2 Después de salir de Refidim, llegaron al desierto del Sinaí y acamparon allí mismo, frente al monte.
3 Y Moisés subió a encontrarse con Dios, pues el Señor le llamó desde el monte y le dijo: –Anuncia estas mismas palabras a los descendientes de Jacob, a los israelitas:
4 ‘Vosotros habéis visto lo que hice con los egipcios, y que os he traído a donde yo estoy como si vinierais sobre las alas de un águila. 5 Así que, si me obedecéis en todo y cumplís mi pacto, seréis mi pueblo preferido entre todos los pueblos, pues toda la tierra me pertenece. 6 Vosotros me seréis un reino de sacerdotes, un pueblo consagrado a mí.’ Diles todo esto a los israelitas.
7 Moisés fue y llamó a los ancianos del pueblo, y les expuso todo lo que el Señor le había ordenado. 8 Entonces los israelitas contestaron a una voz: –Haremos todo lo que el Señor ha ordenado.
Moisés llevó al Señor la respuesta del pueblo, 9 y el Señor le dijo: –Mira, voy a presentarme ante ti en medio de una nube espesa, para que la gente me oiga hablar contigo y así tengan siempre confianza en ti.
Moisés repitió al Señor la respuesta del pueblo, 10 y el Señor le dijo: –Ve y prepara al pueblo hoy y mañana para que me rinda culto. Que se laven la ropa 11 y se preparen para pasado mañana, porque pasado mañana bajaré yo, el Señor, al monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo.
12 Pon límites alrededor del monte, para que la gente no pase, y diles que respeten el monte y que no suban a él ni se acerquen a sus alrededores, porque todo el que se acerque será condenado a muerte. 13 Pero nadie le pondrá la mano encima, sino que será muerto a pedradas o a flechazos. No importa si se trata de un hombre o un animal: no se le dejará con vida. La gente podrá subir al monte sólo cuando se oiga el toque del cuerno de carnero.
14 Moisés bajó del monte a preparar al pueblo, para que rindiera culto a Dios. La gente se lavó la ropa, 15 y Moisés les dijo: –Preparaos para pasado mañana, y mientras tanto no tengáis relaciones sexuales.
16 Al amanecer del tercer día hubo relámpagos y truenos, y una espesa nube se posó sobre el monte. Un fuerte sonido de trompetas hizo que todos en el campamento temblaran de miedo. 17 Entonces Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios, y se detuvieron al pie del monte.
18 Todo el monte Sinaí echaba humo, debido a que el Señor había bajado a él en medio de fuego. El humo subía como de un horno, y todo el monte temblaba violentamente. 19 El sonido de trompetas fue haciéndose cada vez más fuerte; Moisés hablaba, y Dios le contestaba con voz de trueno.
20 El Señor bajó a la parte más alta del monte Sinaí, y llamó a Moisés para que subiera a aquel mismo lugar. Moisés subió, 21 y el Señor le dijo: –Baja y advierte a la gente que no traspase el límite ni trate de verme, no sea que muchos de ellos caigan muertos. 22 Aun los sacerdotes, que pueden acercarse a mí, deberán purificarse, para que yo no haga destrozos entre ellos.
20 El Señor bajó a la parte más alta del monte Sinaí, y llamó a Moisés para que subiera a aquel mismo lugar. Moisés subió, 21 y el Señor le dijo: –Baja y advierte a la gente que no traspase el límite ni trate de verme, no sea que muchos de ellos caigan muertos. 22 Aun los sacerdotes, que pueden acercarse a mí, deberán purificarse, para que yo no haga destrozos entre ellos.
23 Moisés contestó al Señor: –El pueblo no se atreverá a subir a este monte Sinaí, pues tú nos ordenaste ponerle un límite y declararlo sagrado.
24 Y el Señor le dijo: –Anda, baja; después subirás con Aarón. Pero los sacerdotes y el pueblo no deben traspasar el límite para subir a donde yo estoy, no sea que yo haga destrozos entre ellos.
25 Moisés bajó y repitió esto a los israelitas.
20 Los diez mandamientos (Dt 5.1-21)
1 Dios habló, y dijo todas estas palabras: 2 “Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. 3 “No tengas otros dioses aparte de mí.d 4 “No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en el mar debajo de la tierra. 5 No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; 6 pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos.
