Ha sido el tema central de cátedras, sermones, discursos, comentarios, investigaciones, estudios que todos los demás libros escritos.
A través de los siglos éste ha sido el libro sometido al más meticuloso escrutinio, al más severo estudio y a la más despiadada crítica, sin embargo ha logrado permanecer intacto a través de todo, o sea, perfecto sin error,
La Biblia es el libro más antiguo, pero a la vez el más vigente, el más profundo, pero a la vez el más sencillo, el más general en su aplicación, pero el más personal, el más increíble, pero el más lógico, el más divino, pero el más humano, el más completo, pero el más claro.
Su contenido es el más pesimista, pero a la vez el más optimista, sus acusaciones son las más severas, pero sus ofertas las más amables, sus descripciones son las más rigurosas, pero sus palabras las más tiernas, sus juicios los más espantosos, pero sus promesas las más inspiradoras.
El objetivo de este libro es simple, pero necesario: consiste en dirigir la atención de nuevo al valor e importancia del estudio de la Biblia en sí, a diferencia del estudio de libros sobre la Biblia y con todo, conocer muy poco el contenido de la Biblia. Estos capítulos han sido planeados para sugerir métodos con qué dominar la materia de la Palabra de Dios, sus hechos y doctrinas.
Se podrían sugerir muchos libros que hablan de la Biblia, libros de gran valor, pero esto sólo serviría para distraer la atención del simple objetivo de este libro, que es el estudio de primera mano de la Escritura.
Se espera que los obreros cristianos de nuestras iglesias puedan hallar en él sugerencias para un conocimiento más pleno de su manual de servicio, y para un uso más eficiente de su arma de combate simplemente, la Biblia,
Y si hay algo que pueda ayudar a los que han empezado recién su ministerio y estudiantes de teología, el propósito de escribir este extracto habrá dado su fruto.
No puede haber duda que el ministerio más poderoso y fructífero siempre será el del mismo que, como Dios, es "poderoso en las Escrituras".
No hay el intento de dar un plan completo de los libros de la Biblia. Existen otros métodos de estudio bíblico además de los mencionados aquí, y aun estos pueden ser desarrollados en direcciones adicionales.
A través de los siglos éste ha sido el libro sometido al más meticuloso escrutinio, al más severo estudio y a la más despiadada crítica, sin embargo ha logrado permanecer intacto a través de todo, o sea, perfecto sin error,
La Biblia es el libro más antiguo, pero a la vez el más vigente, el más profundo, pero a la vez el más sencillo, el más general en su aplicación, pero el más personal, el más increíble, pero el más lógico, el más divino, pero el más humano, el más completo, pero el más claro.
Su contenido es el más pesimista, pero a la vez el más optimista, sus acusaciones son las más severas, pero sus ofertas las más amables, sus descripciones son las más rigurosas, pero sus palabras las más tiernas, sus juicios los más espantosos, pero sus promesas las más inspiradoras.
El objetivo de este libro es simple, pero necesario: consiste en dirigir la atención de nuevo al valor e importancia del estudio de la Biblia en sí, a diferencia del estudio de libros sobre la Biblia y con todo, conocer muy poco el contenido de la Biblia. Estos capítulos han sido planeados para sugerir métodos con qué dominar la materia de la Palabra de Dios, sus hechos y doctrinas.
Se podrían sugerir muchos libros que hablan de la Biblia, libros de gran valor, pero esto sólo serviría para distraer la atención del simple objetivo de este libro, que es el estudio de primera mano de la Escritura.
Se espera que los obreros cristianos de nuestras iglesias puedan hallar en él sugerencias para un conocimiento más pleno de su manual de servicio, y para un uso más eficiente de su arma de combate simplemente, la Biblia,
Y si hay algo que pueda ayudar a los que han empezado recién su ministerio y estudiantes de teología, el propósito de escribir este extracto habrá dado su fruto.
No puede haber duda que el ministerio más poderoso y fructífero siempre será el del mismo que, como Dios, es "poderoso en las Escrituras".
No hay el intento de dar un plan completo de los libros de la Biblia. Existen otros métodos de estudio bíblico además de los mencionados aquí, y aun estos pueden ser desarrollados en direcciones adicionales.
