Como instruir a la iglesia de Dios?
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de El. 1 de Juan 5: 1.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El. Romanos 8: 16-17.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. 1 de Juan 3: 14.
Lectura Bíblica: 2 Timoteo 2:15.
Introducción
Se exhorta de nuevo a Timoteo a la perseverancia en la fe, a cumplir con el deber de un fiel siervo del Señor al usar rectamente la Palabra del Señor, y a evitar las vanas y profanas palabras.
Generalidades
Pablo describe al ministro ideal, 2 Timoteo 2:1-6.
El ministro es un fiel maestro, 2 Timoteo 2:1-2.
El ministro es un buen soldado, 2 Timoteo 2:3-4.
El ministro es un atleta victorioso, 2 Timoteo 2:5.
El ministro es un diligente labrador, 2 Timoteo 2:6.
1. Vivir como obrero que no tiene de qué avergonzarse.
¿Cuáles son los motivos de vergüenza?
Mal testimonio
Contiendas
Griterías
Negocios ilícitos
Otros
“Procura con diligencia”
Del Griego spoudàzo, “apresurar”, “esforzarse”, “ser diligente”. Pablo le recuerda a Timoteo que sólo un ministro fervoroso y diligente puede representar correctamente a su Señor y cumplir la difícil misión que se le ha encomendado.
“Presentarte”
Gr. parístemi, “colocar al lado”, “presentarse”. Mientras el cristiano trabaja con sus prójimos y para ellos, siempre debe recordar que los ojos de Dios están fijos en él. Es a Dios a quien el cristiano finalmente debe satisfacer.
“Aprobado”
El misionero cristiano debe ser conocido por todos por su vida impecable y la forma positiva y optimista con que hace frente a los diversos problemas de la vida.
“Obrero”
Como el oficio de Pablo era hacer tiendas (ver comentario Hechos 18:3), sabía bien cuán importante era que un obrero trabajara tan bien que no tuviera que "avergonzarse" de su obra.
2. Usar bien la Palabra
“Usa bien”
Literalmente “que corta rectamente”; quizás de la experiencia de Pablo en la confección de tiendas. Se habla aquí de un trabajo bien hecho; “que maneja con precisión” (BA). Las verdades de la Biblia deben interpretarse correctamente para que ninguna de sus partes contradiga en nada la enseñanza total presentada por las Sagradas Escrituras. Debe darse a cada pasaje su verdadero significado, así como cada corte o costura de la tienda debe hacerse con precisión, pues de lo contrario la tienda no sería fuerte ni tendría buen aspecto. Pablo amonesta (versículo 14) contra contiendas “sobre palabras”, un ejemplo del uso indebido de las Escrituras. “Cortar rectamente” la Biblia significa que cada fase de la verdad debe recibir su debido énfasis. Lo que sea inaplicable y de segunda importancia, debe subordinarse a los principios que en realidad preparan a los hombres para vencer el pecado y los capacitan para vivir triunfalmente en Cristo.
“La Palabra de verdad”
Es decir, la palabra que constituye la verdad: las Escrituras (ver Efesios 1:13).
La palabra de verdad se define aquí como el “evangelio de vuestra salvación” (cf. Romanos 1: 16). Se nos insta a tomar en serio esta palabra (Marcos 4: 24), a recibirla con humildad (Santiago 1: 21) y con fe (Hebreos 4: 2), porque es el medio para obtener vida eterna. Existen diversas teorías filosóficas acerca de la naturaleza de la verdad. Sin embargo, en las Sagradas Escrituras se concibe como estrechamente vinculada con la salvación del ser humano. Según este último concepto, “verdad” es mucho más que una simple colección de afirmaciones que, como es obvio, no pueden tener en sí mismas la salvación. Finalmente, la verdad debe llevarnos a Aquel que es “el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14: 6).
Todo impulso noble que surge en el alma, ya sea de cristianos o de paganos, deriva de esa fuente. Para que haya una verdadera recepción de la verdad, es necesaria la influencia del Espíritu Santo (1 Corintios 2: 12 -15). La palabra escrita o hablada, como la semilla que cae en tierra poco fértil, no tiene poder para cambiar la vida a menos que esté acompañada por la Palabra viviente.
