Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

No nos llevamos nada de este mundo

Tal como salió del vientre de su madre,

así se irá: desnudo como vino al mundo y sin llevarse el fruto de tanto trabajo. (Eclesiastés 5:15)

El versículo de Eclesiastés 5:15 nos ofrece una profunda reflexión sobre lo efímero de la vida terrenal y la inutilidad de acumular riquezas materiales. 

Nos recuerda que, cuando nacemos, estamos desprovistos de cualquier posesión y, cuando dejamos este mundo, no podemos llevarnos nada de lo que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida.

Este pasaje bíblico nos hace un llamado a la humildad y a reflexionar sobre nuestras prioridades. 

A menudo nos sentimos tentados a buscar la felicidad en la búsqueda incesante de riquezas, poder y éxito material. 

Sin embargo, el libro de Eclesiastés nos recuerda que estas búsquedas son inútiles, ya que todo lo que logramos en esta vida es transitorio.

En lugar de centrarnos en acumular bienes materiales, estamos llamados a invertir en cosas eternas, como el amor, la compasión, la bondad y la justicia. 

Debemos buscar una relación profunda con Dios y con nuestros semejantes, pues estas son las relaciones que durarán para siempre.

Además, este texto bíblico nos invita a ser buenos administradores de los recursos que Dios nos ha confiado, usándolos para bendecir a otros y hacer el bien. 

Debemos recordar que solo somos administradores temporales de estos recursos y que algún día tendremos que rendir cuentas sobre cómo los utilizamos.

Recuerda, pues, que la verdadera riqueza no está en las cosas que acumulamos, sino en las decisiones que tomamos y las vidas que tocamos con amor y generosidad. 

Vivamos con gratitud, humildad y con la conciencia de que, al final de nuestro camino terrenal, lo que realmente importa es el legado espiritual que dejamos.

Busca valores más altos

Dale prioridad a los valores eternos: concéntrate en cultivar las relaciones, el amor y la compasión, ya que estas virtudes son duraderas.

Sé un buen administrador: utiliza tus recursos sabiamente, ayudando a los necesitados y practicando la generosidad.

Recuerda que la vida es fugaz: Mantén la humildad, recordando que no puedes llevarte riquezas materiales contigo después de la muerte.


Para orar:

Señor, ayúdame a centrarme en lo que realmente importa, a cultivar el amor y a ser buen administrador de mis recursos, recordando siempre lo efímero de la vida terrenal. 

En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...