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Mostrando entradas de enero, 2025

Ven a ver

Felipe buscó a Natanael y le dijo: Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas. ¡De Nazaret! —replicó Natanael—. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? Ven a ver —le contestó Felipe. (Juan 1:45-46) Al encontrarnos frente a actitudes de prejuicio con relación a la persona de Jesús, ¿cuál debe ser nuestra postura? Felipe nos da un buen ejemplo en este episodio. Él no se ofendió, ni recurrió a la argumentación teórica, ni acusó a Natanael de falta de respeto.  Al contrario, lo invitó a una experiencia personal y concreta con Jesús: «ven y compruébalo tú mismo». Quizás esta sea la forma más efectiva de superar las barreras que alejan a las personas de la verdadera fe en Jesucristo.  «¡Ven y conoce a Jesús (a través del estudio de la Biblia y la oración) para que veas (y saques tus propias conclusiones sobre) quién es él!» Invitar a la gente a la iglesia, dar nuestro testimonio personal u ofrece...

Siembra la semilla, aunque sea con lágrimas

El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas. (Salmo 126:5-6) La «ley de la siembra» o la regla de plantación es un concepto bastante abordado en toda la Biblia. Jesús enseñó diversas parábolas sobre el sembrador, sobre los tipos de suelo y las semillas (como el grano de mostaza, por ejemplo). Pablo también dijo (en Gálatas 6:7) que «cada uno cosecha lo que siembra». Por esas y otras referencias, entendemos que de forma natural y en todos los ámbitos de la vida, nosotros recogemos aquello que sembramos. El Salmo de hoy nos habla de un aspecto diferente de la siembra. En realidad, este es el único lugar en la Biblia donde se menciona un tipo de cosecha diferente de lo que se plantó. Aquí la ley de la siembra está envuelta por la gracia y la misericordia del Señor que sustenta todas las cosas. Dios concede a los que siembran con lágrimas (humildad, confianza y contrición) que recojan sus gavillas llenos de alegría (fe...

¿Qué significa “pero yo y mi casa serviremos al Señor” en Josué 24:15?

La afirmación "Pero yo y mi casa serviremos al Señor" suele estar impresa en placas con las que se adornan los hogares de los cristianos de hoy.  Es una afirmación del compromiso de la familia de servir al Señor.  Esa lealtad familiar no es una aplicación incorrecta del texto, aunque tenía connotaciones ligeramente diferentes en la época de Josué. Por primera vez, Dios hizo un pacto con Israel en el Sinaí. Explicó lo que requería, y el pueblo dijo que lo haría.  Este tipo de pactos era común entre los vasallos y los soberanos de la época. El soberano se comprometía a proteger y mantener a los vasallos, y los vasallos se comportarían de manera que reflejaran un buen comportamiento hacia el soberano. Si los vasallos se rebelaban, el soberano se volvía contra ellos y los castigaba.  En el Sinaí, el soberano no es un rey humano, sino Dios mismo. Dios le dijo a Israel lo que esperaba de ellos (Éxodo 20-23), y luego el pueblo se comprometió a hacerlo (Éxodo 24). Por supues...

Dios está bien cerquita de ti

Cuando la vida se pone difícil y nos sentimos perdidos, es fácil pensar que estamos solos. Pero debes recordar algo importante: Dios está siempre cerca de ti. Así dice la Biblia en el Salmo 145:18: Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de verdad. (Salmo 145:18) Cuando lloras o te sientes abrumado, debes saber que Dios está ahí, tomándote de la mano y consolándote. Y cuando estás feliz, él celebra contigo. Dios está siempre presente y conoce cada parte de ti. Él comprende tus deseos más profundos e incluso los secretos que intentas ocultarte a ti mismo. No importa dónde estés, el amor de Dios nunca está lejos. Incluso cuando todo parezca difícil y te sientas solo, recuerda mirar a Dios. Él está a tu lado, listo para ayudarte, sin importar cuán difícil sea el camino. Confía en él, porque él siempre cumple sus promesas. Confíen en el SEÑOR para siempre, porque el SEÑOR es la Roca de la eternidad. (Isaías 26:4) Avanza con la presencia de Dios Busca te...