3. “Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad”. (2 Timoteo 2:16)
“Evita” o “apártate de” (ver Tito 3:9)
Las fantasías y los temas triviales deben considerarse como indignos de ocupar el tiempo del fiel cristiano. El siervo de Cristo debe dar la espalda a la palabrería.
“Profanas y vanas palabrerías”. (Cf. 1 Timoteo 6:20)
Evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas. Es decir, dejando de lado las conversaciones livianas y de poca monta. Una manera de conservar la pureza y el poder del Evangelio, consiste en evitar los temas triviales, y usar el tiempo para enseñar la verdad sin ocuparse de cosas livianas. Así termina Pablo su carta (1Timoteo), resumiendo el tema comenzado en el capítulo 1: 3-7.
“Conducirán”
¿Quiénes conducirán? Las “vanas palabrerías” o los que enseñan esas vanidades. Recordemos que no debemos ser piedras de tropiezos a nuestros hermanos, sino siervos de Dios que cuando hablamos sea sólo para edificarnos mutuamente en el Señor Jesucristo.
“Más y más”
El manejo indebido de la Palabra de Dios siempre causa un daño grave tanto al maestro insensato como al conjunto de la iglesia. Sólo la verdad conduce a la piedad y a la armonía entre los miembros de la iglesia.
4. “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”
“Huye”. cf. 1 Timoteo 6: 11
Pablo aplica los amplios principios presentados en 2 Timoteo 2:21. Explica la naturaleza de un “instrumento para honra”.
“Pasiones”
Gr. epithumía, “deseos” (ver comentario Marcos 4:1g; Santiago 1:14). La agresividad impaciente y otras características tan frecuentemente reveladas por los jóvenes, están implícitas aquí. Ejemplo: la ironía, el descontento, la amargura, la pereza, lascivia, la vanidad, la mentira, la irreverencia, la rebeldía, el egoísmo, la impulsividad, la glotonería, el orgullo, el espíritu competitivo, etc.
“Corazón limpio”
Esto es, los que se han apartado “de iniquidad” (versículo 19), los que se han limpiado (versículo 21). Este cuadro cuádruple –“Justicia”, “fe”, “amor”, “paz”- describe la vida “santificada” (versículo 21) que puede alcanzar cada cristiano cuando es capacitado por Dios (ver comentario Romanos 6:19).
5. No debe ser contencioso. (Versículos 24-26)
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”.
“Siervo”
Gr. dóulos, “esclavo” (ver comentarios Juan 5:34; Romanos 1:1). Pablo se refiere especialmente al ministro cristiano. O “no le conviene altercar” (BJ, NC). El tiempo del ministro es demasiado valioso para que lo malgaste en “cuestiones necias e insensatas” (versículo 23). Además, debe dar un buen ejemplo a los miembros de su iglesia poniendo énfasis a lo que es esencial para el cristiano: la edificación del carácter. El ser amable con todos. Es decir, los que son miembros de la iglesia y los que no lo son.
"Apto para enseñar"
Cf. 1 Timoteo 3:2. El que ministra la Palabra debe demostrar que es apto para enseñar.
"Sufrido"
Hermanos y hermanas, no es nada fácil cumplir la obra ministerial, nunca lo fue ni lo será; proseguirá hasta su misma culminación. Se sufre frío, calor y hambre. Ser sufrido implica ser “indulgente”, “capaz de soportar malos tratos”, así como Cristo los soportó para salvarnos de nuestros pecados.
“Mansedumbre”
Cf. Mateo 5:5. El “siervo del Señor” enseñará a otros como lo hizo su Maestro. Los de escasa instrucción quedaban cautivados por la buena voluntad de Cristo para ponerse al nivel de los humildes. Aunque Jesús hablaba con fervor y autoridad, nunca desconcertaba a sus oyentes ni ejercía presión sobre ellos. Amablemente variaba su presentación de la verdad para adecuarla a sus oyentes. Los educados y los ignorantes eran atraídos por su amor y simpatía, porque sentían que Cristo se identificaba con sus necesidades e intereses. Debemos corregir a los que se equivocan con mansedumbre.