7 “No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues el Señor no dejará sin castigo al que use mal su nombre. 8 “Acuérdate del sábado, para consagrárselo al Señor. 9 Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 10 pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas trabajo alguno en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo o tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo.
21 Y mientras el pueblo se mantenía alejado, Moisés se acercó a la nube oscura en la que estaba Dios.
2 “Si compras un esclavo hebreo, trabajará durante seis años, pero al séptimo quedará libre, sin que tenga que pagar nada por su libertad. 3 Si llegó solo, se irá solo; si tenía mujer, su mujer se irá con él; 4 si su amo le da una mujer, y ella le da hijos o hijas, la mujer y los hijos serán de su amo, y el esclavo se irá solo. 5 Pero si el esclavo no acepta su libertad porque ama a su mujer, a sus hijos y a su amo, 6 entonces el amo lo llevará ante Dios, lo arrimará a la puerta o al marco de la puerta, y con un punzón le atravesará la oreja. Así será esclavo suyo para siempre.
7 “Si alguien vende a su hija como esclava, ella no saldrá libre como los esclavos varones. 8 Si el amo decide no tomarla por esposa, porque la muchacha no le gusta, deberá permitir que paguen su rescate; pero aunque la rechace, no podrá venderla a ningún extranjero. 9 Si la da por esposa a su hijo, deberá tratarla como a una hija. 10 Si toma una segunda esposa, no reducirá la comida a la primera, ni la ropa, ni sus derechos de esposa. 11 Pero si no hace ninguna de estas tres cosas, ella quedará libre, sin tener que pagar nada por su libertad.
Leyes relativas a acciones violentas
12 “El que hiera a alguien y lo mate, será condenado a muerte. 13 Pero si no lo hizo a propósito, sino que estaba de Dios que muriese, yo te diré después a qué lugar podrá ir a refugiarse. 14 Pero al que se levante contra su prójimo y lo mate a sangre fría, lo buscarás aunque se refugie en mi altar, y lo condenarás a muerte.
15 “El que hiera a su padre o a su madre, será condenado a muerte.
16 “El que secuestre a una persona, ya sea que la haya vendido o que aún la tenga en su poder, será condenado a muerte.
17 “El que insulte a su padre o a su madre, será condenado a muerte.
18 “En caso de pelea, si un hombre hiere a otro de una pedrada o de un puñetazo, y le hace caer en cama, pero no lo mata, 19 el que hirió será declarado inocente tan sólo si el herido se levanta y puede salir a la calle con ayuda de un bastón, pero tendrá que pagarle las curaciones y el tiempo perdido.
20 “Si alguien golpea con un palo a su esclavo o esclava y lo mata, se le hará pagar su crimen. 21 Pero si vive un día o más, ya no se le castigará, pues el esclavo es de su propiedad.
26 “Si alguien golpea en el ojo a su esclavo o esclava y lo deja tuerto, tendrá que darle la libertad a cambio de su ojo. 27 Si le salta un diente, también tendrá que darle la libertad a cambio de su diente.
Leyes relativas a casos de accidente
28 “Si un buey embiste a un hombre o a una mujer y le causa la muerte, se matará al buey a pedradas y no se comerá su carne, pero no se castigará al dueño del buey. 29 Pero si el buey tenía ya la costumbre de embestir y llega a matar a alguien, se le matará a pedradas, lo mismo que al dueño, si es que el dueño lo sabía pero no hacía caso. 30 Si en vez de la pena de muerte le imponen una multa, tendrá que pagar la multa que le impongan a cambio de su vida. 31 Esta misma ley vale tanto si el embestido es un muchacho como si es una muchacha.32 Y si el buey embiste a un esclavo o a una esclava, se matará al buey a pedradas, y al amo del esclavo o de la esclava se le pagarán treinta monedas de plata.
33 “Si alguien deja abierto un pozo, o cava un pozo y no lo tapa, y en él cae un buey o un asno, 34 el dueño del pozo tendrá que compensar al dueño del animal por esa pérdida, pero podrá quedarse con el animal muerto.
Leyes relativas a la administración de justicia
23 1 “No des informes falsos,a ni te hagas cómplice del malvado para ser testigo en favor de una injusticia.2 “No sigas a la mayoría en su maldad.
19 “Los mejores primeros frutos de tu tierra debes llevarlos al templo del Señor tu Dios.
“No cocines el cabrito en la leche de su madre.