Paz con Dios

En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:1) Porque Cristo es nuestra paz... (Efesios 2:14) En medio de todo el tumulto y de todas las turbulencias que atraviesa nuestro mundo, todos a nuestro alrededor ansían la paz verdadera. En los grandes organismos, la paz se negocia constantemente en los encuentros y acuerdos internacionales donde los grandes gobernantes de la tierra ponderan el mejor medio para que las naciones convivan en paz.  En nuestro día a día nosotros también nos encontramos en situaciones en las que necesitamos apaciguar algún conflicto.  Dentro de la familia lidiamos con desavenencias entre los hijos, disputas entre hermanos, crisis entre las parejas, roces entre padres e hijos, pequeñas discusiones con los vecinos, relaciones difíciles con colegas del trabajo, y la lista continúa... Esa guerra constante que nos acarrea parece reflejar algo de la condición interna del c...

Aprovecha bien el tiempo

Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, 16 aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. (Efesios 5:15-16) En estos cortos versículos encontramos dos preciosos consejos: ¡vive sabiamente y aprovecha tu tiempo! En el primer punto se nos advierte sobre la necesidad de obtener sabiduría, es decir, prudencia o diligencia, y esta viene de Dios para nosotros. Es el Señor quien nos ayuda a desarrollar inteligencias múltiples con sabiduría, y con la capacidad de hacer conexiones creativas para crecer y servir en amor. La segunda recomendación está directamente relacionada con el tiempo. Esto se refiere a cada oportunidad que surge en la vida. Lamentablemente, perdemos mucho tiempo sin aportar ningún beneficio a nosotros mismos, a los demás y, sobre todo, al reino de Dios. Algunas traducciones bíblicas del versículo 16 contienen la expresión «redimir el tiempo». Esta se refiere a la necesidad de «redimir», o «volver a comp...

Ponte manos a la obra

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10) Nuestros corazones desean, más que nada, una manera de justificarnos ante Dios.  Sabemos, en el fondo, que algo anda mal en nuestra relación con él y ese problema se llama pecado.  En esta búsqueda de volver a conectar con Dios, la primera solución que nos viene a la mente es hacer algún tipo de trabajo o sacrificio para que Dios nos acepte nuevamente. Aunque esta es una conclusión fácil de alcanzar, además de inútil, es completamente errónea.  En este texto, Pablo deja claro que nuestra relación con Dios ocurre única y exclusivamente a través de la gracia de Dios. Esto significa que nuestras obras y sacrificios no sirven para encontrar el favor de Dios ni para reconciliarnos con él.  Sin embargo, el apóstol no dice que las obras sean inútiles.  De hecho, las obras son centrales en la vida cristiana y ...

Redefiniendo prioridades

El versículo de Hageo 1:6 nos ofrece una profunda reflexión sobre el vacío que muchas veces sentimos en la vida, a pesar de todos nuestros esfuerzos y logros materiales. Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no os saciáis; bebéis, pero no quedáis satisfechos; os vestís, pero no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su salario en saco roto. (Hageo 1:6) Vivimos en un mundo donde, a menudo, se mide el éxito por lo que poseemos y cuánto acumulamos. Sin embargo, Hageo nos advierte sobre la inutilidad de esta búsqueda incesante. Plantamos mucho, pero cosechamos poco; comemos, pero no nos saciamos; bebemos, pero no estamos satisfechos. Usamos ropa fina, pero no nos abrigamos. Y el salario que recibimos parece desaparecer como si lo metiéramos en una bolsa con agujeros. Este pasaje nos llama a reevaluar nuestras prioridades y centrarnos en lo que realmente importa. Jesús nos enseña que la verdadera satisfacción no proviene de las cosas materiales, sino de una relación íntim...

Mi casa y yo

El primer sermon del año.. “Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te mostraré Con tus descendientes formaré una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Genesis 12:1-9. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo.” Abram salió de Harán, tal como el Señor se lo había ordenado. Tenía setenta y cinco años cuando salió de allí para ir a la tierra de Canaán. Con él se llevó a su esposa Sarai y a su sobrino Lot, y también todas las cosas que tenían y los esclavos que habían adquirido en Harán. Cuando llegaron a Canaán, Abram atravesó toda la región hasta llegar a Siquem, donde está la encina sagrada de Moré. Los cananeos vivían entonces en aquella región. Allí el Señor se le apareció y le dijo: “Esta tierra se la voy a dar a tu descendencia. ”Entonces Abram construyó un altar en honor del Señor, porque allí se le había aparecido. L...

