Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Dios habla a nosotros de una forma sencilla y común.



A veces, cuando escuchamos que Dios hizo algo increíble en la vida de alguien, nos gozamos, pero también nos preguntamos por qué el Señor no ha obrado así en nuestra vida últimamente.

Pensamos que, si Dios se manifesta con poder en nosotros como lo hizo con Abraham, sería más fácil ser sus siervos fieles.

Sin embargo, debemos recordar que el Señor habló con Abraham cada doce a catorce años, y que la mayor parte de su vida fue bastante común y corriente (ver Génesis 12:1-4; 15:1-6; 16:16–17:12).


Dios suele obrar entre bambalinas, en las cosas cotidianas de la vida. 

Como proclama nuestro texto: «no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida» (1 Corintios 10:13).

Cada día, el Señor nos protege de los ataques arrasadores de Satanás, ante los cuales, no podríamos defendernos solos.
 
Y, cuando llega la tentación, Él proporciona salidas de emergencia para que podamos escapar.

Cuando nos vamos a la cama por la noche, deberíamos dar gracias a Dios por todas las cosas increíbles que hizo por nosotros ese día, en medio de nuestra rutina cotidiana.


Así que,
en lugar de anhelar que Dios haga
algo espectacular por ti,...

¡dale gracias porque ya lo ha hecho!


Oremos:

"Señor, gracias por todas las cosas increíbles que haces por mí aunque no me dé cuenta, Amen"

Dios siempre tiene el control,
aun en los días «comunes y corrientes».
140616

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...