Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Una mirada de amigo


Una mirada radiante alegra el corazón, y las buenas noticias renuevan las fuerzas. (Proverbios 15:30)

Una práctica poco vista en nuestros días es la de dar ánimo. Infelizmente, nos inclinamos más a retribuir las ofensas recibidas que a perdonar. Herimos a otros cuando nos lastiman y contestamos la maldad recibida con ataques mayores. Esto sucede aun con las personas que amamos. Seguimos esa tendencia natural, siempre más inclinados a criticar y a desaprobar al otro que a mostrar empatía y animarlo a mejorar. Pero sabemos que ese no es el deseo del corazón de Dios...

El Señor Jesús, aun después de haber sido traicionado por uno de sus discípulos más allegados, se refirió a él como «amigo». Cuando Pedro lo negó 3 veces, Jesús lo miró con una mirada de amigo sin condenarlo. Y después de que resucitó, Jesús no lo excluyó. Al contrario, el ángel mandó a decir a los discípulos y a Pedro que fueran a encontrarse con el Señor en Galilea.

Así mismo es con nosotros. A pesar de nuestros fallos, Jesús nos perdona y nos anima a encontrarnos con él. Y Dios también desea que seamos buenos amigos, amables y que nos animemos los unos a los otros.

Sigue el buen ejemplo de Cristo:

Ora y pídele a Dios que te ayude a ser una persona que lleva ánimo a todos los que la rodean.

¡Sé un buen amigo! Jesús mostró en la práctica cómo debemos ser: pacíficos y amables, aun cuando no nos traten así.

Busca en Cristo la fuerza para perdonar y tratar a los otros de forma gentil y amigable. Él es quien nos capacita.

¡Llena tu mente y tu corazón de la Palabra de Dios! Lee, estudia y medita en la Biblia diariamente. Así podrás crecer a la semejanza de Cristo, en amor y en acción.

Sé una buena influencia en otras personas para que no sean una carga pesada, sino que den ánimo y aliento a los demás, como Jesús.

Para orar:

Señor Dios, gracias por habernos enviado a Jesús para darnos el mejor ejemplo sobre cómo vivir. Gracias por ser el mejor amigo, porque nos perdonas sin guardar rencor por el mal. Perdóname por ser tan rencoroso y duro con mis amigos, mi familia y mis hermanos en la fe. Enséñame a ser más como tú. Es así que podré ser mejor amigo, amando y dando ánimo en vez de criticar y ser indiferente. Que todos a mi alrededor encuentren en mí un poco de la bondad y la serenidad que Jesús emanaba a todos. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...