Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Perseguidos, pero felices

Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.
(Mateo 5:11-12)

Un simple y fiel trabajador cristiano enfrenta diversas dificultades en el día a día del trabajo. 

Algo bien común, que no tiene nada que ver con el trabajo en sí, es la burla que recibe de sus colegas por ser cristiano. 

Sus colegas lo llaman 'pastor', por interesarse en leer la Biblia y por dar consejos basados en las enseñanzas de Jesús.

Cuando acontece una tragedia, los colegas preguntan "¿dónde está Dios en esos momentos?", "si Dios existe, ¿por qué existe el mal?", o dicen cosas como "Dios tiene otras cosas para preocuparse antes que la manera en la que vivo mi vida".

Sin embargo, un mal cristiano, se niega a ser humillado y por eso vive como si no fuese creyente. 

Dios no aparece nunca en sus conversaciones, la Biblia permanece escondida en su casa, su forma de hablar y su conducta se asemejan a la de los impíos.

La verdad es que somos felices cuando somos perseguidos, Jesús dijo eso. 

No recibiremos nuestra recompensa aquí, sino en la eternidad.

Sé fiel.

Cuando el mundo te ofenda por ser creyente, ¡permanece fuerte y con valor!

Comparte con Dios las dificultades que has tenido.

Lee la Palabra para que permanezcas firme en la fe.


Para orar:
Señor, mi Dios y Padre, te pido que me des fuerzas para permanecer fiel delante de mis adversarios. 

Es difícil, pero sé que tú tienes una recompensa para mí. 

Que el Espíritu de Dios me guíe y me ayude hoy y siempre, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...