Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Holy Week - Day 6: Good Friday's Trial, Crucifixion, Death, Burial

Posted by: Ben Ayala
Today we'll trace Jesus' steps on Good Friday, the most difficult day of Passion Week. Christ's journey turned treacherous and acutely painful in these final hours leading to his death.
According to Scripture, Judas Iscariot, the disciple who had betrayed Jesus, was overcome with remorse and hanged himself early Friday morning.

Meanwhile, before the third hour (9 a.m.), Jesus endured the shame of false accusations, condemnation, mockery, beatings, and abandonment. After multiple unlawful trials, he was sentenced to death by crucifixion, one of the most horrible and disgraceful methods of capital punishment.

Before Christ was led away, soldiers spit on him, tormented and mocked him, and pierced him with a crown of thorns. Then Jesus carried his own cross to Calvary where, again, he was mocked and insulted as Roman soldiers nailed him to the wooden cross.

Jesus spoke seven final statements from the cross. His first words were, "Father, forgive them, for they do not know what they are doing." (Luke 23:34, NIV). His last were, "Father, into your hands I commit my spirit." (Luke 23:46, NIV)

Then, about the ninth hour (3 p.m.), Jesus breathed his last and died.

By 6 p.m. Friday evening, Nicodemus and Joseph of Arimathea, took Jesus' body down from the cross and lay it in a tomb.

Read More:

Friday's events are recorded in Matthew 27:1-62, Mark 15:1-47, Luke 22:63-23:56, and John 18:28-19:37.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...