Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

El mejor plan para tu vida


Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. -- Jeremías 29:11

¡Créelo! ¡Dios tiene el mejor plan para tu vida! Intentamos planear nuestra vida de la mejor forma posible, pero Dios es el único que puede hacer que nuestros planes triunfen. Y para que triunfen, Dios tiene que estar en esos planes.

Cuando planeamos nuestra vida profesional, financiera - y hasta nuestra vida amorosa - sin tener a Dios como el centro, tenemos la combinación perfecta para el fracaso. Solo Dios puede hacer que nuestros planes obtengan verdadero éxito.

Nuestro Dios es uno presente y quiere formar parte de nuestros planes. Por más difícil que sea una situación, puede llegar a un buen fin cuando la enfrentamos con Dios. Él puede hacer por nosotros hasta lo que parece imposible. En realidad, ya lo hizo al darnos la salvación. ¡Dios ya nos preparó un futuro victorioso! ¡Inclúyelo en tus planes!

Incluye a Dios en tus planes

Busca a Dios en oración. Ten intimidad con él, háblale de tus sueños y objetivos.

Lee la Biblia. Esta es la mejor forma de buscar la dirección de Dios.

No abandones tus planes cuando lleguen las dificultades. Llévalas delante de Dios y verás cómo, con su ayuda, logras resolver tus problemas.

Para orar:

Señor Jesús, tengo sueños, planes y quiero incluirte en cada uno de ellos. Ven y forma parte de mis planes. Que tú obres en todos y cada uno de ellos y que tu nombre sea engrandecido en mi vida. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...