“A los que se oponen”
Los que toman la actitud de oponerse a la verdad.
“Arrepientan”
En el texto griego el sustantivo metánoia, “cambio de mente” (ver comentario Mateo 3:2). En vez de oponerse a los principios del evangelio como lo hacían antes, los que experimentan este cambio mental responden con todo su ser a las súplicas del Espíritu de Dios y al “amable”, “sufrido” y “humilde” “siervo del Señor” (versículo 24).
“Conocer”
O “conocer plenamente”, “conocer correctamente”. Los que se han arrepentido han presenciado en las vidas de los maestros cristianos los resultados reales de obedecer a la verdad. Reconocen que la verdad es la única respuesta satisfactoria a los problemas humanos.
Las amonestaciones de todo líder o dirigente de una iglesia; de todo pastor debe ser firme y con mansedumbre, pero nunca debe ni transigir ni consentir el pecado o la apostasía de los demás. Por eso leemos a Elena G. de White la siguiente declaración: “Aquellos que no tienen suficiente valor para reprender el mal, o que por indolencia o falta de interés no hacen esfuerzos fervientes para purificar la familia o la iglesia de Dios, son considerados responsables del mal que resulte de su descuido del deber. Somos tan responsables de los males que hubiéramos podido impedir en otros por el ejercicio de la autoridad paternal o pastoral, como si hubiésemos cometido los tales hechos nosotros mismos” (Patriarcas y Profetas, páginas 624, 625).
Conclusión
Todo obrero de Dios debe:
Vivir su cristianismo sin tener nada de qué avergonzarse.
Usar bien la Palabra.
Evitar el ejercicio de vanas palabrerías y profanas (mundanas).
Huir de las pasiones juveniles, y debe evitar el ser contencioso con todos, tanto con los hermanos como con los que no son de nuestra fe.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Juan 10: 27-29.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él. Juan 3:36.
En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. Juan 5: 24.
_______________________________________________________________
Follow on Facebook TBM-Missions: https://www.facebook.com/roberto.bonillacea Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de El. 1 de Juan 5: 1.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El. Romanos 8: 16-17.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. 1 de Juan 3: 14.
Lectura Bíblica: 2 Timoteo 2:15.
Introducción
Se exhorta de nuevo a Timoteo a la perseverancia en la fe, a cumplir con el deber de un fiel siervo del Señor al usar rectamente la Palabra del Señor, y a evitar las vanas y profanas palabras.
Generalidades
Pablo describe al ministro ideal, 2 Timoteo 2:1-6.
El ministro es un fiel maestro, 2 Timoteo 2:1-2.
El ministro es un buen soldado, 2 Timoteo 2:3-4.
El ministro es un atleta victorioso, 2 Timoteo 2:5.
El ministro es un diligente labrador, 2 Timoteo 2:6.
1. Vivir como obrero que no tiene de qué avergonzarse.
¿Cuáles son los motivos de vergüenza?
Mal testimonio
Contiendas
Griterías
Negocios ilícitos
Otros
“Procura con diligencia”
Del Griego spoudàzo, “apresurar”, “esforzarse”, “ser diligente”. Pablo le recuerda a Timoteo que sólo un ministro fervoroso y diligente puede representar correctamente a su Señor y cumplir la difícil misión que se le ha encomendado.
“Presentarte”
Gr. parístemi, “colocar al lado”, “presentarse”. Mientras el cristiano trabaja con sus prójimos y para ellos, siempre debe recordar que los ojos de Dios están fijos en él. Es a Dios a quien el cristiano finalmente debe satisfacer.
“Aprobado”
El misionero cristiano debe ser conocido por todos por su vida impecable y la forma positiva y optimista con que hace frente a los diversos problemas de la vida.
“Obrero”
Como el oficio de Pablo era hacer tiendas (ver comentario Hechos 18:3), sabía bien cuán importante era que un obrero trabajara tan bien que no tuviera que "avergonzarse" de su obra.
