Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Todas las cosas fueron creadas por él y para él


Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:16)

En el pasaje de Colosenses 1:16, encontramos una profunda afirmación de la grandeza de Dios, revelando su soberanía y dominio sobre toda la creación. 

En ese versículo se nos recuerda que todo lo que existe, tanto en el cielo como en la tierra, ya sea visible o invisible, encuentra su origen y propósito en Dios.

Dios siempre estuvo presente antes de que existiera cualquier otra cosa.

Él es el Creador primordial, el que trajo a la existencia todo el universo, con toda su complejidad y belleza. 

Todas las estrellas, planetas, galaxias, seres vivos y todo orden establecido fueron concebidos por su sabiduría y poder.

Esta verdad esencial debe despertar un profundo sentido de reverencia y adoración en nuestros corazones. 

Dios no solo nos creó, sino que también nos creó para él. 

Estamos hechos a su imagen, con la capacidad de conocerlo, amarlo y relacionarnos con él.

Así, nuestra existencia cobra sentido cuando vivimos para la gloria de Dios. 

Cada acción, pensamiento y palabra puede encontrar su propósito cuando se dirige a su alabanza y honor. 

Como criaturas amadas y redimidas por Cristo, nuestro objetivo es reflejar su carácter y cumplir su plan eterno.

Por lo tanto, este versículo nos desafía a vivir una vida alineada con la voluntad del Creador. 

Debemos buscar conocer a Dios a través de su Palabra, buscar su presencia en oración y vivir en comunión con otros seguidores de Cristo. 

Al hacerlo, estamos honrando a Aquel que nos creó, reconociendo su soberanía y encomendando nuestras vidas a su amoroso cuidado.

Este pasaje nos invita a reconocer la grandeza de Dios como nuestro Creador y Señor, y a vivir en devoción y sumisión a él, pues toda la creación encuentra su razón de ser en él y para él.

¡Alaba al que lo creó todo!

Dedica un tiempo diario a la oración y adoración, alabando a Dios por su creación y bondad.

Reconoce su obra en la naturaleza y en las personas que te rodean, agradeciendo y valorando la diversidad de la creación.

Muestra amor y compasión a los demás, reflejando el amor del Creador y compartiendo su mensaje de esperanza y salvación.


Para orar:

Dios, te alabo por crear todas las cosas. Contemplando la naturaleza y el universo, percibo tu grandeza y amor. 

Ayúdame a valorar tu creación cuidándola con responsabilidad. 

Que mi vida sea un himno de gratitud, reflejando tu amor a los demás. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...