Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

El Señor no nos llama a ser criticones.



Aportacion de: Ben Ayala


Como muchos, cuando leo un periódico o una revista, detecto los erores de ortografía y de gramática. (Lo notaste, ¿no?). 

No estoy tratando de encontrar errores; ¡me saltan a la vista! 

Mi reacción habitual es criticar la publicación y a las personas que la producen: «¿Por qué no usan el corrector automático o contratan a alguien que revise el texto?».


Tal vez te suceda lo mismo en tu especialidad. A menudo, parece ser que, cuanto más sabemos de algo, más críticos nos volvemos ante los errores, y esto puede afectar nuestra relación con la gente.


Sin embargo, en Filipenses 1:9, Pablo presenta un enfoque diferente: «Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento». 


El plan de Dios es que, cuanto más sepamos y entendamos, tanto más amemos. En lugar de desarrollar un espíritu crítico y simular que no notamos algo o que no nos importa, el conocimiento debería fomentar la empatía. 

                     La compasión reemplaza a la crítica.

El Señor no nos llama a ser criticones, sino a ser «llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios» (v. 11).


Cuando el Señor llena nuestro corazón, podemos refrenar las críticas y amar a los demás, ¡sin importar cuánto sepamos de ellos!



Oremos: 

     "Señor, ayúdame a amar y ser compasivo, en vez de criticar."

              "Errar es humano; perdonar es divino."  

~~~~~
~~

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...