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Tránslate / Traducción

Dios enjugará toda lágrima


Oí una potente voz que provenía del trono y decía: ¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir. (Apocalipsis 21:3-4)

¡Es tan preciosa esta promesa hecha por nuestro amoroso Dios! El final definitivo de la muerte y de todas las consecuencias terribles del pecado nos debe llenar de esperanza, alivio y confianza en Jesús en los tiempos más difíciles.

El mensaje restaurador de nuestro Señor nos garantiza la comunión eterna con él en un tiempo nuevo sin sufrimiento.

Tú puedes soportar los dolores y las aflicciones de este mundo en el peregrinaje de tu vida aquí. Recuerda que Dios está contigo y él tiene preparado un cuadro más elevado en un tiempo lleno de cosas nuevas, de consuelo y paz. Ya no habrá más muerte, ni llanto, ni dolor, violencia, injusticia, ni tristezas...

¡Nunca más! El Señor estará contigo y te llenará de la verdadera felicidad. Entrega tu sufrimiento a Dios. Ora y derrama tus lágrimas, tu dolor y tu luto delante de Dios. Jesús carga contigo tu fardo pesado.

Cree por encima de las circunstancias. Cuando estamos tristes y afligidos es fácil hablar amargamente o perder la esperanza, pero confía en el Señor.


¡Él es siempre fiel!

Lee, memoriza y medita en la Palabra del Señor. Siempre es útil recurrir a las Escrituras, principalmente en los tiempos difíciles. Recuerda que la vida aquí en la tierra es pasajera. ¡Anhela el cielo! Desea más que las alegrías terrenales disfrutar de la alegría eterna.

Para orar:

Señor nuestro Dios, ¡ayúdanos! Tanto dolor, tantos sufrimientos, problemas, muertes, violencia y angustia por todos lados. Que todos los ojos se vuelvan a ti, pues solo tú tienes palabras de vida eterna, justicia real y el consuelo que necesitamos. Yo te entrego toda aflicción, todo desaliento y seguiré confiando en ti de todo corazón. Quédate con nosotros hoy y siempre, amén.

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