Da lugar a Dios

  El malvado levanta insolente la nariz, y no da lugar a Dios en sus pensamientos. - Salmo 10:4 Todos hacemos planes, soñamos, nos proponemos nuevas resoluciones... ¡Y eso es bueno! Necesitamos mantener encendida la llama de la esperanza de que vendrán días mejores por la gracia del Señor. Pero el gran peligro está en que convirtamos esa buena iniciativa en una manera de apartarnos de nuestro Señor... La independencia de Dios es una de las características principales de los incrédulos. Como no confían en el Salvador, lo dejan fuera de sus proyectos e intentos. Sin embargo, los hijos de Dios necesitamos, antes que nada, entregar el control y nuestros planes a aquel que dirige y gobierna nuestra vida. ¡Que Dios esté en todos tus planes y te dirija en todos tus sueños! No dejes a Jesús fuera de tus planes: Ora a Dios y entrégale cada uno de tus sueños y planes. Confía y él guiará tus pasos en la dirección correcta. No seas presuntuoso y egoísta en tus decisiones. Busca orientación en ...

Da lugar a Dios

El malvado levanta insolente la nariz, y no da lugar a Dios en sus pensamientos. - Salmo 10:4 Todos hacemos planes, soñamos, nos proponemos nuevas resoluciones... ¡Y eso es bueno! Necesitamos mantener encendida la llama de la esperanza de que vendrán días mejores por la gracia del Señor. Pero el gran peligro está en que convirtamos esa buena iniciativa en una manera de apartarnos de nuestro Señor... La independencia de Dios es una de las características principales de los incrédulos. Como no confían en el Salvador, lo dejan fuera de sus proyectos e intentos. Sin embargo, los hijos de Dios necesitamos, antes que nada, entregar el control y nuestros planes a aquel que dirige y gobierna nuestra vida. ¡Que Dios esté en todos tus planes y te dirija en todos tus sueños! No dejes a Jesús fuera de tus planes: Ora a Dios y entrégale cada uno de tus sueños y planes. Confía y él guiará tus pasos en la dirección correcta. No seas presuntuoso y egoísta en tus decisiones. Busca orientación en la Pal...

Si por la noche hay llanto...

Porque solo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría. (Salmo 30:5) Dichosos los que lloran, porque serán consolados. (Mateo 5:4) Cuando nos sentamos a mirar las fotos de amigos y familiares en las redes sociales a veces olvidamos que entre aquellos momentos de alegría y otros seguro que hubo fases difíciles en sus vidas.  Sí, y eso es lo mismo que sucede con nosotros. De vez en cuando enfrentamos noches oscuras y frías que surgen de repente y nos hacen llorar.  En esos momentos tristes de la vida podemos encontrar siempre el mejor consuelo en el Señor, nuestro Dios. Los versículos de hoy nos hablan sobre ese tiempo de llanto, de lamentación y quebranto por el cual pasamos en algunos momentos de nuestra vida.  Son situaciones de angustia, de soledad, dolor, desesperación, pérdida... en fin, diversas aflicciones que nos atacan y nos hacen ver lo vulnerables que somos y cuánto dependemos de Dio...

El Señor es nuestra fortaleza

En el camino de la vida enfrentamos muchos desafíos que pueden sacudirnos. Sin embargo, es en esos momentos cuando debemos recordar que el Señor es nuestra fortaleza y nuestra roca inquebrantable. Como está escrito en el Salmo 18:2:Jehová, roca mía y castillo mío, mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. (Salmo 18:2) Cuando nos sentimos sobrecargados, podemos confiar en la promesa de que Dios es nuestro refugio seguro. Él nos da valor para afrontar las tormentas y paz para superar los momentos de ansiedad. La fuerza que el Señor nos da no es solo un refugio contra el peligro, sino también una fuente continua de fortaleza y renovación. En su presencia encontramos esperanza y valentía para seguir adelante, incluso cuando el camino parece difícil. ¡Así que no te desanimes! Pon tu confianza en el Señor y permítele ser tu fortaleza. Con Dios de nuestro lado, somos más que vencedores. Él nos sostiene y guía, fortalece nue...

