Preguntas básicas de la Enseñanza
Orientación
De la misma manera en que deseamos ser intencionales en la educación de nuestros alumnos, también debemos sostener razones específicas de por qué seleccionamos métodos y actividades específicos.
Nuestro sistema básico de postulados sobre la naturaleza del aprendizaje, las características de nuestros alumnos, los resultados que esperamos y los valores que sustentamos constituyen nuestra filosofía de educación.
En esta lección comenzará usted a organizar lo que ha aprendido sobre estos temas en una filosofía sistemática que puede compartir con los demás.
Objetivos de aprendizaje
Al final de esta lección, los participantes podrán
• Definir la “filosofía de educación.”
• Describir su propia filosofía de educación.
Filosofía educativa
Introducción
Hasta aquí, hemos estado trabajando en la base para la comprensión de lo que enseñamos. Ahora dedicaremos varias sesiones a la tarea de la enseñanza: qué significa enseñar, qué enseñamos, el contexto en que enseñamos. Pasaremos de lo básico a lo práctico.
Comenzaremos con los componentes claves de la enseñanza. Surgen preguntas antes de planificar la lección. Éstas se ubican en la categoría de filosofía de educación y el currículo. Su filosofía de educación representa sus valores personales y es la justificación de por qué enseña usted de la forma en que lo hace. El currículo es la declaración de lo que va a enseñar.
Todo maestro necesita pensar bien sobre estas preguntas porque ejercen un impacto sobre la forma en que enseñamos. Recordará que al principio del curso dijimos que todos los maestros tienen una filosofía de la educación. Quizá no le puedan decir cuál es, pero se la mostrarán por la forma en que enseñan. Quisiera que usted fuera uno de los que pueden decir a la gente lo que creen sobre la enseñanza.
Le voy a dar dos formas diferentes de pensar acerca de su filosofía de educación. Muchos educadores han sugerido diferentes formas de modelos de pensamiento, pero ninguno sirve para todos o cada caso. El modelo que seleccione usted debe serle útil en el diseño de programas de aprendizaje eficaces.
Al contestar las preguntas en estos modelos obtendrá su propia filosofía de educación.
Veamos cómo estas cinco preguntas se relacionan unas con otras.
Preguntas básicas sobre la enseñanza
¿Cuál creo yo es el propósito máximo del mundo, de la gente y la educación?
Pregunta 1 es el propósito máximo de la educación. ¿Por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo? Hay diferencia si mi meta máxima es la supervivencia, personal o colectiva, o la gloria de Dios. Los educadores sustentan diversas ideas sobre la meta máxima de lo que hacen. Esto forma su enseñanza.
¿Qué creo acerca de la gente y la forma en que aprenden?
Pregunta 2 es lo que creo sobre la gente en general, la naturaleza de la vida y la autoridad, cómo aprende la gente. ¿Acaso creo que la gente es buena básicamente? ¿O que han caído? ¿Cuál es la fuente de autoridad o verdad? ¿Cómo creo que la gente aprende y crece?
¿Cuáles resultados debe un programa educativo tratar de inculcar?
Pregunta 3 se refiere al tipo de metas o resultados que según yo debe producir la educación (en nuestro caso la educación cristiana). No debe confundirse ésta con la meta máxima. Esta caja es una lista de cualidades o resultados. Por ejemplo, hago la pregunta: “¿Cómo va a ser el graduado de esta escuela?” o bien “¿Cuáles características desplegará el alumno que concluya este programa?”
Pregunta 3 está conectada con la 1 y la 2. Las cualidades que deseamos producir dependen de lo que consideremos como meta máxima de la educación (y la vida) y también de lo que creemos acerca de la gente y la forma en que aprenden.
¿Cómo se producen mejor estos resultados?
Pregunta 4 pregunta sobre los métodos específicamente: “¿Cuáles son los métodos apropiados para alcanzar estos resultados? ¿Qué hace el maestro? ¿Qué enseña el aula misma? ¿Cuáles o cómo son las relaciones personales en el aula?” Es como si hubiera un puente invisible entre las preguntas 3 y 4. Quizá tenga una hermosa lista de expectativas que he desarrollado en la pregunta 3, pero si sólo enseño en la forma en que me enseñaron, mis métodos quizá contradigan los resultados que deseo lograr.
