Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Faith— Not Emotion

Posted by: Ben Ayala
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
For a while, we are fully aware of God’s concern for us. But then, when God begins to use us in His work, we begin to take on a pitiful look and talk only of our trials and difficulties. And all the while God is trying to make us do our work as hidden people who are not in the spotlight. None of us would be hidden spiritually if we could help it. Can we do our work when it seems that God has sealed up heaven? Some of us always want to be brightly illuminated saints with golden halos and with the continual glow of inspiration, and to have other saints of God dealing with us all the time. A self-assured saint is of no value to God. He is abnormal, unfit for daily life, and completely unlike God. We are here, not as immature angels, but as men and women, to do the work of this world. And we are to do it with an infinitely greater power to withstand the struggle because we have been born from above.
If we continually try to bring back those exceptional moments of inspiration, it is a sign that it is not God we want. We are becoming obsessed with the moments when God did come and speak with us, and we are insisting that He do it again. But what God wants us to do is to “walk by faith.” How many of us have set ourselves aside as if to say, “I cannot do anything else until God appears to me”? He will never do it. We will have to get up on our own, without any inspiration and without any sudden touch from God. Then comes our surprise and we find ourselves exclaiming, “Why, He was there all the time, and I never knew it!” Never live for those exceptional moments— they are surprises. God will give us His touches of inspiration only when He sees that we are not in danger of being led away by them. We must never consider our moments of inspiration as the standard way of life— our work is our standard.

Comentarios

NOVEDADES

Busca a Dios y revístete de poder

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33) Muchas veces pasamos por momentos difíciles y nos sentimos débiles, sin fuerzas para continuar. El mundo que nos rodea puede estar lleno de desafíos, pero la Biblia nos enseña que cuando buscamos a Dios, encontramos fuerza, paz y dirección para nuestras vidas. Buscar a Dios significa ponerlo a él primero, confiar en él y buscar su presencia todos los días. Cuando oramos, leemos la Biblia y adoramos a Dios, nos conectamos con él y recibimos su poder. Este poder nos fortalece para afrontar cualquier dificultad y nos da valentía para luchar las batallas diarias. La cobertura del poder de Dios ocurre cuando permitimos que el Espíritu Santo actúe en nuestras vidas. Él nos da sabiduría, nos guía y nos ayuda a vivir según la voluntad de Dios. A menudo resolvemos las cosas por nuestra cuenta y nos sentimos cansados. Pero cuando entregamos todo a Dios, él nos renueva y nos da fuerzas para...

¡Estás rodeado!

Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano. (Salmo 139:5) Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad. (Salmo 5:12) Es común escuchar esa frase en las películas de acción durante los enfrentamientos y persecuciones policíacas.  David también vivió varias situaciones peligrosas, sitiado y teniendo que luchar o huir de enemigos mortales.  Pero, contrario a lo que vemos en esos escenarios de amenaza, peligro y tensión, la Biblia nos habla de un cerco diferente: Dios rodea con bondad y protección a los que confían. En estos salmos David declara que Dios es el escudo que rodea a sus justos. A pesar de todo el riesgo y la aflicción que puedan enfrentar, la presencia del Señor mantiene el corazón en paz y seguridad.  Así también nosotros podemos confiar que Dios nos rodea por todos los lados. Como con un abrazo protector, el Señor nos ayuda y nos envuelve constantemente con su amor fiel. 🤲 ¡Un momento! Ant...

El Amar a Dios sobre toda las cosas, JESÚS Y PEDRO (Juan 21:15-19.)

Jn 21:15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Jn. 21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. OJn 21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Jn 21:18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Jn 21:19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme. 1- “Cuando hubieron comido... ” Jesús elige el momento adecuado. Esta conversación que Jesús iba a tener con Pedro ...