Todo lo que se espera es que sean hallados valiosos como fuente de sugerencias, que sean un incentivo para estudio posterior.
Estas y muchas son las razones por las cuales debemos estudiar la Biblia.
¿POR QUE ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS?
PORQUE NOS REVELA LA VOLUNTAD DE DIOS.
La Biblia es digna de nuestro aprendizaje y reflexión, debido a que ha probado ser la mejor guía del hombre para discernir la voluntad de Dios para su vida.
La Biblia contiene un extraordinario mensaje directo y claro de parte de Dios para cada individuo.
Es una guía insuperable en relación con el futuro. Es posible discernir la voluntad de Dios para nuestro presente, si estudiamos detenidamente sus planes futuros, los actos de Dios en la Historia no son Desordenados o irregulares, siguen el patrón especifico de un plan trazado de antemano el cual se va cumpliendo al pie de la letra con el paso de los siglos.
Las normas de las Escrituras sobre el futuro son claras, y a la luz de ellas, el cristiano puede y debe discernir la voluntad de Dios para su vida hoy. Pero el beneficio de las Escrituras sería limitada en verdad, si estas hablaran solamente sobre el pasado y el futuro, sus enseñanzas y mensajes poseen un extraordinario valor también para el día de hoy.
En 2 Timoteo 3:16-17 nos dice. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
POR QUE CONTIENE EL PLAN DE SALVACIÓN.
No existe enseñanza de mayor valor de afecto, ni podemos dedicarnos a una meditación de mayor urgencia y necesidad, que la reflexión sobre la salvación de nuestra alma.
Pablo recordó a Timoteo, que las Sagradas Escrituras, te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Guía al ser humano a la salvación de su alma proveyendo un plan claro, sencillo y comprensible a través del cual pueda ser salvo.
La comprensión del plan Divino de salvación, tal y como lo encontramos en la Biblia, es también de suprema importancia considerando lamentable desorientación que existe en relación con este importante asunto. Cada individuo parece poseer una propia teoría sobre la salvación.
Cristo tuvo que luchar en contra de este mismo problema ya que los religiosos de su tiempo torcían el significado de las Escrituras. A ellos Cristo desafío diciendo: Juan 5:39.
Así, la Biblia es el único libro que exige imprescindiblemente un conocimiento personal de su autor, Cristo Jesús antes que rinda los tesoros de su contenido y los misterios encerrados en sus páginas. La forma de establecer esa relación personal y directa con Cristo es lo que se ha llamado el plan de salvación y consiste en los siguientes pasos.
REGLAS GENERALES PARA ESTUDIO DE LA BIBLIA
El estudio de las Escrituras no es un proyecto sencillo, exige la observación de reglas re-definidas que lo faciliten a la vez organizar su avance paulatino.
Estudiar las Escrituras significa, pues, observar ciertas reglas indispensables que vayan facilitando la adquisición de conocimientos. El no hacerlo resultará inevitablemente en confusión y fracaso final.
A continuación el bosquejo de las reglas generales para el estudio de la Biblia.
ENTENDER EL PROPÓSITO.
Su propósito predominante es presentar el camino de redención a través de Jesucristo, el Hijo de Dios. El es el tema central de las Escrituras. Sobre él gira y de él depende el plan que Dios diseño para la humanidad.
DETERMINAR EL PROPÓSITO DEL APRENDIZAJE.
Algunas personas pretenden estudiar la Biblia abriendo sus páginas al azar, otras leen porciones salteadas y aún otros más buscan versículos sobre algún tema que les interesa y los interpretan fuera de su contexto. Cualquiera de estas prácticas, no solo es incorrecta e indebida, sino perjudicial.
Nadie debe emprender el estudio de las Escrituras sin antes haber establecido la meta que persigue, esta puede ser el obtener alguna información como los cristianos en Berea, quienes de acuerdo con Hechos 17:11, escudriñaban las Escrituras todos los días, con el fin de verificar el mensaje de Pablo y si las habían predicado, o quizás sea adquirir ayuda en contra de las tentaciones, el salmista declara que guardaba la Palabra de Dios en su Corazón, para no pecar contra él. Salmo 119:11, también puede estudiar la Biblia en busca de orientación Salmo 119:105.