“Yo alejaré de ti la enfermedad, 26 y haré que no mueras antes de tiempo. No habrá en tu país ninguna mujer que aborte o que sea estéril.
27 “Yo haré que se extiendan el miedo y los gritos de angustia delante de ti, en cualquier nación por donde pases, y haré que tus enemigos huyan ante ti. 28 Haré que el pánico se extienda a tu paso, y así huirán de tu presencia los heveos, los hititas y los cananeos. 29 No los arrojaré de tu presencia en un año, para que la tierra no se eche a perder ni aumenten los animales salvajes y te hagan daño. 30 Los arrojaré de tu presencia poco a poco, hasta que tengas muchos hijos y tomes posesión de la tierra.
1 Dios habló, y dijo todas estas palabras: 2 “Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. 3 “No tengas otros dioses aparte de mí.d 4 “No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en el mar debajo de la tierra. 5 No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; 6 pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos.
7 “No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues el Señor no dejará sin castigo al que use mal su nombre. 8 “Acuérdate del sábado, para consagrárselo al Señor. 9 Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 10 pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas trabajo alguno en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo o tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo.
11 Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado. 12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. 13 “No mates. 14 “No cometas adulterio. 15 “No robes. 16 “No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo. 17 “No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo o su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.”
Los israelitas sienten temor de Dios (Dt 5.22-33)
Los israelitas sienten temor de Dios (Dt 5.22-33)
18 Todos los israelitas fueron testigos de los truenos y relámpagos, del sonido de trompetas y del monte envuelto en humo; pero tenían miedo y se mantenían alejados. 19 Así que dijeron a Moisés:
–Háblanos tú, y obedeceremos; pero que no nos hable Dios, no sea que muramos.
–Háblanos tú, y obedeceremos; pero que no nos hable Dios, no sea que muramos.
20 Moisés les contestó:
–No tengáis miedo. Dios ha venido para poneros a prueba y para que siempre sintáis temor de él, a fin de que no pequéis.
21 Y mientras el pueblo se mantenía alejado, Moisés se acercó a la nube oscura en la que estaba Dios.
Disposiciones relativas al altar
22 El Señor dijo a Moisés:
“Diles esto a los israelitas: ‘Ya habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. 23 No hagáis ídolos de oro o plata para adorarlos como a mí. 24 Hacedme un altar de tierra, y ofrecedme en él los animales de vuestros rebaños y ganados como holocaustos y sacrificios de reconciliación.
22 El Señor dijo a Moisés:
“Diles esto a los israelitas: ‘Ya habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. 23 No hagáis ídolos de oro o plata para adorarlos como a mí. 24 Hacedme un altar de tierra, y ofrecedme en él los animales de vuestros rebaños y ganados como holocaustos y sacrificios de reconciliación.
Yo vendré y os bendeciré en cada lugar en el que quiera que se recuerde mi nombre. 25 Y si me hacéis un altar de piedras, que no sean piedras labradas, porque al labrar la piedra con herramientas se la hace indigna de un altar. 26 Y mi altar no debe tener escalones, para que vosotros, al subir, no mostréis ninguna parte desnuda de vuestro cuerpo.’
Leyes relativas a los esclavos (Dt 15.12-18)
Leyes relativas a los esclavos (Dt 15.12-18)
21: 1 “Estas son las leyes que les darás:
2 “Si compras un esclavo hebreo, trabajará durante seis años, pero al séptimo quedará libre, sin que tenga que pagar nada por su libertad. 3 Si llegó solo, se irá solo; si tenía mujer, su mujer se irá con él; 4 si su amo le da una mujer, y ella le da hijos o hijas, la mujer y los hijos serán de su amo, y el esclavo se irá solo. 5 Pero si el esclavo no acepta su libertad porque ama a su mujer, a sus hijos y a su amo, 6 entonces el amo lo llevará ante Dios, lo arrimará a la puerta o al marco de la puerta, y con un punzón le atravesará la oreja. Así será esclavo suyo para siempre.
7 “Si alguien vende a su hija como esclava, ella no saldrá libre como los esclavos varones. 8 Si el amo decide no tomarla por esposa, porque la muchacha no le gusta, deberá permitir que paguen su rescate; pero aunque la rechace, no podrá venderla a ningún extranjero. 9 Si la da por esposa a su hijo, deberá tratarla como a una hija. 10 Si toma una segunda esposa, no reducirá la comida a la primera, ni la ropa, ni sus derechos de esposa. 11 Pero si no hace ninguna de estas tres cosas, ella quedará libre, sin tener que pagar nada por su libertad.