2. Usar bien la Palabra
“Usa bien”
Literalmente “que corta rectamente”; quizás de la experiencia de Pablo en la confección de tiendas. Se habla aquí de un trabajo bien hecho; “que maneja con precisión” (BA). Las verdades de la Biblia deben interpretarse correctamente para que ninguna de sus partes contradiga en nada la enseñanza total presentada por las Sagradas Escrituras. Debe darse a cada pasaje su verdadero significado, así como cada corte o costura de la tienda debe hacerse con precisión, pues de lo contrario la tienda no sería fuerte ni tendría buen aspecto. Pablo amonesta (versículo 14) contra contiendas “sobre palabras”, un ejemplo del uso indebido de las Escrituras. “Cortar rectamente” la Biblia significa que cada fase de la verdad debe recibir su debido énfasis. Lo que sea inaplicable y de segunda importancia, debe subordinarse a los principios que en realidad preparan a los hombres para vencer el pecado y los capacitan para vivir triunfalmente en Cristo.
“La Palabra de verdad”
Es decir, la palabra que constituye la verdad: las Escrituras (ver Efesios 1:13).
La palabra de verdad se define aquí como el “evangelio de vuestra salvación” (cf. Romanos 1: 16). Se nos insta a tomar en serio esta palabra (Marcos 4: 24), a recibirla con humildad (Santiago 1: 21) y con fe (Hebreos 4: 2), porque es el medio para obtener vida eterna. Existen diversas teorías filosóficas acerca de la naturaleza de la verdad. Sin embargo, en las Sagradas Escrituras se concibe como estrechamente vinculada con la salvación del ser humano. Según este último concepto, “verdad” es mucho más que una simple colección de afirmaciones que, como es obvio, no pueden tener en sí mismas la salvación. Finalmente, la verdad debe llevarnos a Aquel que es “el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14: 6).
Todo impulso noble que surge en el alma, ya sea de cristianos o de paganos, deriva de esa fuente. Para que haya una verdadera recepción de la verdad, es necesaria la influencia del Espíritu Santo (1 Corintios 2: 12 -15). La palabra escrita o hablada, como la semilla que cae en tierra poco fértil, no tiene poder para cambiar la vida a menos que esté acompañada por la Palabra viviente.
3. “Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad”. (2 Timoteo 2:16)
“Evita” o “apártate de” (ver Tito 3:9)
Las fantasías y los temas triviales deben considerarse como indignos de ocupar el tiempo del fiel cristiano. El siervo de Cristo debe dar la espalda a la palabrería.
“Profanas y vanas palabrerías”. (Cf. 1 Timoteo 6:20)
Evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas. Es decir, dejando de lado las conversaciones livianas y de poca monta. Una manera de conservar la pureza y el poder del Evangelio, consiste en evitar los temas triviales, y usar el tiempo para enseñar la verdad sin ocuparse de cosas livianas. Así termina Pablo su carta (1Timoteo), resumiendo el tema comenzado en el capítulo 1: 3-7.
“Conducirán”
¿Quiénes conducirán? Las “vanas palabrerías” o los que enseñan esas vanidades. Recordemos que no debemos ser piedras de tropiezos a nuestros hermanos, sino siervos de Dios que cuando hablamos sea sólo para edificarnos mutuamente en el Señor Jesucristo.
“Más y más”
El manejo indebido de la Palabra de Dios siempre causa un daño grave tanto al maestro insensato como al conjunto de la iglesia. Sólo la verdad conduce a la piedad y a la armonía entre los miembros de la iglesia.
4. “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”
“Huye”. cf. 1 Timoteo 6: 11
Pablo aplica los amplios principios presentados en 2 Timoteo 2:21. Explica la naturaleza de un “instrumento para honra”.
“Pasiones”
Gr. epithumía, “deseos” (ver comentario Marcos 4:1g; Santiago 1:14). La agresividad impaciente y otras características tan frecuentemente reveladas por los jóvenes, están implícitas aquí. Ejemplo: la ironía, el descontento, la amargura, la pereza, lascivia, la vanidad, la mentira, la irreverencia, la rebeldía, el egoísmo, la impulsividad, la glotonería, el orgullo, el espíritu competitivo, etc.