En una palabra, antes de lanzarnos al aprendizaje de las Escrituras es necesario establecer la meta que perseguimos, pues de eso dependerá el método que se emplee para su estudio.
CONOCER EL CONTENIDO DEL LIBRO.
Es estratégico que antes de adentrarnos en los detalles de sus mensajes, conozcamos primero la Biblia por lo que toca a su estructura interna, y las formas literarias de su contenido.
Por ejemplo, será de gran utilidad percatarnos desde un principio, que los 66 libros de que está compuesta la Biblia, se encuentran divididos en dos grandes secciones, llamadas el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, el primero de éstos comprende a su vez cuatro grandes secciones. El Pentateuco, los libros históricos, los poéticos y los proféticos, mientras que en el Nuevo Testamento, comprende cinco secciones tituladas: Los evangelios, el libro de los hechos de los apóstoles, las epístolas Paulinas, epístolas generales y Apocalipsis.
La estructura interna de los libros de la Biblia, se parece en parte a la de cualquier otro libro, en el sentido de que el texto se halla formado por capítulos divididos estos, en párrafos, los cuales están divididos en versículos, y éstos a su vez contienen oraciones, frases y finalmente palabras, por lo que toca a la forma literaria de su contenido, cada libro posee un estilo propio.
Algunos sirven la forma poética (Salmos, Cantares), otros presentan el mensaje de Dios bajo la forma de discursos (los Profetas), encontramos fascinantes narraciones, (Los Evangelios) interesantes cartas personales. (Filemón y Tito), extensas misivas a grupos cristianos (Las Epístolas Generales), tratados doctrinales (Romanos), documentos históricos (Samuel, Reyes, etc.), y hasta un extraordinario drama (Job) estas y más razones hacen que tengamos un previo estudio de la Biblia en cuanto su contenido.
POSTURA EN EL ESTUDIO
DETERMINACIÓN.
El que comience el estudio como un simple pasatiempo, no tendrá ni la mitad de posibilidades de triunfar en la vida tanto como aquel que lo inicia bajo un sentido de profunda necesidad. El convencimiento interior de nuestra urgente necesidad personal, indiscutiblemente producirá una férrea determinación de leer y estudiar las Sagradas Escrituras, a cualquier costo.
De poco sirve alentar un entusiasmo pasajero, si ante la más pequeña de las dificultades flaqueamos y claudicamos en nuestro propósito inicial.
REVERENCIA.
El que a él le haya placido comunicarnos la verdad de su ser, y la grandeza de sus planes, por medio de la página impresa, nos debe llenar de un sentimiento de gratitud y reverencia, además su título radica el contenido "Esta es la Santa Biblia" y lo que es Santo debe manejarse con temor y temblor.
No sólo es la Biblia digna de nuestra reverencia, por lo que ella es en sí, y por el autor de sus palabras, sino también por el maestro que nos ha sido dado para enseñárnosla: El Espíritu Santo.
APEGO
Algunos profesan amar la Biblia, pero en la realidad lo que andan son los libros que hablan sobre ella. El estudiar la Biblia únicamente con el fin de criticarla, bajo un sentido de mera obligación o por simple curiosidad, no producirá ningún provecho.
Amor por la Biblia, significa que late en nosotros la vida eterna y sentir la necesidad imperiosa de alimentar nuestra alma a través de la Palabra de Dios que nutre y fortalece.
Amar la Biblia quiere decir mucho más que simplemente llevarla bajo el brazo a la iglesia, o tenerla en un lugar prominente en el estudio en el hogar tener la actitud que tenía Job 12 ó David: Salmo 19:10 ó Como el Profeta Jeremías 15:16.
DILIGENCIA.
En el caso del estudio bíblico, la palabra celo es pues sinónimo de diligencia, ya que nadie podrá estudiar, la Biblia sino se aplica a esa tarea con diligencia y sentido de responsabilidad.
RECEPTIVIDAD.
Esto significa poseer un corazón abierto y respetuoso a lo que es el Espíritu Santo, quiera enseñarnos por medio de la Palabra de Dios, con frecuencia Cristo acostumbraba a decir a sus discípulos y a las multitudes "El que tiene oído para oír, oiga”, Mateo 11:15, con esto el Señor acentuaba lo importante que es no sólo oír, sino recibir, o en caso del estudio bíblico, no solo leer, sino captar y retener.
