Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Épocas de incertidumbre



Hace dos años, durante la crisis del covid19 (mundial), muchos se enfermaron, se quedaron en casa, sin trabajo y sus finanzas se fueron de pique. y hasta el dia de hoy muchos están nal, pero no buscan de Dios. 

Lamentablemente, todos fuimos afectado unos mas que otros, creyentes y no creyentes, todos.

Hoy les escribió diciendo que, aunque hay incertidumbres, debemos estar en paz porque Dios nos cuida.

Los creyentes en Cristo pueden tener paz en medio de la incertidumbre porque están seguros de que nuestro Padre celestial ama a sus hijos y se ocupa de nuestras necesidades (Mateo 6:25-34).

Podemos presentarle todas nuestras preocupaciones con una actitud de agradecimiento, confiando en que suplirá lo necesario y nos dará paz (Filipenses 4:6-7).

El apóstol Pablo escribe: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (v. 7).

Decir que la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento revela que no podemos explicarla, pero sí experimentarla mientras Él guarda nuestro corazón y mente.

Nuestra paz nace de la seguridad de que el Señor nos ama y controla todo.

Es el único que nos da consuelo para calmar nuestros nervios, llenarnos de esperanza y permitir que nos relajemos aun en medio de cambios y desafíos.

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. — Isaías 26:3

Dios poderoso, ayuda a todos aquellos hombres y mujeres que están desesperados, afligidos.  y no saben que hacer. enriéndeles tu mano Ed poderosa, sálvalos de la muerte. ayúdales, sana sus heridas, Amen!

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...