«Cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha» ( Mt 6, 2-3 ) Etimológica-mente, la limosna designa un sentimiento de compasión y las ganas que nos llevan a aliviar a todo el que tiene una pena. Desde la parábola del buen samaritano, un discípulo de Cristo no puede pasar indiferente al lado de un hombre que sufre. Sobre la limosna lee: Mateo 6:1-4 El valor de nuestras acciones reside en la intención que nos mueve a obrar. Es notable que Jesús tilde de hipócritas a ese grupo de gente religiosa que realiza obras buenas para ser vistas por los hombres. Podríamos calificar de hipócritas a aquellos que desempeñan un papel y llevan una doble vida. Dicho: «...Cuanto menos tengamos obligación de dar algo a alguien, más desinteresado será nuestro afecto. Nuestro deseo para el que amamos es que sea nuestro igual. » El Evangelio extendió la exigencia de la limosna hasta querer y hacer a a los demás el bien que deseamos para nosotros mismos. Dicho: «Quien distribuye
On Line... Proclamar, enseñar, evangelizar, discipular, ganar y capacitar. Sin almas ganadas, no hay nadie para enseñar.