Leyes relativas a acciones violentas
12 “El que hiera a alguien y lo mate, será condenado a muerte. 13 Pero si no lo hizo a propósito, sino que estaba de Dios que muriese, yo te diré después a qué lugar podrá ir a refugiarse. 14 Pero al que se levante contra su prójimo y lo mate a sangre fría, lo buscarás aunque se refugie en mi altar, y lo condenarás a muerte.
15 “El que hiera a su padre o a su madre, será condenado a muerte.
16 “El que secuestre a una persona, ya sea que la haya vendido o que aún la tenga en su poder, será condenado a muerte.
17 “El que insulte a su padre o a su madre, será condenado a muerte.
18 “En caso de pelea, si un hombre hiere a otro de una pedrada o de un puñetazo, y le hace caer en cama, pero no lo mata, 19 el que hirió será declarado inocente tan sólo si el herido se levanta y puede salir a la calle con ayuda de un bastón, pero tendrá que pagarle las curaciones y el tiempo perdido.
20 “Si alguien golpea con un palo a su esclavo o esclava y lo mata, se le hará pagar su crimen. 21 Pero si vive un día o más, ya no se le castigará, pues el esclavo es de su propiedad.
22 “Si dos hombres se pelean y llegan a lastimar a una mujer embarazada, haciéndola abortar, aunque sin poner en peligro su vida, el culpable deberá pagar como multa lo que el marido de la mujer exija, según la decisión de los jueces. 23 Pero si la vida de la mujer es puesta en peligro, se exigirá vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
26 “Si alguien golpea en el ojo a su esclavo o esclava y lo deja tuerto, tendrá que darle la libertad a cambio de su ojo. 27 Si le salta un diente, también tendrá que darle la libertad a cambio de su diente.
Leyes relativas a casos de accidente
28 “Si un buey embiste a un hombre o a una mujer y le causa la muerte, se matará al buey a pedradas y no se comerá su carne, pero no se castigará al dueño del buey. 29 Pero si el buey tenía ya la costumbre de embestir y llega a matar a alguien, se le matará a pedradas, lo mismo que al dueño, si es que el dueño lo sabía pero no hacía caso. 30 Si en vez de la pena de muerte le imponen una multa, tendrá que pagar la multa que le impongan a cambio de su vida. 31 Esta misma ley vale tanto si el embestido es un muchacho como si es una muchacha.32 Y si el buey embiste a un esclavo o a una esclava, se matará al buey a pedradas, y al amo del esclavo o de la esclava se le pagarán treinta monedas de plata.
33 “Si alguien deja abierto un pozo, o cava un pozo y no lo tapa, y en él cae un buey o un asno, 34 el dueño del pozo tendrá que compensar al dueño del animal por esa pérdida, pero podrá quedarse con el animal muerto.
35 “Si el buey de uno embiste y mata al buey de otro hombre, venderán el buey vivo y se repartirán por mitad el dinero y la carne del buey muerto. 36 Pero si se sabe que el buey tenía la costumbre de embestir y que su dueño no hacía caso, este tendrá que compensar al otro dueño con un buey vivo a cambio del muerto, y el buey muerto será para él.
Leyes relativas a la reparación de daños
Leyes relativas a la reparación de daños
22 1 a “En caso de que alguien robe un buey o una oveja, y lo mate o lo venda, tendrá que pagar cinco reses por el buey y cuatro ovejas por la oveja.
2 “Si un ladrón es sorprendido en el momento del robo, y se le hiere y muere, su muerte no se considerará asesinato. 3 Pero si ya es de día, su muerte sí se considerará asesinato.
“El que robe tendrá que pagar el precio de lo que haya robado, y si no tiene dinero, él mismo será vendido para pagar lo robado.
4 “Si se le encuentra el animal robado en su poder y con vida, tendrá que pagar el doble, sea un buey, un asno o una oveja.
2 “Si un ladrón es sorprendido en el momento del robo, y se le hiere y muere, su muerte no se considerará asesinato. 3 Pero si ya es de día, su muerte sí se considerará asesinato.
