Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Todo lo que tengo y todo lo que soy es para tu alabanza

 

Así que, si ustedes comen o beben, o hacen alguna otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31)

Todo lo que tenemos y todo lo que somos viene de Dios. La vida, los talentos, los recursos e incluso las oportunidades que se nos presentan son dones del Padre. Por ello, la mejor respuesta que podemos dar es vivir para su alabanza.

A menudo nos preguntamos: “¿Mi vida verdaderamente glorifica a Dios?” La respuesta no está solo en las grandes acciones, sino también en los detalles de la vida cotidiana. Cuando amamos a los demás, perdonamos, trabajamos con integridad, ayudamos a los necesitados y permanecemos fieles, pues estamos adorando a Dios con nuestras vidas.

En tiempos difíciles, puede ser un desafío ver el propósito, pero recuerda: incluso en tus pruebas, Dios te está moldeando para algo más grande. Tu testimonio, perseverancia y fe pueden inspirar a otros a acercarse a él.

Hoy, decide entregar todo lo que tienes y todo lo que eres para la alabanza del Señor. Vive con gratitud, ama intensamente y confía en que Dios está guiando cada uno de tus pasos.

¡Que nuestra vida sea un reflejo de la gloria de Dios, porque nada es nuestro, todo viene de él y es para él! Viviendo para glorificar a Dios

Adora a Dios con tus acciones: sé honesto en tu trabajo, trata a los demás con amor y perdona siempre. Las pequeñas acciones realizadas con el corazón correcto reflejan la gloria de Dios en la vida cotidiana.

Confía en Dios en los desafíos: incluso en las dificultades, cree que Dios tiene el control. Tu perseverancia y fe pueden ser un testimonio para los demás y un medio por el cual Dios realice grandes obras en tu vida.

Usa tus dones para servir: tus talentos no son para tu propio beneficio, sino para edificar a otros. Usa tus habilidades para ayudar, animar y compartir el mensaje de Dios con quienes te rodean.

Para orar:

Querido Señor, te doy todo lo que soy y todo lo que tengo. Que mi vida sea un reflejo de tu gloria. Enséñame a amarte, servirte y confiar en ti en todo momento. Úsame para ser luz en este mundo y dar testimonio de tu amor. Que cada uno de mis pasos sea guiado por tu Espíritu. ¡En el nombre de Jesús, amén!

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...