PREDISPOSICIÓN.
Esta es una actitud que con frecuencia se pasa por alto, pero que cultivándola puede rendirnos grandes ganancias, ¿quién no ha sentido al leer el primer libro de Crónicas, estar perdiendo el tiempo con sus listas de interminables genealogías?, ¿quién no se ha cansado de leer así mismo, las tediosas instrucciones del libro de Levítico sobre la construcción del tabernáculo?, hasta nos preguntamos por qué Dios habrá incluido información tan aparentemente inútil, sin embargo el que lee con perspicacia, descubrirá que escondidos entre la descripción del mobiliario del tabernáculo, los sacrificios, las vestimentas de los sacerdotes, los muebles, etc., se encuentran varios tipos de Cristo y que también dentro de las cansadas genealogías, se pueden encontrar interesantes datos que pueden servir como base para estudios posteriores.
Ejemplo: No se menciona el aguijón que le fue dado a Pablo en 2 Corintios 12:7, a la luz de Gálatas 4:15; 6:11, Pudiera haber sido tal vez alguna enfermedad de los ojos.
SOMETIMIENTO.
A la Biblia se le puede estudiar de 2 maneras.
1.- Como una fuente de información religiosa y;
2.- Como un manual Divino.
Que exige una inmediata y sincera respuesta de nuestra parte para modelar la vida. Algunos leen mucho la Biblia creyendo estudiarla pero poco beneficio obtienen de su lectura, porque rehúsan obedecer sus instrucciones y por lo tanto solo se engañan así mismos.
FIRMEZA / PERSISTENCIA.
Esta actitud es decididamente un elemento muy estratégico en el estudio bíblico, virtud con la cual debemos revestirnos desde el inicio de nuestra empresa. Perseverancia es que aquel que seriamente ambicione llegar a conocer las Escrituras, tendrá que hacer acopio de un ejemplar tesón a través de los meses y a unos años, para algún día llegar al dominio completo de su contenido.
Estas y muchas son las razones por las cuales debemos estudiar la Biblia.
¿POR QUE ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS?
PORQUE NOS REVELA LA VOLUNTAD DE DIOS.
La Biblia es digna de nuestro aprendizaje y reflexión, debido a que ha probado ser la mejor guía del hombre para discernir la voluntad de Dios para su vida.
La Biblia contiene un extraordinario mensaje directo y claro de parte de Dios para cada individuo.
Es una guía insuperable en relación con el futuro. Es posible discernir la voluntad de Dios para nuestro presente, si estudiamos detenidamente sus planes futuros, los actos de Dios en la Historia no son Desordenados o irregulares, siguen el patrón especifico de un plan trazado de antemano el cual se va cumpliendo al pie de la letra con el paso de los siglos.
Las normas de las Escrituras sobre el futuro son claras, y a la luz de ellas, el cristiano puede y debe discernir la voluntad de Dios para su vida hoy. Pero el beneficio de las Escrituras sería limitada en verdad, si estas hablaran solamente sobre el pasado y el futuro, sus enseñanzas y mensajes poseen un extraordinario valor también para el día de hoy.
En 2 Timoteo 3:16-17 nos dice. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
POR QUE CONTIENE EL PLAN DE SALVACIÓN.
No existe enseñanza de mayor valor de afecto, ni podemos dedicarnos a una meditación de mayor urgencia y necesidad, que la reflexión sobre la salvación de nuestra alma.
Pablo recordó a Timoteo, que las Sagradas Escrituras, te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Guía al ser humano a la salvación de su alma proveyendo un plan claro, sencillo y comprensible a través del cual pueda ser salvo.
La comprensión del plan Divino de salvación, tal y como lo encontramos en la Biblia, es también de suprema importancia considerando lamentable desorientación que existe en relación con este importante asunto. Cada individuo parece poseer una propia teoría sobre la salvación.
Cristo tuvo que luchar en contra de este mismo problema ya que los religiosos de su tiempo torcían el significado de las Escrituras. A ellos Cristo desafío diciendo: Juan 5:39.