“El que robe tendrá que pagar el precio de lo que haya robado, y si no tiene dinero, él mismo será vendido para pagar lo robado.
4 “Si se le encuentra el animal robado en su poder y con vida, tendrá que pagar el doble, sea un buey, un asno o una oveja.
5 “Si alguien suelta a sus animales para que pasten en un campo o viñedo, y sus animales pastan en el campo de otro, tendrá que pagar el daño con lo mejor de su propio campo o de su propio viñedo.
6 “Si alguien enciende fuego, y el fuego se extiende a las zarzas y quema el trigo amontonado, o el que está por recoger, o toda la siembra, esa persona tendrá que pagar los daños causados por el fuego.
7 “Si alguien confía a otra persona dinero u objetos de valor, y a esta persona se los roban de su propia casa, el ladrón tendrá que pagar el doble, si es que lo encuentran; 8 pero si no lo encuentran, entonces el dueño de la casa será llevado ante Diosb para ver si no ha echado mano de lo que el otro le confió.
9 “Si alguien se apropia de un buey, un asno o una oveja, o de algún vestido, o de cualquier otra cosa que se haya perdido y que alguna persona reclame como suya, el caso de ambas personas se llevará ante Dios,c y el que resulte culpable pagará el doble al otro.
10 “Si alguien confía a otra persona un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal, y el animal muere, o es lastimado, o es robado sin que nadie lo vea, 11 esa persona hará un juramento al dueño, en el nombre del Señor, de que no echó mano de lo que el otro le confió. El dueño aceptará su palabra,d y el otro no pagará nada. 12 Pero si le robaron el animal ante sus propios ojos, tendrá que pagárselo al dueño. 13 Si el animal fue despedazado por un animal salvaje, para no pagar nada se deberán presentar como prueba los restos del animal muerto.
14 “Si alguien pide a otro que le preste un animal, y el animal muere o resulta lastimado sin estar presente el dueño, el que lo pidió prestado tendrá que pagar el daño; 15 pero si el dueño está presente, no tendrá que pagar nada. Si el animal había sido alquilado, el costo del alquiler será el único pago.
6 “Si alguien enciende fuego, y el fuego se extiende a las zarzas y quema el trigo amontonado, o el que está por recoger, o toda la siembra, esa persona tendrá que pagar los daños causados por el fuego.
7 “Si alguien confía a otra persona dinero u objetos de valor, y a esta persona se los roban de su propia casa, el ladrón tendrá que pagar el doble, si es que lo encuentran; 8 pero si no lo encuentran, entonces el dueño de la casa será llevado ante Diosb para ver si no ha echado mano de lo que el otro le confió.
9 “Si alguien se apropia de un buey, un asno o una oveja, o de algún vestido, o de cualquier otra cosa que se haya perdido y que alguna persona reclame como suya, el caso de ambas personas se llevará ante Dios,c y el que resulte culpable pagará el doble al otro.
10 “Si alguien confía a otra persona un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal, y el animal muere, o es lastimado, o es robado sin que nadie lo vea, 11 esa persona hará un juramento al dueño, en el nombre del Señor, de que no echó mano de lo que el otro le confió. El dueño aceptará su palabra,d y el otro no pagará nada. 12 Pero si le robaron el animal ante sus propios ojos, tendrá que pagárselo al dueño. 13 Si el animal fue despedazado por un animal salvaje, para no pagar nada se deberán presentar como prueba los restos del animal muerto.
14 “Si alguien pide a otro que le preste un animal, y el animal muere o resulta lastimado sin estar presente el dueño, el que lo pidió prestado tendrá que pagar el daño; 15 pero si el dueño está presente, no tendrá que pagar nada. Si el animal había sido alquilado, el costo del alquiler será el único pago.
Leyes morales y religiosas
16 “En caso de que alguien seduzca a una mujer virgen que no esté comprometida, y la deshonre, tendrá que pagar la compensación acostumbrada y casarse con ella. 17 Aun si el padre de la joven no quisiera dársela por esposa, tendría que pagar la dote que se acostumbra a dar por una mujer virgen.
18 “No dejes con vida a ninguna hechicera.
19 “El que se entregue a actos sexuales con un animal, será condenado a muerte.
16 “En caso de que alguien seduzca a una mujer virgen que no esté comprometida, y la deshonre, tendrá que pagar la compensación acostumbrada y casarse con ella. 17 Aun si el padre de la joven no quisiera dársela por esposa, tendría que pagar la dote que se acostumbra a dar por una mujer virgen.