Por ejemplo, si deseo que los alumnos aprendan a estudiar la Palabra de Dios por ellos mismos (uno de los elementos de pregunta 3), pero si sólo les presento el tipo de estudio bíblico con el que me enseñaron mis maestros de escuela dominical (p. ej., el que es más un sermón con todas las respuestas correctas), entonces estoy enseñando a mis alumnos a ser dependientes en lugar de que estudien la Biblia por ellos mismos. Por mi método me estoy contradiciendo a mí mismo. Es necesario recordar que si hay conflicto entre su intención y su método, éste será más elocuente que aquella.
¿Cómo debo planear una lección o programa específico?
Pregunta 5, entonces, es el currículo específico. Es el plan de la lección para su estudio bíblico o su clase de escuela dominical. Es el resultado secundario de los resultados o cambios que desea producir en la vida de sus alumnos y los métodos que ha seleccionado para lograr mejores resultados.
“¿Qué sucede si no pensamos intencionalmente en estas cuatro cajas y nos concentramos sólo en la 5?” La respuesta es sencilla: Enseñamos de la forma en que nos enseñaron.
Veamos otra forma de pensar en su filosofía de educación. Es paralela a estas preguntas, pero ofrece otras preguntas útiles.
Componentes claves de la enseñanza
1. ¿Cuál es el propósito principal o meta de la enseñanza cristiana?
¿Cuáles son los resultados máximos que desea usted de la enseñanza?
Recuerde que he dicho que para mí la meta es la transformación de la vida por el evangelio en el poder del Espíritu. También me ha oído decir varias veces que todo ello debe afectar la vida total: mente, acciones, compromiso.
2. ¿Cuál es la fuente de autoridad en su enseñanza?
Dicho de otra manera: “¿Qué es la verdad?” o bien “¿Quién es la verdad?”
3. ¿Cuál es el punto de vista del maestro?
¿Qué desea decir acerca de la vida del maestro? ¿Qué desea decir acerca de la relación del maestro con la autoridad, los estudiantes u otros maestros? ¿Qué hace el maestro y cómo decide lo que va a hacer?
Por ello les dije que todos tenemos una filosofía y sólo tienen que observar ustedes por un poco de tiempo, para saber cuál es la filosofía.
4. ¿Cuál es el punto de vista del estudiante?
¿Quiénes son los estudiantes? ¿Cuál es la relación de los estudiantes con los otros participantes en el ambiente educativo? ¿Cuál es la relación del estudiante con la autoridad (la verdad)? Por ejemplo, ¿acaso el estudiante necesita siempre que el maestro sea capaz de comprender la verdad? No, particularmente entendemos que la verdad está en Jesucristo y se nos ha comunicado mediante el Espíritu Santo.
Permítame demostrarlo con una ilustración de la predicación. ¿Ha predicado alguna vez un sermón en el que ha notado que no era lo mejor y sólo deseaba concluir y salir sin hablar con nadie? Entonces alguien le dice que el Señor le habló a través de ese sermón. El Espíritu Santo obró a pesar de (no a través de) usted. Se debe a que los estudiantes tienen tanto acceso al poder del Espíritu Santo como lo tiene el maestro. Tenemos esperanza cuando enseñamos porque aunque tratamos de hacerlo de la mejor manera posible, no tenemos que ser perfectos. Aun cuando fracasamos, el Espíritu Santo de Dios sigue obrando.
¿Cuál es la relación de los estudiantes entre ellos mismos? ¿Veo la clase como un grupo de competencia o como una relación entre ellos para ayudarse mutuamente? Este punto de vista marcará la diferencia en la forma en que enseño. También debo preguntar cuán capaces creo que son. ¿Cómo aprenden? ¿Puedo asumir que no saben nada y están esperando que yo les diga todo? ¿O realmente creo que son capaces descubrir enseñanzas por ellos mismos?
5. ¿En cuál contexto ocurren la enseñanza y el aprendizaje?
• Contexto físico: Considere el tamaño del aula, el arreglo de los muebles, la luz y la temperatura. ¿Cómo deseo que sea el espacio de aprendizaje?