Así, la Biblia es el único libro que exige imprescindiblemente un conocimiento personal de su autor, Cristo Jesús antes que rinda los tesoros de su contenido y los misterios encerrados en sus páginas. La forma de establecer esa relación personal y directa con Cristo es lo que se ha llamado el plan de salvación y consiste en los siguientes pasos.
REGLAS GENERALES PARA ESTUDIO DE LA BIBLIA
El estudio de las Escrituras no es un proyecto sencillo, exige la observación de reglas re-definidas que lo faciliten a la vez organizar su avance paulatino.
Estudiar las Escrituras significa, pues, observar ciertas reglas indispensables que vayan facilitando la adquisición de conocimientos. El no hacerlo resultará inevitablemente en confusión y fracaso final.
A continuación el bosquejo de las reglas generales para el estudio de la Biblia.
ENTENDER EL PROPÓSITO.
Su propósito predominante es presentar el camino de redención a través de Jesucristo, el Hijo de Dios. El es el tema central de las Escrituras. Sobre él gira y de él depende el plan que Dios diseño para la humanidad.
DETERMINAR EL PROPÓSITO DEL APRENDIZAJE.
Algunas personas pretenden estudiar la Biblia abriendo sus páginas al azar, otras leen porciones salteadas y aún otros más buscan versículos sobre algún tema que les interesa y los interpretan fuera de su contexto. Cualquiera de estas prácticas, no solo es incorrecta e indebida, sino perjudicial.
Nadie debe emprender el estudio de las Escrituras sin antes haber establecido la meta que persigue, esta puede ser el obtener alguna información como los cristianos en Berea, quienes de acuerdo con Hechos 17:11, escudriñaban las Escrituras todos los días, con el fin de verificar el mensaje de Pablo y si las habían predicado, o quizás sea adquirir ayuda en contra de las tentaciones, el salmista declara que guardaba la Palabra de Dios en su Corazón, para no pecar contra él. Salmo 119:11, también puede estudiar la Biblia en busca de orientación Salmo 119:105.
En una palabra, antes de lanzarnos al aprendizaje de las Escrituras es necesario establecer la meta que perseguimos, pues de eso dependerá el método que se emplee para su estudio.
CONOCER EL CONTENIDO DEL LIBRO.
Es estratégico que antes de adentrarnos en los detalles de sus mensajes, conozcamos primero la Biblia por lo que toca a su estructura interna, y las formas literarias de su contenido.
Por ejemplo, será de gran utilidad percatarnos desde un principio, que los 66 libros de que está compuesta la Biblia, se encuentran divididos en dos grandes secciones, llamadas el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, el primero de éstos comprende a su vez cuatro grandes secciones. El Pentateuco, los libros históricos, los poéticos y los proféticos, mientras que en el Nuevo Testamento, comprende cinco secciones tituladas: Los evangelios, el libro de los hechos de los apóstoles, las epístolas Paulinas, epístolas generales y Apocalipsis.
La estructura interna de los libros de la Biblia, se parece en parte a la de cualquier otro libro, en el sentido de que el texto se halla formado por capítulos divididos estos, en párrafos, los cuales están divididos en versículos, y éstos a su vez contienen oraciones, frases y finalmente palabras, por lo que toca a la forma literaria de su contenido, cada libro posee un estilo propio.
Algunos sirven la forma poética (Salmos, Cantares), otros presentan el mensaje de Dios bajo la forma de discursos (los Profetas), encontramos fascinantes narraciones, (Los Evangelios) interesantes cartas personales. (Filemón y Tito), extensas misivas a grupos cristianos (Las Epístolas Generales), tratados doctrinales (Romanos), documentos históricos (Samuel, Reyes, etc.), y hasta un extraordinario drama (Job) estas y más razones hacen que tengamos un previo estudio de la Biblia en cuanto su contenido.
POSTURA EN EL ESTUDIO
DETERMINACIÓN.
El que comience el estudio como un simple pasatiempo, no tendrá ni la mitad de posibilidades de triunfar en la vida tanto como aquel que lo inicia bajo un sentido de profunda necesidad. El convencimiento interior de nuestra urgente necesidad personal, indiscutiblemente producirá una férrea determinación de leer y estudiar las Sagradas Escrituras, a cualquier costo.
