Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Entrega tus preocupaciones al Señor


Echa sobre Jehová tu carga y él te sostendrá; no dejará para siempre caído al justo. (Salmo 55:22)

Este salmo nos recuerda que Dios nos escucha y también actúa a nuestro favor. A menudo llevamos cargas que parecen insoportables, nos preocupamos por problemas que están fuera de nuestro control y el miedo a lo desconocido nos paraliza. Pero Dios nos invita a entregarle todas estas preocupaciones.

Entregar tus preocupaciones al Señor no significa ignorar los desafíos de la vida, sino confiar plenamente en que él tiene el control.

Cuando dejamos nuestras ansiedades en las manos de Dios, reconocemos que él es capaz de cuidar de nosotros perfectamente, mejor de lo que nosotros podríamos hacer. Él promete sostenernos y sujetarnos firmemente, sin permitir que tropecemos ni seamos derrotados por el peso de la adversidad.

Dios ve justicia en nuestros corazones, y es esta justicia la que él preserva. Él nos sustenta a través de las tormentas y nos da fuerza para seguir adelante. No estamos solos: el Señor es nuestro apoyo constante, nuestro refugio en tiempos de tribulación.

Confía en Dios, entrégale todas tus ansiedades y cree que él no permitirá que caigas. Él es fiel y está siempre a tu lado, guiándote en cada paso.

¡Esforzaos y cobrad ánimo! No temáis ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová, tu Dios, es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

(Deuteronomio 31:6)

3 pasos prácticos para entregar tus preocupaciones a Dios

Ora diariamente para entregar tus ansiedades y temores al cuidado del Señor.

Confía en las promesas de Dios, recordando que él te sostiene en cada situación.

Practica la gratitud, reconociendo la presencia de Dios en cada aspecto de tu vida.

Para orar:

Señor, te entrego mis preocupaciones y confío en tu cuidado. Sosténme con tu fuerza y guía mis pasos con sabiduría. Ayúdame a vivir con fe, sin miedo, creyendo que tú nunca me abandonas. Ayúdame a sentir tu paz y presencia constante en cada momento de mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...