Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
Esa fue la palabra de ánimo que Dios dio a Josué cuando el pueblo de Israel estaba listo para entrar en la tierra prometida. Después de la muerte de Moisés, Josué era el nuevo responsable de llevar a los israelitas hasta su territorio prometido. Era natural que Josué se sintiera temeroso y solo al frente de millares de personas, sin la compañía de su gran líder.
Con los grandes desafíos que tenía por delante y las batallas para conquistar Canaán, humanamente hablando era de esperar que Josué necesitara recibir instrucciones para la guerra, estrategias militares o entrenamiento para atacar fortalezas. Pero no. Josué recibió lo que necesitaba de verdad: valor, la fortaleza de Dios y la certeza de que el Señor estaría siempre con él.
¡Así de grande son el valor y la fuerza que nosotros también podemos sentir! El Dios creador de todo el universo está a nuestro lado y nos ayuda en nuestras luchas diarias.
Con Jesús en tu vida puedes tener esta seguridad y no te sentirás solo jamás. Él está contigo dondequiera que estés.
¿Qué es lo que más necesitas hoy?
Cree que lo que más necesitas es la presencia de Dios contigo.
Si te sientes con temor frente a alguna lucha, cree que Dios está de tu lado.
Ora al Señor, confíale tu vida y todos tus proyectos.
Busca la orientación de Dios a través de la Biblia. Lee, medita y cree.
Llena tu corazón de fe y seguridad.
Confía en el Señor y él te ayudará en tus luchas diarias.
Para orar:
Señor mi Dios, sé que estás siempre presente en todo momento. Ayúdame a confiar que todo lo que más necesito está en ti. Creo que como estás conmigo, no necesito temer al mal ni a los problemas que puedan venir. Hazme fuerte y valiente para vencer en este día contigo a mi lado. Amén.
Dios está siempre con nosotros, con sus brazos abiertos para recibirnos. El problema es que muchas veces nosotros no estamos con él. Frecuentemente, nos alejamos de Dios, le damos la espalda y luego decimos que no sabemos por qué las cosas no van bien en nuestra vida.
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
«Pero si Dios está conmigo, ¿por qué me suceden cosas malas?» - nos preguntamos. El hecho de que Dios esté con nosotros no significa que nunca vamos a tener aflicciones. Hay momentos en los que pasamos por dificultades, pero eso no significa que Dios nos abandonó.
Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré». (Hebreos 13:5)
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10)
En medio de los desafíos y de las aflicciones Dios está presente y nos ayuda a soportar. Cuando perseveramos en los malos momentos, ganamos madurez y crecemos en nuestra vida espiritual.
Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará. (Deuteronomio 31:6)
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:37-39)
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? (1 Corintios 3:16)
Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20)
Haré que seas para este pueblo como invencible muro de bronce; pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte —afirma el Señor—. (Jeremías 15:20)
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. (Mateo 28:19-20)
Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. (Josué 1:5-6)
...para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo. (Efesios 3:17-18)
Cuando el ángel del Señor se le apareció a Gedeón, le dijo: —¡El Señor está contigo, guerrero valiente! (Jueces 6:12)
No lo olvides: ¡el Señor está siempre contigo!
Comentarios
Publicar un comentario