De poco sirve alentar un entusiasmo pasajero, si ante la más pequeña de las dificultades flaqueamos y claudicamos en nuestro propósito inicial.
REVERENCIA.
El que a él le haya placido comunicarnos la verdad de su ser, y la grandeza de sus planes, por medio de la página impresa, nos debe llenar de un sentimiento de gratitud y reverencia, además su título radica el contenido "Esta es la Santa Biblia" y lo que es Santo debe manejarse con temor y temblor.
No sólo es la Biblia digna de nuestra reverencia, por lo que ella es en sí, y por el autor de sus palabras, sino también por el maestro que nos ha sido dado para enseñárnosla: El Espíritu Santo.
APEGO
Algunos profesan amar la Biblia, pero en la realidad lo que andan son los libros que hablan sobre ella. El estudiar la Biblia únicamente con el fin de criticarla, bajo un sentido de mera obligación o por simple curiosidad, no producirá ningún provecho.
Amor por la Biblia, significa que late en nosotros la vida eterna y sentir la necesidad imperiosa de alimentar nuestra alma a través de la Palabra de Dios que nutre y fortalece.
Amar la Biblia quiere decir mucho más que simplemente llevarla bajo el brazo a la iglesia, o tenerla en un lugar prominente en el estudio en el hogar tener la actitud que tenía Job 12 ó David: Salmo 19:10 ó Como el Profeta Jeremías 15:16.
DILIGENCIA.
En el caso del estudio bíblico, la palabra celo es pues sinónimo de diligencia, ya que nadie podrá estudiar, la Biblia sino se aplica a esa tarea con diligencia y sentido de responsabilidad.
RECEPTIVIDAD.
Esto significa poseer un corazón abierto y respetuoso a lo que es el Espíritu Santo, quiera enseñarnos por medio de la Palabra de Dios, con frecuencia Cristo acostumbraba a decir a sus discípulos y a las multitudes "El que tiene oído para oír, oiga”, Mateo 11:15, con esto el Señor acentuaba lo importante que es no sólo oír, sino recibir, o en caso del estudio bíblico, no solo leer, sino captar y retener.
PREDISPOSICIÓN.
Esta es una actitud que con frecuencia se pasa por alto, pero que cultivándola puede rendirnos grandes ganancias, ¿quién no ha sentido al leer el primer libro de Crónicas, estar perdiendo el tiempo con sus listas de interminables genealogías?, ¿quién no se ha cansado de leer así mismo, las tediosas instrucciones del libro de Levítico sobre la construcción del tabernáculo?, hasta nos preguntamos por qué Dios habrá incluido información tan aparentemente inútil, sin embargo el que lee con perspicacia, descubrirá que escondidos entre la descripción del mobiliario del tabernáculo, los sacrificios, las vestimentas de los sacerdotes, los muebles, etc., se encuentran varios tipos de Cristo y que también dentro de las cansadas genealogías, se pueden encontrar interesantes datos que pueden servir como base para estudios posteriores.
Ejemplo: No se menciona el aguijón que le fue dado a Pablo en 2 Corintios 12:7, a la luz de Gálatas 4:15; 6:11, Pudiera haber sido tal vez alguna enfermedad de los ojos.
SOMETIMIENTO.
A la Biblia se le puede estudiar de 2 maneras.
1.- Como una fuente de información religiosa y;
2.- Como un manual Divino.
Que exige una inmediata y sincera respuesta de nuestra parte para modelar la vida. Algunos leen mucho la Biblia creyendo estudiarla pero poco beneficio obtienen de su lectura, porque rehúsan obedecer sus instrucciones y por lo tanto solo se engañan así mismos.
FIRMEZA / PERSISTENCIA.
Esta actitud es decididamente un elemento muy estratégico en el estudio bíblico, virtud con la cual debemos revestirnos desde el inicio de nuestra empresa. Perseverancia es que aquel que seriamente ambicione llegar a conocer las Escrituras, tendrá que hacer acopio de un ejemplar tesón a través de los meses y a unos años, para algún día llegar al dominio completo de su contenido.
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