Ir al contenido principal

Entradas

Tránslate / Traducción

¡Nosotros confiamos en Dios!

Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios. (Salmo 20:7) Vivimos en un tiempo en el que el mundo define a las personas por lo que tienen y no por lo que son. Puede parecer algo de nuestra época, pero antiguamente las cosas también eran así. Tener posesiones y poder financiero ha sido siempre algo perseguido por muchas personas. Infelizmente, muchos que consiguen tener una situación financiera estable acaban depositando su confianza en las propias posesiones, lo cual los hace vulnerables. Todo en la vida pasa menos la Palabra de Dios. Hay cosas que el dinero no puede comprar: nuestra intimidad con Dios, el poder del Espíritu Santo y nuestra salvación en Cristo Jesús. Esos tres factores son esenciales para la vida de cualquier ser humano, sea rico o sea pobre. ¡Tenemos acceso a todo esto de forma gratuita y por la gracia de Dios! Cuando depositamos nuestra fe en las cosas, la depositamos en el s...
Entradas recientes

Tus tentaciones tienen límites

Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir. (1 Corintios 10:13) Todas las personas son tentadas en algún área de sus vidas. Las áreas de tentación varían, no son las mismas para todos. ,Es por esta razón que no debemos juzgar a los demás cuando son tentados en áreas diferentes a las nuestras.   Mientras unos son tentados a mentir, ser ingratos o a tener envidia, otros son tentados a robar, engañar o chismear.  Hay quien lucha contra diversos vicios: el alcohol, los juegos de azar, la pornografía, la avaricia, la vagancia, el adulterio, la gula, el egoísmo, las relaciones sexuales ilícitas, la agresividad, el descontrol, la idolatría, etc.  Pero todos necesitamos la gracia de Dios para resistir a cada uno de esos males.  Al principio, la te...

Un nuevo día, una nueva oportunidad

22 Por el gran amor del Señor no hemos sido consumidos y su compasión jamás se agota. 23 Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! (Lamentaciones 3:22-23) Estas palabras nos dan un poderoso recordatorio de la inquebrantable compasión de Dios. Él nos ama tan profundamente que, a pesar de nuestras debilidades y fracasos, su misericordia nos sostiene cada amanecer. El Señor no nos trata como merecemos, sino que nos envuelve en su amor y compasión. La renovación diaria de sus misericordias resalta el carácter extraordinario de Dios. Cada mañana es una nueva oportunidad, una expresión renovada de su amor y fidelidad. Cuando sentimos que las dificultades de la vida nos consumen, la promesa de Dios nos asegura que su amor es mayor que cualquier adversidad. La fidelidad del Señor es un fundamento sólido, una roca en la que podemos confiar. Su amor es constante, sin importar las circunstancias. Por eso, al comenzar cada día, podemos hacerlo con gratitud, sabiendo que el...

Naciendo de nuevo cada día

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. (Juan 3:3-5) En la conversación entre Nicodemo y Jesús en Juan capítulo 3, encontramos una de las lecciones más profundas del evangelio. Nicodemo, un líder religioso, deseaba comprender las enseñanzas de Jesús y, al oír hablar de “nacer de nuevo”, se quedó perplejo. Jesús le explicó que para ver el reino de Dios es necesario nacer de nuevo, no físicamente, sino espiritualmente. ¿Qué significa entonces nacer de nuevo cada día? Jesús nos llama a la transformación constante, a renacer diariamente en el Espíritu. Este no es solo un evento único, sino un proceso continuo de renovación que ocurre cuando buscamos humi...

Eres heredero del Rey de reyes

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. (Romanos 8:16-17) ¿Te has parado alguna vez a pensar en lo que significa ser heredero del Rey de reyes? No hablamos de una herencia terrenal, compuesta por posesiones que se desgastan con el tiempo. Hablamos de una herencia eterna e incorruptible, reservada en el cielo para quienes han sido hechos hijos de Dios por medio de Jesucristo. Al aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador, no solo has recibido el perdón de tus pecados, sino que también has sido adoptado en la familia real de Dios. Esto significa que tu identidad ha cambiado: ahora eres hijo del Altísimo y, como hijo, también eres heredero de las promesas del Padre. Esta herencia no se limita al futuro. Ahora mismo, puedes vivir como heredero del Rey. Esto significa vivir con autoridad espir...