El castigo que nos trajo paz

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.( Isaías 53:5) Más que solo palabras, Jesús se entregó por nosotros en la cruz.  Él sufrió, fue humillado y murió en nuestro lugar.  ¡Él llevó sobre sí mismo nuestros dolores y nuestras transgresiones! La aparente derrota con la muerte se convirtió en una gran victoria.  ¡Al tercer día, Jesucristo resucitó de entre los muertos!  La muerte no podía contenerlo, el diablo perdió y nosotros fuimos liberados de la esclavitud del pecado. Ser conscientes de esta victoria nos hace más que vencedores.  Reconocer a Cristo como nuestro Salvador nos permite andar una nueva historia: ¡un camino de fe y de vida eterna con él! El castigo que él soportó fue por ti.  ¡Sí, él soportó todo por ti!  Disfruta de la paz que Cristo te proporcionó, valoriza su sacrificio en la cruz.  Recuerda que nadie más...

Suelta las cadenas que te atan

Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. (Efesios 4:31-32) ¿Estás preso? Tal vez no estés literalmente tras las rejas, pero igual te sientes prisionero de algunos sentimientos negativos. El pasaje de hoy comienza advirtiendo que debemos librarnos de esos malos sentimientos, de las malas actitudes y de toda maldad. Luego nos instruye a ser bondosos y misericordiosos los unos con los otros, liberando el perdón tal como Dios, por su gracia, nos perdonó en Cristo. El perdón no solo sirve para liberarnos del dolor y del rencor contra quien nos ha hecho algún mal, sino que también puede liberar a quien nos aprisionó. Es como una espada de dos filos: por un lado, nos libera de la amargura y de las actitudes vengativas, y por otro, en amor, apaga la ofensa de quien nos hirió quitándole las cadenas. Libera perdón y dejarás de se...

El camino de la conversión

Aparta de mí el camino de engaño, y enséñame tu ley. He escogido el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí (Salmo 119:29-30) Gran parte del mundo todavía no entiende exactamente qué es una conversión.  Piensan que es solo un cambio de hábitos o algo psicológico que la persona decide en un momento importante de su vida.  Es común ver comentarios de personas diciendo cómo o cuándo deben parar para decidir sus religiones. Sin embargo, lo que sucede es lo que describió este salmista.  Date cuenta de que no se desvía, sino que es desviado de los caminos engañosos.  En otras palabras, no se convierte, sino que es guiado a convertirse.  Lo que obra esta conversión no es un mero reflejo o acontecimiento, es la gracia de Dios. La conversión tampoco es un desvío de un camino engañoso a un camino vacío, sino todo lo contrario.  Cuando salimos de los errores del mundo, nos encontramos ante un camino lleno de verdad y de vida que necesitamos conocer y ...

El que ama a Dios, nunca se olvida

Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. (Salmo 103:2) El olvido forma parte de nuestras vidas. Si, por un lado, es bueno que olvidemos las ofensas y los problemas del pasado, por otro, hay muchos aspectos negativos en el olvido.  Es bastante natural que tengamos lapsos de memoria de vez en cuando, olvidando las llaves, una clave, dónde colocamos el celular, una comida en el horno, o una cuenta por pagar...  Es un fastidio, pero ¿a quién no le ha pasado jamás? Pero además de esos olvidos saludables y «normales» (pues tenemos una memoria selectiva que almacena cosas importantes y descarta cosas secundarias), hay otro tipo que es mucho más grave: el olvido de cosas muy importantes. Infelizmente, por causa de enfermedades, la falta de atención, el estrés y las distracciones, las consecuencias de ese tipo de olvido son mucho más graves, pudiendo hasta ser fatales en algunos casos (olvidar niños en el carro, compromisos asumidos, etc.).  Tanto en un caso como en el otro ...

Hay poder en el nombre de Jesús

El poder en el nombre de Jesús es una verdad fundamental. Este nombre, lleno de significado y de poder, trae esperanza, sanación y redención. Desde la antigüedad hasta hoy, invocar el nombre de Jesús es como encender una luz en medio de las dificultades, alejando el miedo y la desesperanza. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el Padre. (Filipenses 2:9-11) Cuando mencionamos el nombre de Jesús, sentimos la presencia de Dios. El nombre de Jesús tiene autoridad sobre la adversidad, calma los corazones y guía las almas perdidas. En tiempos difíciles, simplemente decir este nombre trae consuelo y renovación. La vida de Jesús ejemplifica su poder redentor. Su muerte en la cruz y su resurrección muestran que no hay límites para el poder en su ...

