La respuesta a esta pregunta, específicamente es NO,
la Biblia no dice que el matrimonio interracial está mal.
Una persona debería ser juzgada por su naturaleza, no por el color de la piel.
Todos deberíamos ser cuidadosos de no mostrar favoritismos, tampoco ser prejuiciosos o racistas con otros (Santiago 2:1-10, vea especialmente los versículos 1 y 9).
El estándar de un hombre o una mujer cristianos para seleccionar un compañero, siempre debería ser; tomar en cuenta si la persona en la que están interesados es cristiana (2ª Corintios 6:14), alguien nacida de nuevo por la fe en Jesucristo (Juan 3:3-5). El estándar bíblico para escoger un cónyuge es la fe en Cristo, no el color de la piel.
El matrimonio no es cuestión de decir que esto es correcto o erróneo, sino que es un asunto de sabiduría, discernimiento y oración.
La única razón por la que el matrimonio de diferentes nacionalidades debería ser considerado cuidadosamente, es por las dificultades que podría experimentar una pareja de diferentes razas, a causa del grado de aceptación de parte de los que le rodean.
Muchas parejas experimentan discriminación y burla, a veces aún de sus propias familias.
Algunas parejas experimentan dificultades cuando sus hijos tienen tonos de piel diferentes al de los padres y/o hermanos.
Una pareja necesita tomar en consideración estas cosas y estar preparada, antes de tomar la decisión de casarse.
Nuevamente, la única restricción bíblica puesta sobre un cristiano con respecto al matrimonio, es si la otra persona es un miembro del Cuerpo de Cristo.
Nuevamente, la única restricción bíblica puesta sobre un cristiano con respecto al matrimonio, es si la otra persona es un miembro del Cuerpo de Cristo.
Respuesta: La ley del Antiguo Testamento ordenaba a los israelitas no comprometerse en un matrimonio de diferentes razas (Deuteronomio 7:3-4).
La razón era que los israelitas serían desviados de en pos de Dios si se casaban con adoradores de ídolos, paganos, o bárbaros.
Un principio similar se expone en el Nuevo Testamento, pero a un nivel muy diferente.
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque
¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?
¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (2ª Corintios 6:14).
Es justo como a los Israelitas (creyentes en el único Dios verdadero), que se les ordenó que no se casaran con incrédulos.
El libro está escrito de una forma amena, coloquial y de fácil lectura, para así llegar a un público más amplio y no solamente al especializado en vinos. Siendo esta una de las claves para poder conseguir este prestigioso premio, ya que según las palabras del jurado “es un libro original, universal y muy interesante”. Por una vez, la clásica confusión entre enología y etnología tiene razón de ser. Homepage
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