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Guardé tu Palabra en mi corazón


En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. (Salmo 119:11)

Desde que nacemos tenemos cierta inclinación a cometer errores. Nadie enseña un niño a chantajear, a ser terco, a desobedecer o a ser egoísta con sus juguetes. Pero de todas formas se comporta así desde sus primeros años de vida. El pecado es ese mal invisible adherido a nuestros genes que nos lleva a pecar, aun cuando no queramos.

Cuando Jesús entró en la historia de nuestras vidas, él nos salvó de la terrible maldición del pecado. Éramos esclavos de un señor sin piedad que nos condicionaba a pensar, sentir y actuar movidos por la codicia y la maldad. Sin embargo, por medio de Jesucristo - la Palabra hecha carne (Juan 1:14) - nosotros podemos guardar en nuestro corazón la verdad que liberta para no pecar contra Dios.

Guarda la Palabra y ponla en práctica

Guardar la Palabra en el corazón presupone estar en contacto constante con ella. Léela, estúdiala, esfuérzate en conocer y amar la Biblia de verdad.

Para guardar las enseñanzas de las Escrituras puedes memorizar, grabar o estudiar versículos e historias bíblicas.

Puedes preparar un póster con por lo menos 1 versículo por semana. Al finalizar el año verás cuánto has interiorizado de la Palabra.

Canta la Palabra. Escucha y aprende canciones que hablen el mensaje bíblico.

Escucha predicaciones de la Palabra, vuelve a leer y a meditar sobre lo que aprendiste.

Para orar:

Señor, muchas gracias por tu Palabra que me enseña, me purifica y me liberta de todo pecado. Ayúdame a poner en práctica todo lo que he aprendido para no entristecerte haciendo lo que te desagrada. Enséñame a ser más parecido a tu Hijo Jesucristo en el amor y en mis actitudes. Que yo esté dispuesto a amar, a leer, a estudiar y a practicar tu Palabra todos los días de mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

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Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

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