¡Dios te cuida! Exáltalo a tiempo y fuera de tiempo

Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. (1 Pedro 5:6-7) Dios es poderoso y soberano. Nada acontece en este mundo sin que él tenga conocimiento de ello. Al enfrentar nuestras dificultades nos damos cuenta de lo frágiles que somos. ¿Quiénes somos nosotros frente a la poderosa mano de Dios? A pesar de lo pequeños que somos, Dios nos ama grandemente. Él nos amó antes que todo. Él entregó a su único Hijo por nosotros. Él escogió amarnos y dar una perspectiva de redención. Cuando reconocemos lo que Dios hizo, recibimos aún más provisión de parte de él. No reconozcas el poder de Dios solo cuando te encuentras en medio de dificultades. Él quiere recibir tu reconocimiento también cuando todo va bien. Los momentos difíciles vendrán y es por eso que es importante que busques a Dios a "tiempo y fuera de tiempo". Cuando buscamos la presencia del Espíritu Santo y leemos la Palabra...

¿Confias en Dios?

Los que confían en el Señor son como el monte Sión, que jamás será conmovido, que permanecerá para siempre. (Salmo 125:1) ¿Quién no desea tener una fe inquebrantable? La verdad es que Dios desea que confiemos en él de todo corazón. ¿Por qué no te entregas a ese Dios poderoso? La fe da frutos y atrae personas tal como lo hace un monte. Aquel que tiene fe se convierte en una referencia para los que quieren alcanzar un nivel más alto. No es fácil mantenerse firme en las promesas: requiere resistencia, discernimiento y la búsqueda de Dios. Un monte no se derrumba cuando llega el mal tiempo. Así debe ser nuestra confianza en Dios: no nos debemos derrumbar debido a las circunstancias. Entender la soberanía de Dios nos ayuda a confiar más en él. Además de eso, nos aleja de las trampas que pueda presentar la situación. El mal tiempo pasará y Dios continuará soberano. Y debido a que sabemos eso, debemos confiar todavía más en él. ¿Quién puede hacer lo que es mejor para nuestra vida sino nuestro...

Explicación de Isaías 41:10, no temas porque yo estoy contigo (estudio bíblico)

En Isaías 41:10 encontramos un versículo muy conocido que nos gusta citar en momentos en los que necesitamos ánimo o fortaleza. El versículo dice así: ¡Qué palabras más reconfortantes! Pensar que contamos con la compañía y la ayuda de Dios en nuestros momentos más difíciles sí que hace la diferencia. ¡Cuánto ánimo y cuánta paz! ¿Quién no ha sentido temor en algún momento? Son muchas las situaciones que nos intimidan un poco y nos hacen sentir inseguros. Pero cuando recordamos que nuestro Padre está con nosotros sosteniéndonos, nuestra actitud cambia. Saber que contamos con su ayuda y su compañía nos da valor y fuerzas para enfrentar los retos que nos presenta la vida. Sin embargo, este versículo fue escrito por el profeta Isaías en medio de una situación específica que enfrentaba el pueblo de Judá. Veamos un poco del contexto para saber de qué se trataba. No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustenta...

Dios estara con tigo, siempre.

El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes. (Deuteronomio 31:8) Estas palabras se las dijo Moisés al joven Josué. Imagínate, ¡tener que liderar un pueblo en la conquista de una gran promesa! Solo con pensarlo nos damos cuenta de cuán grande era el desafío. Cuando Moisés le dijo estas palabras a Josué, quiso dejar bien claro que él no estaría solo: ¡el Señor mismo iría delante de él! En realidad, esas palabras más que una profecía eran un testimonio. Moisés era testimonio vivo de que Dios había estado al frente de su pueblo. Desde la salida de Egipto y hasta Canaán, el Señor no desamparó a su pueblo. Dios es fiel y cumple todo lo que dice, y fue con esa certeza que Moisés animó a Josué. El mismo Dios que los sacó de la esclavitud los guiaría hasta poseer la promesa. No tengas miedo, Dios nunca nos dejará. A veces miramos atrás y nos sentimos solos, pero en realidad Dios está ahí al frente nuestro. Al seguir sus pa...