Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¡Levántate y trabaja! No te des

No te des al sueño, o te quedarás pobre; mantente despierto y tendrás pan de sobra. (Proverbios 20:13)

Proverbios es un libro que contiene consejos de grande sabiduría y cuando dice que debemos ser diligentes en nuestro trabajo, debemos prestar atención. 

Lo que Salomón nos dice en ese versículo es que debemos encontrar placer en lo que hacemos, en nuestra actividad, no andar por la vida sin ton ni son.

Ese proverbio no habla en contra del descanso, pero sí en contra de la pereza, contra el amor al ocio. Se quedará pobre aquel que disfrute estar sin hacer nada porque no aprendió a trabajar. 

Recuerda que Jesús dijo que debemos hacer tesoros en los cielos, y para conseguir eso necesitamos trabajar arduamente. 

Viéndolo de esa manera, la pereza podría dejarte pobre en esta vida terrenal y también en la vida eterna.

Recuerda esas palabras de Salomón cuando estés en tu trabajo y trabaja con dedicación, agradece por tu trabajo y haz todo con gusto.

Levántate y haz algo

Evalúate: ¿eres una persona perezosa?

Deléitate en tu trabajo o busca un trabajo en el que te puedas deleitar.

Mira estos versículos de agradecimiento a Dios por el trabajo o este estudio bíblico sobre el trabajo en la Biblia.

Para orar:

Señor, mi Dios y Padre, te pido que me capacites para trabajar con diligencia y compromiso en todas las áreas de mi vida. 

No permitas que mi pereza me domine o que el diablo use eso para llevarme a la ruina, sino que yo esté atenta a tu Palabra. 

Perdóname, Dios, por todas las veces en las que me dejé vencer por la pereza y no planté semillas para la eternidad. 

Te lo suplico en el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...