Aportacion de: Ben Ayala
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¿Alguna vez te has preguntado por qué buscas a Dios? ¿Por
qué quieres hacer las cosas bien? O ¿Por qué vas a la iglesia? ¿Será porque
esperas recibir grandes bendiciones? ¿Será porque tu vida parece no tener
sentido?
O tal vez ¿Por miedo a que lejos de Dios algo malo te
ocurra?
Con el pasar de
los días todo se vuelve tan cotidiano que olvidamos cuál debe ser nuestra
verdadera motivación, nos envolvemos en nuestras necesidades, en lo que le
hemos pedido a Dios y queremos que cumpla o en lo que tenemos y no queremos
perder.
Pero qué sentido
tiene vivir una vida buscando a Dios detrás de todas esas arandelas que no nos
permiten verle realmente. Qué sentido tiene buscarle si mis logros con él son
tan personales que ni siquiera le incluyen.
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.”
(Mateo 6:33).
¿Estás tú
realmente buscando primeramente el reino de Dios o son esas cosas que serán
añadidas las que están motivando tu corazón?
Después de
tantas preguntas, hoy te invito a que más allá de responderlas, hagas un alto
en el camino. Es momento de agradecerle a todas esas cosas que un día te
motivaron a seguir a Dios porque fueron utilizadas para que hoy estés aquí.
Pero ya llegó la
hora de empezar a buscar la motivación correcta, llegó la hora de recibir el
Amor de Dios, porque
“En esto
consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos
amó”
¿Ves lo
importante de este pasaje? En ti nunca habrá un amor tan grande que pueda igualarse
al amor de Dios, es por esto que tu motivación debe ser recibir el amor que sin
medidas, él antes que nacieras decidió entregarte. Es abrir tus brazos y dejar
que el amor que Dios tiene para ti llene tu vida. No se trata de que tu corazón
se llene de amor para Dios, se trata de que tu corazón se llene del amor de
Dios, porque tu amor nunca será 100% sincero, nunca será 100% desinteresado ni
100% incondicional, pero el amor de Dios
si lo será.
Hoy es un día para decidir recibir el amor de
Dios
y hacerlo tu verdadera motivación.
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