Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Los pensamientos de Dios

 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. (Jeremías 29:11-12)

¿Quién no ha sentido curiosidad por conocer los pensamientos de otra persona? A veces deducimos lo que piensan los demás mucho antes de hablar sobre un asunto, lo cual no está nada bien. Tenemos esa actitud curiosa y precipitada no solo en nuestra relación con los demás, sino también con Dios. Llegamos a conclusiones anticipadas sobre lo que Dios piensa o sobre lo que debería hacer en una situación determinada.

Pero si nos equivocamos al especular sobre la mente de las personas, ¿cuánto más fallaremos si lo hacemos con Dios?

Los pensamientos de Dios son innumerables, son mucho mayores de lo que puedes imaginar. Él conoce el fin desde el comienzo y sabe lo que es mejor para ti. En estos versículos vemos que el Señor tiene pensamientos buenos respecto a nosotros: él nos quiere dar paz, esperanza y un futuro junto a él. ¡Piensa en eso!

Pensando los pensamientos de Dios

¿Cuál es la diferencia entre tus propios pensamientos y los de Dios? Lee Isaías 55:8.

Ora, agradece y entiende que lo que Dios piensa sobre ti siempre será mejor de lo que imaginas.

No juzgues a nadie de forma arbitraria. Lo que parece ser, puede que no sea la verdad...

Conversa e intenta entender la situación antes de juzgar a la otra persona.

¡Cambia tu manera de pensar! Lee: Lucas 5:22, Romanos 12:2, Colosenses 3:2 y Filipenses 4:8.

Libera tu corazón y tu mente para comprender la grandeza de los pensamientos de Dios a través de la Biblia y de la comunión con él.

Para orar:

Señor Dios, te agradezco porque tus pensamientos son mayores, mejores y más puros que los míos. Perdóname cuando juzgo a las personas y hasta a ti sin razón. Purifica mi mente y mi corazón. Ayúdame a comprender que tú sabes todas las cosas y sabes lo que es mejor para mí. Enséñame a amar más, a juzgar menos y a tener la mente renovada por tu Espíritu Santo. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...