Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Dios antes que todo


Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (Mateo 6:33)

En medio del ajetreo de la vida cotidiana, a menudo olvidamos lo que realmente importa. La vida nos empuja a buscar bienes materiales, éxito profesional y reconocimiento. Sin embargo, es importante recordar que, por encima de todo, Dios debe ser nuestra prioridad. Cuando ponemos al Señor en primer lugar, las otras cosas pasan a ocupar el lugar que les corresponde en nuestras vidas.

La fe en Dios nos trae esperanza y fuerza para enfrentar nuestros desafíos. A menudo nos enfrentamos a dificultades que parecen insuperables. Es en estos momentos que debemos recordar que no estamos solos. Dios está a nuestro lado y cuando confiamos en él, encontramos paz y serenidad.

Cuando buscamos a Dios, abrimos el corazón para la transformación. A medida que buscamos más de Dios, nos amoldamos y fortalecemos para enfrentar la adversidad. Él nos ofrece sabiduría y discernimiento, y nos ayuda a tomar decisiones alineadas con sus propósitos.

Independientemente de las luchas que enfrentes, recuerda siempre que Dios es más grande que cualquier desafío. Confía en él, busca su presencia y permite que su luz ilumine tu camino. Con fe y determinación podrás superar cualquier obstáculo.

Dios todavía tiene buenas cosas para ti

Recuerda que lo mejor de Dios está por venir, crea un corazón con buenas expectativas.

Prioriza momentos de tu día para fortalecer tu conexión con Dios, haz una oración diaria y pide su dirección.

Confía en Dios para que guíe tus decisiones y te dé sabiduría en situaciones desafiantes.

Para orar:

Querido Dios, te doy gracias por tu presencia constante en mi vida. Ayúdame a buscar tu reino por encima de todo, recordando que la verdadera paz viene de ti. Fortalece mi fe y llena mi corazón de esperanza. Que yo pueda ser un reflejo de tu amor para quienes me rodean y que mis acciones glorifiquen tu nombre. Guía mis pasos, Señor, e ilumina mi camino con tu luz. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...