Leer: Lucas 10:38-42 Aportacion de: Ben Ayala Mientras miraba una exhibición de fuegos artificiales durante una celebración en la ciudad capital, me distraje. Hacia ambos lados del evento principal, se veían ocasionalmente destellos de fuegos más pequeños. Eran bonitos, pero hicieron que me perdiera de disfrutar la exhibición más espectacular que estaba justo arriba de mi cabeza. ***** *** * A veces, las cosas buenas nos privan de algo mejor. A Marta, cuya historia se registra en Lucas 10:38-42 , le sucedió lo mismo. Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a la aldea de Betania, ella los recibió en su casa. Ser una buena anfitriona implicaba que alguien preparara la comida para los huéspedes; por eso, no debemos ser demasiado duros con ella. Cuando Marta se quejó de que su hermana María no la ayudaba, Jesús defendió la elección de esta de sentarse a sus pies. Sin embargo, el Señor no estaba diciendo que María era más espiritual.
On Line... Proclamar, enseñar, evangelizar, discipular, ganar y capacitar. Sin almas ganadas, no hay nadie para enseñar.