Conforme a La Palabra de Dios!
La importancia de este nombre se ve en su significado.
En el sentido más básico, la palabra "cristiano" quiere decir "un seguidor de Cristo".
El verdadero discípulo de Jesús se esfuerza por OBEDECER A SU MAESTRO en cada faceta de su vida diaria.
Es muy fácil decir que uno es "cristiano",
pero ¿pone por obra las palabras de Cristo en su vida cotidiana?
¿Se esfuerza por tener el CARÁCTER del Maestro?
Con razón, se llamaban "cristianos" solamente, sin apellidos ni apodos.
Dice uno: "Yo soy cristiano PROTESTANTE"; otro: "Yo cristiano CATÓLICO"; otro: "Yo cristiano TESTIGO DE JEHOVÁ"; y otro: "Yo cristiano MORMÓN."
Al llevar estos nombres, demuestran que su lealtad es a una alianza sectaria y no a Cristo solamente. (El reformista católico Martin Lutero (1483-1546) y sus seguidores habían prometido no llamarse "luteranos" sino "cristianos" solamente, debido a los principios que habían aprendido del Nuevo Testamento.
Es sorprendente notar que algunas personas en Corinto, Grecia cometieron el mismo error sólo 25 años después de la muerte de Jesús.
Dijo el apóstol Pablo:
Aprendemos que Cristo NO está dividido y, por lo tanto, SUS SEGUIDORES TAMPOCO DEBEN DIVIDIRSE EN ALIANZAS SECTARIAS. (1 Corintios 3:23).
Una examinación cuidadosa del ejemplo de los cristianos primitivos revela que:
Su lealtad fue a Cristo, no a Pablo, ni a Pedro, ni a María, ni a ninguna alianza sectaria.
Su lealtad fue a Cristo, no a Pablo, ni a Pedro, ni a María, ni a ninguna alianza sectaria.
Se consideraban la propiedad de Cristo.
Con razón, se llamaban "cristianos" solamente, sin apellidos ni apodos.
Al llevar este nombre, por la voluntad de Dios, demostraron ante el mundo incrédulo que sólamente Cristo es merecedor de su devoción entera.
Por contraste, el llamado "cristianismo" de la actualidad se conoce por numerosos nombres sectarios que sólo sirven para dividir en vez de llevar a cabo el anhelo de Jesús quien oró "para que todos sean uno".
Dice uno: "Yo soy cristiano PROTESTANTE"; otro: "Yo cristiano CATÓLICO"; otro: "Yo cristiano TESTIGO DE JEHOVÁ"; y otro: "Yo cristiano MORMÓN."
Dentro del mismo protestantismo, los unos se distinguen de los otros con sus apellidos sectarios. Dice uno: "Yo soy cristiano METODISTA"; otro: "Yo cristiano EVANGÉLICO"; otro: "Yo cristiano PENTECOSTAL"; otro: "Yo cristiano LUTERANO"; otro "Yo cristiano BAUTISTA", etc. etc. ¡etc.!
Al llevar estos nombres, demuestran que su lealtad es a una alianza sectaria y no a Cristo solamente. (El reformista católico Martin Lutero (1483-1546) y sus seguidores habían prometido no llamarse "luteranos" sino "cristianos" solamente, debido a los principios que habían aprendido del Nuevo Testamento.
No obstante, "antes de que terminara el siglo XVI, el nuevo movimiento se había convertido en una organización religiosa diferente, conocida como "La Iglesia Luterana".)
Es sorprendente notar que algunas personas en Corinto, Grecia cometieron el mismo error sólo 25 años después de la muerte de Jesús.
El apóstol Pablo fue uno de los cristianos más ilustres de la iglesia primitiva; pero él no quería que los discípulos fueran llamados "PAULISTAS" o "cristianos PAULISTAS".
Pablo no quería que fueran devotos de hombres falibles sino de Cristo solamente.
Por esta razón les escribió: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Dijo el apóstol Pablo:
Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas [el apóstol Pedro]; y yo de Cristo.
¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?".
Las tres preguntás encontradas al final de este pasaje son "preguntas retóricas", lo cual significa que la respuesta es obvia.
En cada caso es rotundamente "NO".
De estas preguntas podemos aprender tres cosas importantísimas:
Aprendemos que Cristo NO está dividido y, por lo tanto, SUS SEGUIDORES TAMPOCO DEBEN DIVIDIRSE EN ALIANZAS SECTARIAS. (1 Corintios 3:23).
Aprendemos que ni Pablo, ni María, ni ningún hombre fue crucificado "por nosotros" como lo fue Cristo.
Por lo tanto, solamente Cristo es merecedor de nuestra devoción entera. Nuestra lealtad debe ser A CRISTO y no a ninguna alianza sectaria.
La última pregunta del apóstol Pablo fue: ¿O fuisteis bautizados en [o sea, para uniros con] el nombre de Pablo? El propósito bíblico del bautismo es para unir al hombre pecador CON CRISTO, no con Pablo, ni con María, ni con ningún hombre falible.
Evidentemente, los corintios se habían olvidado de este hecho tan importante al intentar unirse con ciertos predicadores en vez de con Cristo.
El nombre "cristiano", puesto a los creyentes por voluntad de Dios, da gloria a Cristo.
¿A quiénes o a qué dan gloria los nombres sectarios del "cristianismo" moderno? A Dios o los hombres . . .. . . . . . . ?
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