Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¡Sí, Dios es fiel!

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.  -- Hebreos 10:23

La Palabra de Dios es la única palabra a la que nos podemos aferrar con total seguridad.  Dios no es hombre para mentir, ni hace promesas vanas. Cuando Dios promete algo, puedes tener la certeza de que cumplirá. 

Por eso, cuando depositamos nuestra esperanza en Dios colocamos el fundamento de nuestra fe sobre la roca. Abriendo la Biblia podemos constatar cuántas promesas Dios hizo y cumplió. 

El cumplimiento de muchas de ellas hasta superó las expectativas. 

¡Dios siempre hace más! 

Así sucedió con Abraham y con José, entre otros hombres de Dios. Tenemos que entender que el tiempo de Dios no es el nuestro.  Es todo un ejercicio de fe esperar y permanecer firmes, confiando en lo que Dios prometió.

Así, cada vez que una promesa se cumple, nuestra fe se fortalece confiada de que la bendición se recibe en el momento correcto.  Nuestro aprendizaje y nuestra madurez espiritual contribuyen a que alcancemos sus promesas.  Por eso debemos alimentarnos con la Palabra de Dios y estimularnos unos a otros en amor para que permanezcamos firmes y con esperanza, ya que lo mejor está por venir. ¡Se cumplirá!

Lee la Palabra de Dios. 

Fortalece tu fe y deposita tu confianza en el Señor. Habla con Dios sobre tus expectativas, entrega tus preocupaciones a él y confía en lo que es capaz de hacer. 

La confianza se construye por medio de la relación. ¡Habla más con Dios! Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías 41:1

Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. 1 Pedro 5:10

Para orar:

Señor Dios, ¡tú eres fiel!  Así como lo hicieron los héroes de la fe, yo quiero depositar mi fe en ti.  Que se haga tu voluntad en mi vida.  Mi esperanza está puesta en ti.  En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...