Ser pacífico es ser bienaventurado

Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9) En el evangelio de Mateo, capítulo 5, Jesús subió a lo alto de un monte y comenzó a enseñar al pueblo. En un momento dado, Jesús habló sobre las bienaventuranzas y señaló al que promueve la paz como un bienaventurado. En un mundo de pasiones afloradas, ser pacificador - además de ser sabio - es ser hijo de Dios. Al continuar con el sermón, Jesús habló sobre la importancia de la reconciliación. Muchas veces, tengamos la razón o no, dar la mano es una tarea difícil. Pero como dijo Jesús, es mejor hacer las paces lo más rápido posible, pues las consecuencias de esperar son mucho peores. Las personas están más agresivas cada día y se alteran por cualquier motivo. Actitudes como esas pueden generar heridas y contaminarnos. Mantén la calma, pon tus ojos en Cristo. ¡Él es el Príncipe de Paz! Jesús fue un pacificador en toda su trayectoria en la tierra, aun en momentos difíciles y turbulentos. ¡Fue pacífico ...

Paciencia para esperar

  Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.(Hebreos 11:1) Pero, si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia.( Romanos 8:25) Como seres humanos tenemos mucha dificultad en esperar, queremos todo para «ayer»...  No tenemos paciencia para esperar en una fila hasta que nos atiendan, esperar el resultado de un examen, ni siquiera para esperar la respuesta de Dios a nuestra oración. Si queremos tener paciencia necesitamos tener esperanza. Y para tener esperanza necesitamos tener fe. La fe nos hace tener esperanza y la esperanza nos hace tener paciencia.  Cuando perdemos la paciencia es porque hemos perdido la esperanza, y cuando se nos acaba la esperanza es porque la fe relacionada con lo que esperábamos se desvaneció. Viendo esto, podemos decir que la falta de paciencia está directamente relacionada con nuestra falta de fe.  Debemos recordar que nuestro Dios es soberano y que él obrará en el ...

¡Nada nos separará de su amor!

¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? (Romanos 8:35) La respuesta: ¡Nada nos apartará del amor de Dios! Puede que nos olvidemos de él algún día, pero Dios nunca se olvidará de nosotros. Su amor no tiene fin y alcanza tanto al agradecido como al ingrato a través de su misericordia. Cuando somos conscientes de este amor, todo en la vida cobra sentido. Hasta podemos ver las tribulaciones, las persecuciones y las luchas de otra manera. Fuimos creados para engrandecer a Dios a través de nuestra vida. Todas las cosas que nos suceden - sean buenas o malas - continúan bajo esta misma orden: ¡que Dios sea glorificado! Al final «todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios, de los que han sido llamados conforme a su propósito» (Romanos 8:28). Cuando Dios entregó a su hijo Jesús, él mostró su amor por nosotros. No lo olvides, eres hijo amado de Dios. Él te ama y nada te separará...

¿Siervo o Señor?

Porque, ¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve. (Lucas 22:27)  El más importante entre ustedes será siervo de los demás. (Mateo 23:11)  ¿Qué prefieres: servir o ser servido? Probablemente, muchos contestaríamos que nos gustaría ser servidos. Tal vez estemos cansados de las muchas tareas diarias y deseosos de tener un momento de relax en el que otra persona nos sirva mientras descansamos. Sí, está bien recibir cosas buenas, pero no es bueno que nos enfoquemos en eso. El problema real reside en que lleguemos a considerar a Dios como un recadero que debe estar siempre listo para traer lo que solicitamos...  Alguien dijo una vez que «quien no vive para servir no sirve para vivir». El hecho es que servir es un acto de dar. Con las actividades diarias, durante nuestro trabajo, con actitudes de gentileza y con buenas acciones, servimos y somos servidos.  ...

Pensamientos que nos elevan y calman

En el ajetreo de la vida cotidiana, a menudo nos encontramos rodeados de pensamientos y preocupaciones negativos que nos roban la paz. Sin embargo, la Biblia nos invita a dirigir nuestra mente hacia las cosas buenas, alimentando nuestros pensamientos con sabiduría divina. El apóstol Pablo, en Filipenses 4:8, nos guía: Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. (Filipenses 4:8) Este versículo nos anima a cultivar pensamientos positivos, centrándonos en las virtudes que reflejan la naturaleza de Dios. Al meditar en las Escrituras, encontramos promesas y principios que nos inspiran a pensar de manera edificante. Jesús nos asegura en Mateo 11:28: Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso.(Mateo 11:28) Esta promesa nos invita a poner nuestras preocupaciones a los pies de Cristo, confiando en que é...