• Contexto organizacional: ¿Es este un contexto educativo formal con tareas y calificaciones? ¿Se requiere la asistencia de los alumnos? ¿O es más bien informal, como un estudio bíblico, donde se invita a la gente pero no se dan calificaciones ni se les cobran cuotas?
• Contexto relacional: ¿Qué tan bien se conocen unos a otros? Los momentos de compañerismo, de comer juntos o compartir bocadillos es importante para crear ambiente de comunión. ¿Cómo establecemos este mismo ambiente en el caso de los niños? El maestro debe conocer al niño por nombre. Los adultos deben demostrarles afecto –no necesariamente para que se porten bien, sino para crear un ambiente de buenas relaciones en el aula.
• Ambiente emocional: También existe un ambiente emocional en el aula. En ocasiones un aula se siente cálido (emocionalmente) e invitador. En otras se siente frío emocionalmente y no sabemos si queremos quedarnos. La música puede ayudar a crear un ambiente invitador.
• Ambiente cultural: Nos referimos a la cultura regional y local. Existe una cultura norteamericana, pero también hay diferencias de una iglesia a otra. El maestro debe entender la cultura de su aula.
• Contexto histórico: ¿Desde cuándo ha estado organizada la clase? ¿Por cuánto tiempo se han conocido los alumnos? ¿Qué han estudiado juntos? ¿Cuáles necesidades se han expresado? ¿Qué tipo de crecimiento ha ocurrido? Ya no estoy enseñando de la misma manera en que les enseñé el primer día de clases. Ya tenemos historia mutua.
6. ¿Cómo se ve el currículo?
¿Qué ha ocurrido en la clase? ¿Qué enseñamos? ¿Cómo lo enseñamos? ¿Qué hacen los alumnos, el maestro?
Al escribir un plan de una lección, no quiero que escriban sólo lo que dirán o un bosquejo de la clase. Más bien escriba el proceso por el que comunicará el contenido. El currículo es más que el material impreso que dio a los alumnos. Significa todo lo que ocurre en ese ambiente.
Escriba el proceso por el que se comunicará el contenido. El currículo es más que el simple material impreso que reparte a los alumnos. Significa todo lo que ocurre en su ambiente.
7. Evaluación
¿Cómo sabemos que nos movemos en dirección de nuestro propósito y meta principal? Esta pregunta está relacionada con la primera. Necesitamos hacer preguntas críticas de cada etapa del currículo. Si nos damos cuenta de que algo no está funcionando, podemos preguntar si lo estamos haciendo en la forma correcta. Si estamos haciendo todo bien pero no está funcionando, ¿acaso los métodos no son los correctos en este contexto? Quizá hemos hecho las asunciones incorrectas acerca de los estudiantes. Quizá tengamos que regresar al principio y reevaluar nuestros propósitos y metas. Quizá le hemos apuntado a la meta incorrecta.
Resumen
Les he dado siete preguntas cruciales. Si las consideran y piensan en las cinco preguntas, tendrán una filosofía de enseñanza completa. Con estas sencillas preguntas pueden ayudar a todos en cualquier nivel a comprender una filosofía de la enseñanza.
Repaso
A manera de repaso, consulte los objetivos de aprendizaje que incluimos al principio de esta lección. ¿Puede usted ahora...
• Definir la “filosofía de educación”?
• Describir su propia filosofía de educación?
Hacia adelante
Al implementar su filosofía de educación, la filosofía que siga dictará un currículo específico y método de enseñanza. En la siguiente clase examinaremos dos filosofías de educación y cómo éstas llevan diferentes modelos de aprendizaje. Se les llama el modelo de fábrica y de la flora silvestre.
Asignación de tareas
Reflexione sobre la forma en que le enseñaron a usted. Seleccione una experiencia de educación cristiana positiva que tuvo como estudiante. ¿Qué le dice esa experiencia a usted acerca del punto de vista del maestro sobre sus estudiantes? ¿En qué forma el “libre albedrío” de los estudiantes afecta sus metas principales como maestros cristianos?
Resumen final
Después de la conclusión de la actividad, haga la siguiente pregunta: ¿Por qué hicimos lo que hicimos cuando lo hicimos?
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