Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

CADA PERSONA TIENE SU LUGAR AL SERVICIO DE DIOS, Y SOLAMENTE DIOS MERECE LA GLORIA.

Introducción: Las Súper-estrellas abundan en todo el mundo, en nuestra cultura presente, y en diferentes lugares. En nuestras congregaciones hay dos tipos de hombre;

Grandes y pequeños, y estos hombre y mujeres, pueden generar un exaltamiento en las multitudes. Pablo y Apolos fueron vistos como celebridades por los creyentes de la iglesia de Dios en aquellos, tiempos. 

1 Corintios 3:1-15. Colaboradores de Dios

3  De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.

2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?

5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.

6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 
13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.

14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Hablemos de los creyentes de la iglesia de Dios, ellos tienen celebridades las cuales se mantienen de pie, sirven a Dios en diferentes ministerios, por ejemplo; Salmistas, predicadores, pastores, maestros, ministros, que glorifican, alaban, y adoran a Dios, durante un servicio, toda su vida.

Los creyentes, de la iglesia de Dios en Corinto, allá en el primer siglo, se dividieron por sus propias “Súper-estrellas espirituales”, Pablo y Apolos.

Pablo miro tal favoritismo como un reflejo de la pecaminosa naturaleza del corazón inflexible de esos creyentes. “Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois simplemente hombres?, Pablo pregunto (1 Corintios 3:4)

Las enseñanzas del apóstol Pablo sobre como vemos nosotros a los líderes Cristianos sitúa el tema en una perspectiva bíblica que provee apreciación mutua para aquellos que pastorean.

“Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.” Dijo Pablo (v.6). Cada persona hizo su parte: Pablo planto la semilla espiritual a través de su evangelización, y Apolos irrigo esa semilla con sus elocuentes enseñanzas bíblicas. Pero únicamente fue Dios quien hizo crecer la semilla de la vida espiritual.

Dios es, únicamente, la “Súper-estrella”. Nosotros debemos de ser cautelosos de NO poner a ningún líder Cristiano en un pedestal. En lugar de eso, apreciemos como Dios está usando esa gran variedad de líderes para Su honor y Su Gloria.

Oremos así:

“Señor, otórganos sabiduría. Sabemos que es bueno seguir el ejemplo de nuestros devotos líderes, pero ayúdanos a no pensar muy en alto de ellos y a evitar que los veneremos en lugar de a Ti.”

Amen.

_______________________________________________________
Follow on Facebook TBM-Missions: https://www.facebook.com/roberto.bonillacea
Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV

Comentarios

NOVEDADES

"¿Debe o no, una iglesia dar el diez por ciento de las ofrendas que recibe?"

"¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo?" Diezmar / ofrendar debe ser un gozo, una bendición.  Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy. Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan dia a dia. En muchas iglesias locales ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica tocante a ofrendar al Señor. Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo / templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer ( Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2 Crónicas 31:5 ).  El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar.  Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia ( 1 Corintios 16:1-2 ). El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un cierto porcent...

El Señor nos oye en el día de angustia

Que el Señor te oiga en momentos de angustia; que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob. (Salmo 20:1) Cuando todo parece desmoronarse y nuestras almas están abatidas, hay una promesa que brilla como la luz en la oscuridad: el Señor nos escucha en el día de la angustia. Este breve, pero profundo versículo, revela el corazón de un Dios que no es indiferente a nuestro sufrimiento. Él no se limita a observar desde lejos, sino que inclina sus oídos al clamor sincero de quienes lo buscan. El salmista habla con certeza: «Que el Señor te oiga…». Nos reconforta saber que no estamos solos cuando el miedo llama a la puerta, cuando los planes fallan o cuando se nos acaban las fuerzas. La oración, en este contexto, no es un acto religioso vacío, sino un encuentro con el Dios vivo, que nos ayuda, nos protege y nos fortalece. Y todavía hay más: «que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob». El nombre de Dios no es solo un título. Es una expresión de su carácter, su fidelidad, su pacto. El ...

Eres un canal de bendición para tu prójimo

Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16) ¿Alguna vez te has parado a pensar en el impacto que tu vida tiene en las personas que te rodean? A menudo creemos que para marcar la diferencia necesitamos hacer grandes cosas, pero la verdad es que cada acto de amor y generosidad cuenta. Una sonrisa, una palabra de aliento o un simple gesto de ayuda pueden transformar el día de alguien. Dios nos ha llamado a ser canales de bendiciones. Él nos da talentos, recursos y oportunidades para compartir con los demás. Cuando tendemos la mano a los necesitados, reflejamos el amor de Cristo y difundimos esperanza. Nuestra vida adquiere un propósito mayor cuando dejamos de mirar solo nuestras propias necesidades y empezamos a ver a los demás con compasión. Incluso en tiempos difíciles, puedes ser un instrumento de Dios. Tal vez una palabra reconfortante tuya sea justo lo que alguien necesita escuchar. Ayudar no es solo dar algo material...