes de la sabiduría y "filósofos", considerar que algo era más poderoso que su conocimiento. Para los romanos y muchos otros gentiles, el gran anhelo estaba en el poder de las riquezas y las posesiones. De la misma forma, hay muchas personas hoy que se apegan a la religiosidad, al intelectualismo o a la ambición de bienes materiales, como su meta o prioridad en la vida. Hay muchos que todavía consideran una locura el mensaje de la cruz y se aferran a los recursos humanos. ¡Pero la cruz es poder de Dios para los creyentes! No te equivoques: ninguna bondad, sabiduría o riqueza h...

Jesús sana el corazón herido

Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón; él salvará a los contritos de espíritu. (Salmo 34:18) En medio del dolor de la vida, cuando nuestros corazones parecen destrozados por pérdidas, decepciones y rechazos, es natural sentirse solo e impotente. Pero hay una verdad eterna que permanece: Jesús está cerca de quienes sufren. Él no ignora nuestras lágrimas; al contrario, él mismo se hizo hombre para sentir nuestro dolor y ofrecernos sanación. Jesús es el médico de los médicos. Conoce cada herida, incluso las que nadie ve. Comprende las lágrimas silenciosas y el clamor del corazón. Cuando todo a nuestro alrededor parece desmoronarse, el amor de Cristo permanece firme, dispuesto a restaurar lo que se ha roto. Al entregarle nuestro sufrimiento, permitimos que su gracia obre en nosotros, brindándonos consuelo, paz y esperanza. A menudo buscamos sanación en los lugares equivocados, intentando llenar el vacío con cosas temporales. Pero solo en Jesús encontramos la verdadera restaur...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...

Generación de adoradores

Vivimos en un tiempo profético, en el que Dios está levantando una generación que no se inclina ante los ídolos de este mundo, sino que se postra ante el trono de Dios con un corazón sincero y quebrantado. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. (Juan 4:23) Eres parte de esta generación. No por méritos ni posición social, sino porque fuiste llamado por el Espíritu Santo a vivir una vida de adoración genuina. La adoración no se trata solo de cantar canciones o asistir a un culto dominical. Se trata de vivir diariamente para la gloria de Dios. Se trata de reflejar el carácter de Cristo en cada acción, amar como él amó, perdonar como él perdonó y obedecer su Palabra, incluso cuando sea difícil. La generación de adoradores que el Padre busca es la que entiende que la adoración comienza en secreto, lejos del escenario y de la multitud. Es en el espacio cerrado, en...

Fuente de poder y autoridad

  Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. (Hechos 1:8) ¿Has visto alguna vez a un padre impotente ante su hijo? Cuando él trata de cumplir con su deber de ayudarlo, aconsejarlo o imponerle límites, fracasa por completo porque su hijo no le da ninguna autoridad. Sin autoridad, no puede cumplir con su deber. Lo mismo sucede con nosotros cuando leemos que debemos evangelizar, llevar la Palabra de Dios hasta los confines de la tierra o a nuestro vecino. La verdad es que sin el poder que recibimos del Espíritu estamos destinados a fracasar. Pero es por el Espíritu Santo que somos capaces de cumplir la voluntad de Dios en el mundo, solo a través de él. El Espíritu nos da poder y autoridad. A través de él podrás enseñar la Palabra a tu hijo y al prójimo en la iglesia. Por él podrás echar fuera la presencia del maligno y podrás conocer también los pensamiento...

Caminando en la verdad y en la esperanza de Dios

Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día. (Salmo 25:4-5) Esos versículos del Salmo 25 nos invitan a abrir nuestro corazón y dejar que Dios nos guíe. El salmista clama: “Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus sendas”. Esta es una petición sincera de orientación y dirección. Él reconocía que por sí mismo, no podía encontrar el camino correcto, pero sabía que con Dios, encontraría la dirección segura y llena de bendición. A menudo intentamos trazar nuestros propios caminos, guiados por nuestros deseos y opiniones. Sin embargo, sabemos que esto no siempre nos lleva a donde realmente necesitamos estar. Este Salmo nos recuerda que hay una dirección superior que viene de Dios. Él es el único que conoce nuestro futuro y sabe lo que es mejor para nosotros. Cuando le pedimos a Dios que nos guíe, como lo hizo el salmista, demostramos fe y humildad. Expresamos nuestra cert...

Preparados para un nuevo comienzo

Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él. (Salmo 118:24) Cada amanecer, Dios nos da la oportunidad de comenzar un nuevo día. Es un regalo precioso, lleno de posibilidades y bendiciones. Al abrir los ojos por la mañana, debemos recordar que él nos preparó para vivir este día con un propósito. No importa lo que nos depare el día, podemos confiar en que Dios estará con nosotros en cada paso del camino. Cuando enfrentamos desafíos, es natural sentirnos cansados o preocupados, pero la Palabra de Dios nos recuerda que él es nuestro refugio y fortaleza (Salmo 46:1). Él nunca nos dejará solos. Mientras nos preparamos para otro día, debemos renovar nuestra fe y confianza en Dios, sabiendo que él nos fortalece para lo que pueda venir. Ya sea en el trabajo, en los estudios, en la familia o en la amistad, Dios nos guía y fortalece. Cada momento es una oportunidad para que reflejemos su luz y su amor. Incluso en las dificultades, nuestro Dios nos enseña a perseverar, a con...

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

El dinero no lo es todo

Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:24) El dinero es una necesidad que tenemos todos, es fundamental para vivir y adquirir lo que necesitamos y lo que queremos.  Tener y desear dinero no es un mal en sí mismo, pero vivir enfocado en el dinero es un gran problema. Jesús dijo que no es posible tener dos señores, sirves a Dios o sirves el dinero. Puedes estar seguro de que aunque tengas una buena cantidad de pasta en el bolso, el dinero no lo es todo.  La felicidad, la paz y la salud son incalculables. Además de eso, no hay dinero en el mundo que pueda comprar la salvación, ya que viene solo por la fe. Estar en paz con Dios solo es posible al servir a Jesús, no al dinero. ¿A cuál señor estás sirviendo? ¿Te preocupa más enriquecerte, pagar las cuentas o trabajar?  Arrepiéntete y corrige tus caminos. Sí, paga tus deudas, trabaja adec...