El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! (Lamentaciones 3:22-23) ¿Te has preguntado alguna vez qué sería de nosotros sin la misericordia de Dios? Con certeza nuestro rumbo sería la destrucción, la condenación eterna. El amor de Dios es la razón por la que no somos consumidos. Cada mañana las misericordias del Señor se renuevan sobre nosotros. Y es precisamente gracias a su gran amor que estamos vivos hoy. Agradécele por este nuevo día y confía en la fidelidad de Dios. La mejor forma de comenzar el día es con el corazón lleno de gratitud ante Dios. Cuando estimulamos nuestro corazón a alabar y a agradecer a Dios estamos reconociendo todo lo que el Señor ha hecho por nosotros. El reconocimiento es una forma de alabar y la gratitud es una forma de ofrendar. Dios quiere relacionarse con nosotros y cada día es un buen día para hablar con él. Comienza bien el día...
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. (Efesios 3:20) ¿Te has detenido a pensar en lo poderoso que es Dios? El versículo de Efesios 3:20 nos recuerda algo increíble: Dios es capaz de hacer mucho más de lo que pedimos o incluso imaginamos. ¿No es maravilloso saber que tenemos un Dios así? A veces le pedimos algo a Dios y pensamos que estamos soñando en grande. Pero Dios nos sorprende, porque sus planes son mucho más grandes que los nuestros. Él ve más allá de lo que nosotros podemos ver y sabe exactamente lo que necesitamos. Él no solo escucha nuestras oraciones, sino que también actúa con el poder de su Espíritu en nosotros. Cuando enfrentamos dificultades, es fácil dudar o pensar que nada cambiará. Sin embargo, este versículo nos anima a confiar plenamente. Dios no está limitado por las circunstancias, ni por nuestras debilidades. Él es poderoso y obra en todas las cosas p...