Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¿Cómo se aprende la humildad?

Santiago 1: 9-10 “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.” (RVR1960)

Estos versículos nos presentan una incógnita.

¿Cómo es posible que el pobre, el hermano de condición humilde, se sienta orgulloso de su alta dignidad? 

De igual forma, ¿cómo puede el rico sentirse orgulloso de su humilde condición? 

Santiago nos quiere poner a pensar. Si consideramos su mensaje, él nos está enseñando a ver más allá de los valores humanos.
 
La primera clave para aprender la humildad es, reconocer lo que realmente importa, en lugar de aceptar el sistema de valores del mundo. 

Si eres parte de la familia de Dios - si eres "hermano" - sin importar cuál sea tu condición económica, tienes motivo para sentirte contento contigo mismo.
 
No tiene que ver con tus logros ante el mundo, ni con tu nivel económico, ni con las metas que hayas alcanzado; tiene que ver con el amor que Dios tiene por ti, y el hecho de que has sido creado a su imagen y semejanza. 

Si tienes alguna posición en el mundo, tendrás que recordar que ante Dios, eso no vale para nada. Tendrás que encontrar valor en tu humilde condición ante Dios.

En cambio, si no tienes ningún renombre en el mundo, podrás gozarte en tu posición exaltada ante el Señor. Juan Flavel dijo: “Los que conocen a Dios serán humildes, y los que se conocen a sí mismos no podrán ser orgullosos.” 

Si el primer paso en aprender la humildad es reconocer lo que realmente importa, el segundo es reconocer y contemplar al Señor.

Santiago nos enseña esto en Santiago 4:10 “Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.” (NVI) Existe una falsa humildad, una imitación de esta virtud. 

Esta es la persona que constantemente reduce el valor de sus logros, esperando a la vez que otro los exponga. 

Una persona verdaderamente humilde no se preocupa por lo que dirán los demás, ya que su enfoque esta en lo que Dios piensa de el o de ella...... 

Conforme más tiempo pasemos en la presencia de Dios, aprendiendo de Él, adorándole a Él, conociéndole a Él, más humildes llegaremos a ser. 

Si queremos entender lo que realmente nos dará valor en la vida, tenemos que valorar el tiempo con el Señor. La adoración es una gran humillación.

Conforme más contemplemos Su grandeza, Su amor, Su perfección, más nos iremos dando cuenta de nuestra insignificancia. 

La Biblia nos presenta esta perspectiva; Salmo 84:10 “Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos.” (NVI) 

Es mejor servir en la casa del Señor, que ser jefe en la casa del enemigo. Es mejor ser portero en el templo de Dios que sentarse a la mesa con los malvados.

Cuando estamos ante Dios, cuando llegamos a sentir su presencia y su poder, nos damos cuenta de lo realmente insignificantes que somos. 

Nos damos cuenta del milagro de su amor y su atención por nosotros, y no podemos hacer más que adorar. 

De aquí nace la humildad - la humildad que Dios busca y galardona.

Conclusión

Cuando el famoso líder cristiano Sadhu Sundar Singh dejó su nativa India para hacer un giro mundial, predicando el evangelio. Alguien le preguntó: ¿No le hace daño, el hecho de que recibe tanto honor? 

La respuesta del Sadhu fue: “No. El asno entró en Jerusalén, y la gente tendió sus mantos frente a él para que los pisara. El asno no se enorgulleció. 

Él sabía que no era para honrarle a él, sino para Jesús, quien iba montado sobre él. Cuando la gente me honra, sé que no es a mí a quien honran, sino a mi Señor, quien hace el trabajo.”

Ojalá podamos todos aprender a imitar la humildad de Cristo y de sus siervos. Sólo así triunfaremos.

_________________________________________________________________
Follow on Facebook TBM-Missions: https://www.facebook.com/roberto.bonillacea
Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV

Comentarios

NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

"¿Debe o no, una iglesia dar el diez por ciento de las ofrendas que recibe?"

"¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo?" Diezmar / ofrendar debe ser un gozo, una bendición.  Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy. Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan dia a dia. En muchas iglesias locales ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica tocante a ofrendar al Señor. Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo / templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer ( Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2 Crónicas 31:5 ).  El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar.  Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia ( 1 Corintios 16:1-2 ). El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un cierto porcent...

La inutilidad de resistir a Dios

¿Por qué es tan difícil resistirse al chocolate y tan fácil resistirse a Dios? Imagina esta situación: llevas unos días siguiendo una dieta y por casualidad descubres una caja llena de bombones de chocolate en la despensa. Tentador, ¿no? Solo saber que los bombones están ahí puede cambiar la forma en que afrontas tu alimentación. En cierto modo, este descubrimiento empieza a jugar en tu contra. Llega la noche y no puedes resistir más. Te comes un chocolate. «Es solo uno, antes de la dieta me comía varios», razonas. ¡Rompiste tu dieta! Ahora, piensa en otra situación: unos hermanos te invitan a participar en un evento de evangelización durante la noche. Al pensar en la hora, te das cuenta de que será un gran esfuerzo ir después del trabajo. Entonces los hermanos te recuerdan que el día siguiente es día de fiesta, y tú recuerdas que necesitas cenar temprano. Los hermanos sugieren que cenes con ellos, pero te mantienes firme y dices que has estado evitando comer fuera. Después de insisti...