Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Crece en la gracia y en el conocimiento

Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.(2 Pedro 3:18)

El crecimiento espiritual es un paso importante para aquellos que ya conocen a Cristo y lo han aceptado por medio de la fe. Pero debemos nacer espiritualmente antes de crecer... Solamente cuando somos hijos de Dios, con el Espíritu Santo habitando en nosotros, tenemos la posibilidad de crecer a la semejanza de Jesús. Hay muchos que se esfuerzan en desarrollar la vida cristiana, pero si todavía no han nacido de nuevo, se frustran al no lograr alcanzar un crecimiento genuino en la fe.

No se trata de un proceso automático en la vida del cristiano: crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo solo será posible a través de la obra del Espíritu de Dios.

No lo conseguiremos por nuestros propios esfuerzos sino por la gracia y obra del Señor. Nosotros solo colaboramos con la obra del Padre en nuestros corazones. Por lo tanto, para crecer espiritualmente necesitamos tener las mismas actitudes que tuvo Jesús, manteniendo una relación sincera y creciente con Dios.

Busca crecer espiritualmente: Si todavía no crees en el Señor Jesús de todo corazón, ¡ese es el primer paso! Arrepiéntete de tus pecados y entrega todo tu ser a Dios. El crecimiento es obra del Espíritu Santo.  Dale lugar a él en tu vida y desarrolla los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23).

Sé imitador de Jesús. Llega a conocerle mejor a través de una amistad sincera y verdadera. Lee la Biblia y aprende más sobre quién es Dios, cuál es su voluntad y propósito. Escucha su Palabra, léela, estúdiala con dedicación y empeño. Vive la vida cristiana con la conciencia de que el Espíritu de Cristo está contigo durante todo el día. Escucha a Dios, habla con él, busca su orientación, pídele perdón.

 Para orar:

Amado Señor, te entrego mi vida en este día para que trabajes en mí haciéndome más semejante a Cristo. Ayúdame a crecer y a apreciar nuestra amistad manteniendo comunión constante y la adoración a ti. Ayúdame también a comprender con más claridad tus caminos según leo tu Palabra. Dame gracia y poder para seguir las enseñanzas de Cristo hoy y siempre.
En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...