18 “No dejes con vida a ninguna hechicera.
19 “El que se entregue a actos sexuales con un animal, será condenado a muerte.
20 “El que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos solamente al Señor, será condenado a muerte.
21 “No maltrates ni oprimas al extranjero, porque vosotros también fuisteis extranjeros en Egipto.
22 “No maltrates a las viudas ni a los huérfanos, 23 porque si los maltratas y ellos me piden ayuda, yo iré en su ayuda, 24 y con gran furor, a golpe de espada, os quitaré la vida. Entonces quienes quedarán viudas o huérfanos serán vuestras mujeres y vuestros hijos.
25 “Si prestas dinero a alguna persona pobre de mi pueblo que viva contigo, no te portes con ella como un prestamista, ni le cobres intereses. 26 Si esa persona te da su ropa como garantía del préstamo, devuélvesela al ponerse el sol, 27 porque esa ropa es lo único que tiene para protegerse del frío. Si no, ¿sobre qué habrá de acostarse? Y si él me pide ayuda, en su ayuda iré, porque yo sé tener compasión.
22 “No maltrates a las viudas ni a los huérfanos, 23 porque si los maltratas y ellos me piden ayuda, yo iré en su ayuda, 24 y con gran furor, a golpe de espada, os quitaré la vida. Entonces quienes quedarán viudas o huérfanos serán vuestras mujeres y vuestros hijos.
25 “Si prestas dinero a alguna persona pobre de mi pueblo que viva contigo, no te portes con ella como un prestamista, ni le cobres intereses. 26 Si esa persona te da su ropa como garantía del préstamo, devuélvesela al ponerse el sol, 27 porque esa ropa es lo único que tiene para protegerse del frío. Si no, ¿sobre qué habrá de acostarse? Y si él me pide ayuda, en su ayuda iré, porque yo sé tener compasión.
28 “No ofendas nunca a Dios, ni maldigas al que gobierna a tu pueblo.
29 “No tardes en traerme ofrendas de todas tus cosechas y de todo tu vino.
“Me darás tu primogénito, 30 lo mismo que la primera cría de tus vacas y de tus ovejas. Pueden quedarse siete días con su madre, pero a los ocho días de nacidos me los darás.
29 “No tardes en traerme ofrendas de todas tus cosechas y de todo tu vino.
“Me darás tu primogénito, 30 lo mismo que la primera cría de tus vacas y de tus ovejas. Pueden quedarse siete días con su madre, pero a los ocho días de nacidos me los darás.
31 “Vosotros seréis hombres consagrados a mí.
“No comáis la carne de animales despedazados por las fieras en el campo; echádsela a los perros.
Leyes relativas a la administración de justicia
23 1 “No des informes falsos,a ni te hagas cómplice del malvado para ser testigo en favor de una injusticia.2 “No sigas a la mayoría en su maldad.
“Cuando hayas de declarar en un caso legal, no te dejes llevar por la mayoría, inclinándote por lo que no es justo; 3 pero tampoco favorezcas indebidamente las demandas del pobre.
4 “Si encuentras el buey o el asno que tu enemigo había perdido, devuélveselo. 5 No dejes de ayudar a aquel que te odia; si ves que su asno cae bajo el peso de la carga, ayúdale a quitar la carga de encima.
6 “No le desconozcas al pobre sus derechos en un asunto legal.
7 “Apártate de las acusaciones falsas y no condenes a muerte al hombre inocente y sin culpa, porque yo no declararé inocente al culpable.
8 “No aceptes soborno, porque el soborno vuelve ciegos a los hombres y hace que los inocentes pierdan el caso.
9 “No oprimas al extranjero, pues vosotros fuisteis extranjeros en Egipto y ya sabéis lo que es vivir en otro país.
El descanso obligatorio
10 “Cultiva la tierra y recoge las cosechas durante seis años, 11 pero el séptimo año no la cultives: déjala descansar, para que la gente pobre de tu país coma de ella y para que los animales salvajes coman lo que sobre. Haz lo mismo con tus viñedos y tus olivos.
7 “Apártate de las acusaciones falsas y no condenes a muerte al hombre inocente y sin culpa, porque yo no declararé inocente al culpable.
