Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Como esta nuestra salud espiritual ?


Aportacion de: Ben Ayala
Para detectar problemas de salud a tiempo, los médicos recomiendan hacer exámenes físicos de rutina. Lo mismo podemos hacer con la salud espiritual, preguntándonos algunas cosas relacionadas con el gran mandamiento (Marcos 12:30) del que habló Jesús:


¿Amo a Dios con todo mi corazón? 
¿Qué es más fuerte: mi deseo de ganancias terrenales o el tesoro que poseo en Cristo? (Colosenses 3:1). 
El Señor desea que su paz reine en nuestro corazón.


¿Amo a Dios con toda mi alma? 
¿Lo escucho decirme quién soy? ¿Me alejo de mis deseos egocéntricos (v. 5)? 
¿Soy más compasivo, amable, humilde, bondadoso y paciente (v. 12)?


¿Amo a Dios con toda mi mente? 
¿Me concentro en mi comunión con su Hijo o dejo que mi mente divague (v. 2)? 
¿Mis pensamientos buscan problemas o soluciones; dividen o unen; perdonan o se vengan (v. 13)?


¿Amo a Dios con toda mi fuerza? 
¿Estoy dispuesto a reconocer mi debilidad para que Dios pueda manifestar su poder en mí (v. 17)? 
¿Dependo de su gracia para ser fuerte en el Espíritu?

~~~~~
~~
A medida que permitamos que «la palabra de Cristo more en abundancia en [nosotros], en toda sabiduría» (v. 16), Dios nos equipará para que nos edifiquemos unos a otros y seamos espiritualmente aptos y útiles para Él.
~~~~~~~~~~~~~~
Oremos: "Padre, no quiero depender de mi esfuerzo para servirte, sino fortalecerme en ti."
---------------- 

Para una buena condición espiritual, aliméntate de la Palabra de Dios y ejercita tu fe.

~~~~~~
Hno. Ben Ayala
 

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...