Solo en Dios reposa mi alma; de él proviene mi salvación. (Salmo 62:1) Durante la vida, encontramos varios lugares donde descansa nuestra alma. Cuando las cosas se ponen difíciles, regresas a la casa de tu madre. Cuando el dinero escasea, le envías un mensaje a tu padre. O si necesitas atención, llamas a ese grupo de amigos especiales. Cuando tienes miedo, te alejas. Este salmista nos muestra que si hay un lugar donde puede descansar tu alma, es en la presencia de Dios. En lugar de buscar la paz y el descanso en lugares tan pequeños, encuentra todo lo que necesitas en la presencia del Señor, el Dios Altísimo. ¡No subestimes la presencia del Señor, porque de él viene nuestra salvación! Él nos proporciona la solución a nuestros problemas y, aunque tome tiempo, el obrar de Dios nunca llega tarde. ¡Cree, solo cree! Aprende a descansar en Dios. Toma todos tus problemas y déjalos al pie de la cruz. Ora al Señor y cuéntale todos tus dolores y angustias. No lo dude...
Estar vivo significa que somos puestos a prueba con frecuencia. Las pruebas pueden parecer montañas insuperables, pero cada desafío es una manera de fortalecer nuestra fe. La Biblia nos recuerda en Santiago 1:12: Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman. (Santiago 1:12) Cada obstáculo que enfrentamos es una oportunidad para demostrar nuestra confianza inquebrantable en el poder de Dios. Es en los momentos más difíciles cuando él se revela como nuestro refugio y fortaleza, una ayuda muy presente en las angustias. Cuando nos apoyamos en Dios, comenzamos a reaccionar inteligentemente, enfrentando nuestros problemas con valentía. Es importante recordar que las pruebas no son una señal de que “Dios nos ha abandonado”, sino una oportunidad para madurar espiritualmente. Así como el oro se refina con el fuego, nosotros nos refinamos en medio de las dificultades. Dios no nos ha prom...