Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Vivir, no es vivir del pasado.

La historia de hombre real.

Un hombre joven que perdió todo y que con el tiempo a recuperado todo, años después de que el, le entregara su vida a Jesús.

Este hombre joven lo perdió todo por confiar demasiado en el mismo y en los demás.

Un hombre joven que siempre decía "SI" a todo, lo bueno o lo malo,

Un hombre joven que tenía el futuro por delante, buenos padres, buena crianza, buena casa, comida, ropa, y bienes materiales, y para el, vivir la vida sin planear, lo era todo, hasta que un día.

Fue ultrajado, pisoteado, llevado a la cárcel, calumniado, escupido, sacado  de casa, humillado, engañado, etc.

Le pasó de todo: por rebelde, necio, altivo, egocéntrico, mal hijo, mal conyugue, mal padre, y dónde quiera que el estaba o iba, todo le salía mal.

Hasta que el mismo reconoció que su vida iba de mal en peor.

Se quiso matar, por qué, el enemigo le avia hecho creer que el era un bueno para nada, y que avía deshonrado a Dios, a su padrey a todos los que el conocía.

Acepto a Cristo en su corazón, empezó a ver la vida como Jesús siempre lo avía querido, 

Dios le dió una nueva oportunidad.

Este hombre empezó a trabajar, a leer  la palabra de Dios, empezó a estudiar en la Universidad, salió egresado y empezó a servir a Dios cada día más y más...

Ahora este hombre es un servidor de Dios, no a Sido facil superar todos los errores, faltas, pecados, pero Dios lo perdonó y le dió una oportunidad más.

Ahora en día este hombre sirve a Dios y al prójimo con mucho amor y entusiasmo. 

A pesar de las tentaciones, pruebas, este hombre, quedó invidente hace ocho años a la edad de cuarenta y ocho años, cuando como consecuencia genetica uno desprendimiento de retinas, perdió un ojo el izquierdo y se le pudo salvar el otro ojo el derecho.

La intervención quirúrgica practicada a este hombre consistió en pegar el tejido dañado de la córnea de su ojo derecho, un aro alrededor de la córnea.

Seis meses después de que se le practicara la operación, era capaz de detectar movimientos casi normales, y de ver formas y colores, según su recuperación.

Dos años después, podía ver formas, colores y movimiento casi normales.

A pesar del éxito médico,

Este hombre no se siente del todo cómodo con su nueva condición de vidente.

Antes de la operación, este hombre era un aficionado de la lectura, servidor, predicador, maestro, trabajaba mucho en lo secular y lo eclesiastico, era muy útil en casa y pasaba tiempo de calidad con sus seres queridos, esposa, hijos, familiares y amigos.

Ahora, sin embargo, ya no tiene el temor de padecer un accidente y otra cosa más, porque aprendió a confiar plenamente en Dios.

Igualmente este hombre se siente ahora mas confiado, porque tiene a Cristo Jesus como su Salvador y ayudador.

Cuando recibimos la sanidad de Dios en nuestra vida, sea en el alma o en nuestro cuerpo físico; pues lo correcto es vivir como personas sanas.


Dejar atrás los dolores y los recuerdos de cuando éramos ciegos, cojos o autocompasivos.

Es muy curioso que nuestra naturaleza humana siempre querrá estar atado a algo.


Si no vemos, nos gusta no ver aunque recobremos la vista.


Si no tenemos dinero y vivimos en pobreza, pues nos gusta esa condición y no queremos salir de ella.

Si padecemos de alguna enfermedad, pues la hacemos nuestra y no queremos que salga de nosotros.

Ser sano es ser libre completamente y vivir una vida diferente.

No es lógico que una persona que tiene sus pies sanos ande con muletas o una persona que padeció de cáncer, vaya todas las semanas a ponerse quimioterapias porque le gusta sentir el mareo…

Vivir del pasado no es vivir.

Recordar nuestros viejos fracasos y dolencias es matar nuestro futuro, porque siempre estaremos viendo hacia atrás.

Aprendamos que si hemos recibido un milagro del Señor y hemos sido sanos, pues vivamos como personas sanas.

Dejemos atrás el lecho del dolor y sigamos a adelante, puesta la mirada en el autor y consumador de la fe… Jesús.





Follow on Facebook TBM-Missions:  https://www.facebook.com/roberto.bonillacea

Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...