8 “No aceptes soborno, porque el soborno vuelve ciegos a los hombres y hace que los inocentes pierdan el caso.
9 “No oprimas al extranjero, pues vosotros fuisteis extranjeros en Egipto y ya sabéis lo que es vivir en otro país.
El descanso obligatorio
10 “Cultiva la tierra y recoge las cosechas durante seis años, 11 pero el séptimo año no la cultives: déjala descansar, para que la gente pobre de tu país coma de ella y para que los animales salvajes coman lo que sobre. Haz lo mismo con tus viñedos y tus olivos.
12 “Haz durante seis días todo lo que tengas que hacer, pero descansa el día séptimo, para que descansen también tu buey y tu asno, y recobren sus fuerzas tu esclavo y el extranjero.
13 “Cumplid todo lo que os he dicho, y que jamás se escuche de vuestros labios el nombre de otros dioses.
Las fiestas anuales (Ex 34.18-26; Dt 16.1-17)
14 “Haz fiesta en mi honor tres veces al año. 15 Celebra la fiesta del pan sin levadura y, de acuerdo con lo que te he ordenado, come en ella pan sin levadura durante siete días. La fecha señalada es el mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto. Y nadie podrá venir a verme, si no trae algo.
16 “Celebra también la fiesta de la cosecha de los primeros frutos de lo que sembraste en el campo,j lo mismo que la fiesta de la cosecha de fin de año, cuando recojas todo lo que hayas sembrado.
17 “Todos los hombres se presentarán ante el Señor tres veces al año.
18 “En los sacrificios de animales, no ofrezcas juntos su sangre y el pan con levadura, ni guardes su grasa para el día siguiente.
13 “Cumplid todo lo que os he dicho, y que jamás se escuche de vuestros labios el nombre de otros dioses.
Las fiestas anuales (Ex 34.18-26; Dt 16.1-17)
14 “Haz fiesta en mi honor tres veces al año. 15 Celebra la fiesta del pan sin levadura y, de acuerdo con lo que te he ordenado, come en ella pan sin levadura durante siete días. La fecha señalada es el mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto. Y nadie podrá venir a verme, si no trae algo.
16 “Celebra también la fiesta de la cosecha de los primeros frutos de lo que sembraste en el campo,j lo mismo que la fiesta de la cosecha de fin de año, cuando recojas todo lo que hayas sembrado.
17 “Todos los hombres se presentarán ante el Señor tres veces al año.
18 “En los sacrificios de animales, no ofrezcas juntos su sangre y el pan con levadura, ni guardes su grasa para el día siguiente.
“No cocines el cabrito en la leche de su madre.
El ángel del Señor
20 “Mira, yo enviaré mi ángel delante de ti, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado. 21 No te alejes de él; obedécele y no le seas rebelde, porque él actúa en mi nombre y no perdonará vuestros pecados. 22 Pero si de veras le obedeces y haces todo lo que yo he ordenado, seré enemigo de tus enemigos y me opondré a quienes se te opongan. 23 Mi ángel irá delante de ti, y te llevará al país de los amorreos, hititas, ferezeos, cananeos, heveos y jebuseos, a quienes yo arrancaré de raíz. 24 No sigas el mal ejemplo de esos pueblos. No te arrodilles ante sus dioses, ni los adores; al contrario, destruye por completo sus ídolos y piedras sagradas. 25 Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua.
“Yo alejaré de ti la enfermedad, 26 y haré que no mueras antes de tiempo. No habrá en tu país ninguna mujer que aborte o que sea estéril.
27 “Yo haré que se extiendan el miedo y los gritos de angustia delante de ti, en cualquier nación por donde pases, y haré que tus enemigos huyan ante ti. 28 Haré que el pánico se extienda a tu paso, y así huirán de tu presencia los heveos, los hititas y los cananeos. 29 No los arrojaré de tu presencia en un año, para que la tierra no se eche a perder ni aumenten los animales salvajes y te hagan daño. 30 Los arrojaré de tu presencia poco a poco, hasta que tengas muchos hijos y tomes posesión de la tierra.
31 Tus fronteras las he marcado así: desde el mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el río Éufrates.p Yo he puesto en tus manos a los habitantes de ese país, y tú los arrojarás de tu presencia.
32 “No entres en tratos con ellos ni con sus dioses, 33 ni los dejes quedarse en tu país, para que no te hagan pecar contra mí. Pues llegarías a adorar a sus dioses, y eso sería tu perdición.”