“Corazón limpio”
Esto es, los que se han apartado “de iniquidad” (versículo 19), los que se han limpiado (versículo 21). Este cuadro cuádruple –“Justicia”, “fe”, “amor”, “paz”- describe la vida “santificada” (versículo 21) que puede alcanzar cada cristiano cuando es capacitado por Dios (ver comentario Romanos 6:19).
5. No debe ser contencioso. (Versículos 24-26)
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”.
“Siervo”
Gr. dóulos, “esclavo” (ver comentarios Juan 5:34; Romanos 1:1). Pablo se refiere especialmente al ministro cristiano. O “no le conviene altercar” (BJ, NC). El tiempo del ministro es demasiado valioso para que lo malgaste en “cuestiones necias e insensatas” (versículo 23). Además, debe dar un buen ejemplo a los miembros de su iglesia poniendo énfasis a lo que es esencial para el cristiano: la edificación del carácter. El ser amable con todos. Es decir, los que son miembros de la iglesia y los que no lo son.
"Apto para enseñar"
Cf. 1 Timoteo 3:2. El que ministra la Palabra debe demostrar que es apto para enseñar.
"Sufrido"
Hermanos y hermanas, no es nada fácil cumplir la obra ministerial, nunca lo fue ni lo será; proseguirá hasta su misma culminación. Se sufre frío, calor y hambre. Ser sufrido implica ser “indulgente”, “capaz de soportar malos tratos”, así como Cristo los soportó para salvarnos de nuestros pecados.
“Mansedumbre”
Cf. Mateo 5:5. El “siervo del Señor” enseñará a otros como lo hizo su Maestro. Los de escasa instrucción quedaban cautivados por la buena voluntad de Cristo para ponerse al nivel de los humildes. Aunque Jesús hablaba con fervor y autoridad, nunca desconcertaba a sus oyentes ni ejercía presión sobre ellos. Amablemente variaba su presentación de la verdad para adecuarla a sus oyentes. Los educados y los ignorantes eran atraídos por su amor y simpatía, porque sentían que Cristo se identificaba con sus necesidades e intereses. Debemos corregir a los que se equivocan con mansedumbre.
“A los que se oponen”
Los que toman la actitud de oponerse a la verdad.
“Arrepientan”
En el texto griego el sustantivo metánoia, “cambio de mente” (ver comentario Mateo 3:2). En vez de oponerse a los principios del evangelio como lo hacían antes, los que experimentan este cambio mental responden con todo su ser a las súplicas del Espíritu de Dios y al “amable”, “sufrido” y “humilde” “siervo del Señor” (versículo 24).
“Conocer”
O “conocer plenamente”, “conocer correctamente”. Los que se han arrepentido han presenciado en las vidas de los maestros cristianos los resultados reales de obedecer a la verdad. Reconocen que la verdad es la única respuesta satisfactoria a los problemas humanos.
Las amonestaciones de todo líder o dirigente de una iglesia; de todo pastor debe ser firme y con mansedumbre, pero nunca debe ni transigir ni consentir el pecado o la apostasía de los demás. Por eso leemos a Elena G. de White la siguiente declaración: “Aquellos que no tienen suficiente valor para reprender el mal, o que por indolencia o falta de interés no hacen esfuerzos fervientes para purificar la familia o la iglesia de Dios, son considerados responsables del mal que resulte de su descuido del deber. Somos tan responsables de los males que hubiéramos podido impedir en otros por el ejercicio de la autoridad paternal o pastoral, como si hubiésemos cometido los tales hechos nosotros mismos” (Patriarcas y Profetas, páginas 624, 625).
Conclusión
Todo obrero de Dios debe:
Vivir su cristianismo sin tener nada de qué avergonzarse.
Usar bien la Palabra.
Evitar el ejercicio de vanas palabrerías y profanas (mundanas).
Huir de las pasiones juveniles, y debe evitar el ser contencioso con todos, tanto con los hermanos como con los que no son de nuestra fe.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Juan 10: 27-29.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él. Juan 3:36.
En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. Juan 5: 24.
_______________________________________________________________
Follow on Facebook TBM-Missions: https://www.facebook.com/roberto.bonillacea Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV
Comentarios
Publicar un comentario