Ir al contenido principal

Señor, gracias por no dejarme solo en el calor abrasador de la vida.

Original de: Joe Stowell 

Tengo un amigo, nos platica Joe, que vive en una finca ganadera en las amplias llanuras de Montana, en Estados Unidos.

El camino hasta su casa es un sendero largo a través del terreno seco y árido del desierto, pero se destaca del resto por la hilera de árboles verdes y la vegetación frondosa que lo circunda.

Uno de los ríos más hermosos para pescar truchas atraviesa la propiedad, y todo lo que crece cerca de sus orillas experimenta los beneficios de una fuente inagotable de agua revitalizadora.

Este es el cuadro que pinta Jeremías cuando afirma que aquellos que confían en el Señor son «como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces» (Jeremías 17:8).

Tal vez hay muchos que prefieren el calor abrasador y la sequía asfixiante de una vida lejos de Dios, pero los que confían en el Señor serán vibrantes y fructíferos.

Depender de Él es como poner nuestras raíces en el agua refrescante de su bondad.

Nos fortalece la confianza en que su amor inalterable hacia nosotros nunca fallará.

Al final, Dios arreglará todas las cosas.

Confiar en que Él convertirá nuestra tristeza en un beneficio y que utilizará el sufrimiento para que maduremos nos da poder para llevar fruto en una tierra seca y sedienta.

Señor, gracias por no dejarme solo en el calor abrasador de la vida.

¡Colocaré las raíces de mi confianza en el río de tus promesas infalibles y tu amor inalterable!

Echa raíces junto al río de la bondad de Dios.

Comentarios

NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

¿Qué significa “pero yo y mi casa serviremos al Señor” en Josué 24:15?

La afirmación "Pero yo y mi casa serviremos al Señor" suele estar impresa en placas con las que se adornan los hogares de los cristianos de hoy.  Es una afirmación del compromiso de la familia de servir al Señor.  Esa lealtad familiar no es una aplicación incorrecta del texto, aunque tenía connotaciones ligeramente diferentes en la época de Josué. Por primera vez, Dios hizo un pacto con Israel en el Sinaí. Explicó lo que requería, y el pueblo dijo que lo haría.  Este tipo de pactos era común entre los vasallos y los soberanos de la época. El soberano se comprometía a proteger y mantener a los vasallos, y los vasallos se comportarían de manera que reflejaran un buen comportamiento hacia el soberano. Si los vasallos se rebelaban, el soberano se volvía contra ellos y los castigaba.  En el Sinaí, el soberano no es un rey humano, sino Dios mismo. Dios le dijo a Israel lo que esperaba de ellos (Éxodo 20-23), y luego el pueblo se comprometió a hacerlo (Éxodo 24). Por supues...