24 Confirmación del pacto
1 El Señor dijo a Moisés:
–Sube junto con Aarón, Nadab, Abihú y setenta de los ancianos de Israel al lugar donde yo estoy; pero quedaos a cierta distancia y arrodillaos allí. 2 Tan sólo tú podrás acercarte a mí; los demás no deben acercarse, ni la gente subirá contigo.
3 Moisés fue y le contó al pueblo todo lo que el Señor había dicho y ordenado, y todos a una voz contestaron:
–¡Haremos todo lo que el Señor ha ordenado!
4 Entonces Moisés escribió todo lo que el Señor había dicho, y al día siguiente, muy temprano, se levantó y construyó un altar al pie del monte, y colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel.d 5 Luego mandó a unos jóvenes israelitas que mataran toros y los ofrecieran al Señor como holocaustos y sacrificios de reconciliación. 6 Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. 7 Después tomó el libro del pacto y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron:
–Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.
8 Entonces Moisés tomó la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo:
24 Confirmación del pacto
1 El Señor dijo a Moisés:
–Sube junto con Aarón, Nadab, Abihú y setenta de los ancianos de Israel al lugar donde yo estoy; pero quedaos a cierta distancia y arrodillaos allí. 2 Tan sólo tú podrás acercarte a mí; los demás no deben acercarse, ni la gente subirá contigo.
3 Moisés fue y le contó al pueblo todo lo que el Señor había dicho y ordenado, y todos a una voz contestaron:
–¡Haremos todo lo que el Señor ha ordenado!
4 Entonces Moisés escribió todo lo que el Señor había dicho, y al día siguiente, muy temprano, se levantó y construyó un altar al pie del monte, y colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel.d 5 Luego mandó a unos jóvenes israelitas que mataran toros y los ofrecieran al Señor como holocaustos y sacrificios de reconciliación. 6 Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. 7 Después tomó el libro del pacto y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron:
–Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.
8 Entonces Moisés tomó la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo:
–Esta es la sangre que confirma el pacto hecho por el Señor con vosotros sobre la base de todas estas palabras.
9 Moisés subió al monte con Aarón, Nadab, Abihú y setenta ancianos de Israel. 10 Allí vieron al Dios de Israel: bajo sus pies había algo brillante como un suelo de zafiro y claro como el mismo cielo. 11 Dios no hizo daño a estos hombres notables de Israel, los cuales vieron a Dios,g y comieron y bebieron.h
Moisés en el monte Sinaí
12 El Señor dijo a Moisés:
–Sube al monte, donde yo estoy, y espérame allí, pues voy a darte unas tablas de piedra en las que he escrito la ley y los mandamientos para instruir a los israelitas.
13 Moisés se levantó y, junto con su ayudante Josué, subió al monte de Dios. 14 A los ancianos les dijo:
–Esperadnos en este lugar hasta que regresemos.
9 Moisés subió al monte con Aarón, Nadab, Abihú y setenta ancianos de Israel. 10 Allí vieron al Dios de Israel: bajo sus pies había algo brillante como un suelo de zafiro y claro como el mismo cielo. 11 Dios no hizo daño a estos hombres notables de Israel, los cuales vieron a Dios,g y comieron y bebieron.h
Moisés en el monte Sinaí
12 El Señor dijo a Moisés:
–Sube al monte, donde yo estoy, y espérame allí, pues voy a darte unas tablas de piedra en las que he escrito la ley y los mandamientos para instruir a los israelitas.
13 Moisés se levantó y, junto con su ayudante Josué, subió al monte de Dios. 14 A los ancianos les dijo:
–Esperadnos en este lugar hasta que regresemos.
Aquí se quedan Aarón y Hur con vosotros, y si alguien tiene algún problema, que se lo presente a ellos.
15 Dicho esto, Moisés subió al monte, el cual quedó cubierto por una nube. 16 La gloria del Señor vino a posarse sobre el monte Sinaí, y durante seis días la nube lo cubrió. Al séptimo día el Señor llamó a Moisés desde la nube. 17 La gloria del Señor se presentó a los ojos de los israelitas como un fuego devorador, sobre la parte más alta del monte. 18 Moisés entró en la nube, subió al monte, y allí se quedó cuarenta días y cuarenta noches.
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