Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

No hay otro evangelio


Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición! (Gálatas 1:9)

Siempre hay personas queriendo actualizar el mensaje de Jesús creando cosas nuevas. Esas personas piensan que son especiales y que pueden traer «renovación». El gran problema de eso es que, si el mensaje predicado no es consistente con el evangelio del Nuevo Testamento que los apóstoles predicaron, debe ser rechazado.

La Biblia es muy extensa y contiene mucha información, narraciones y mandamientos prácticos. Podríamos dedicar toda nuestra vida a estudiarla, y aun así, no seríamos capaces de cumplir o entender todo. ¡No seas presuntuoso! Conténtate con la Biblia tal como es y esfuérzate en conocerla mejor.

Pablo no condena solamente al que predica un evangelio falso, sino que también desaprueba a las iglesias de Galacia por creer ese mensaje falso. ¡Conoce bien tu fe y sé fiel a la Palabra de Dios!

Aprende y crece

Busca y estudia: ¿cuáles son las doctrinas más importantes para tu fe? Estúdialas.

Haz una lista de doctrinas y dudas bíblicas y aclara esas dudas según pasa el tiempo. Eso te ayudará a crecer.

Lee la carta a los Gálatas y permite que la Palabra te instruya más sobre el asunto.

Para orar:

Señor, mi Padre y mi Dios, te pido que me perdones si en algún momento he desviado mi fe creyendo en lo que no debería. Dame fuerzas y capacítame por el poder del Espíritu Santo para madurar en mi fe y crecer en el conocimiento de Jesucristo. Te pido que mi fe esté firme como una roca, firme en aquello que es correcto. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...