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Tránslate / Traducción

Dios es fiel!



Los que reciben a Cristo mediante la fe serán considerados por el cielo como perlas preciosas por las cuales el mercader ha pagado un precio infinito, y los agentes humanos que encuentran a Cristo comprenderán que han hallado un tesoro celestial. Se sentirán ansiosos de vender todo lo que poseen con el fin de comprar el terreno que contiene este tesoro.

Al contemplar el amor de Dios, a medida que el plan de salvación se abre ante su vista, al comprender con mayor claridad el misterio de la condescendencia de Cristo, al ver el sacrificio que realizó por ellos, no encuentran nada que sea demasiado querido como para no abandonarlo por amor de él...

El Señor Dios del cielo reunió todas las riquezas del universo y las abandonó con el fin de comprar la perla de la humanidad perdida. El Padre colocó todos sus recursos divinos en las manos de Cristo para que las bendiciones más ricas del cielo pudieran ser derramadas sobre una raza caída. Dios no podría haber expresado un mayor amor que el que demostró al dar al mundo el Hijo de su corazón. Este Don le fue dado al hombre para convencerlo de que Dios no dejó de hacer nada de lo que podría haber hecho, ni se reservó cosa alguna, sino que derramó todo el cielo en un regalo infinito. 

La felicidad presente y eterna del hombre consiste en aceptar el amor de Dios y en guardar sus mandamientos. Cristo es nuestro Redentor. El es la Palabra que se hizo carne y habitó entre nosotros. El es la Fuente en la cual podemos ser lavados y limpiados de toda impureza. El es el Sacrificio costosísimo que ha sido dado para la reconciliación del hombre. El universo celestial, los mundos no caídos, el mundo caído, y la confederación del mal, no pueden decir que Dios pudiera hacer algo más de lo que ha hecho por la salvación del hombre. 

Su Don nunca podrá ser superado; él nunca podrá demostrar una riqueza de amor más profunda. El Calvario representa su obra culminante. Le corresponde al ser humano responder a su gran amor, apropiándose de esta gran salvación que la bendición del Señor le ha hecho posible obtener. Debemos mostrar nuestro aprecio por el excelso Don de Dios haciéndonos participantes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por causa de la concupiscencia. Hemos de demostrar nuestra gratitud a Dios llegando a ser colaboradores de Jesucristo, mediante la representación de su carácter al mundo... El Señor considera a las almas como perlas preciosas...

–¡El Señor! ¡El Señor! ¡Dios tierno y compasivo, paciente y grande en amor y verdad!  Por mil generaciones se mantiene fiel en su amor, y perdona la maldad, la rebeldía y el pecado; pero no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, en los bisnietos y en los tataranietos. Éxodo 34:6-7.

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Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

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En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...