Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Él está contigo

Dios, en su infinita misericordia, no solo nos creó, sino que también se compromete a acompañarnos durante todo nuestro camino.

Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor. (Éxodo 33:14)

Dios promete estar siempre con nosotros, y eso nos hace sentir seguros y cómodos. 

Incluso cuando la vida está llena de incertidumbre, es reconfortante saber que Dios está a nuestro lado, no solo mirándonos desde lejos, sino participando estrechamente en cada aspecto de nuestras vidas.

Además, Dios muestra que se preocupa profundamente por las personas cuando promete darles descanso. 

En un mundo lleno de prisas y preocupaciones, el Señor nos ofrece un descanso que no es solo para el cuerpo, sino también para el alma. 

Podemos encontrar tranquilidad deteniéndonos por un momento, teniendo la seguridad de que podemos descansar bajo el cuidado de Dios y confiando en que él está a cargo.

Por eso, al pensar en lo que está escrito en Éxodo 33:14, debemos recordar que no estamos solos. 

Dios nos invita a confiar en que él está siempre con nosotros y a descansar sabiendo que él nos ama por siempre. 

Sigamos con fe, sabiendo que el Señor es nuestro amigo fiel, dándonos descanso aun cuando la vida se complica.

Dios está contigo
Confía en Dios. 

Es un compañero fiel en todas las situaciones.

Aparta momentos para descansar no solo físicamente, sino emocionalmente, confiando en que el amor eterno de Dios ofrece paz y tranquilidad.

Enfrenta los desafíos diarios con fe, sabiendo que Dios tiene el control.

Para orar:
Señor, confío en tu presencia constante en mi vida. 

Ayúdame a tomar momentos para descansar, buscando la paz en tu amor eterno. 

Que con fe afronte los desafíos diarios, encontrando fortaleza y descanso en ti. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...