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Tránslate / Traducción

Jesús nos ama, nos recibe con agrado y nos llama a seguirlo.

Los gimnasios ofrecen diferentes programas para quienes desean adelgazar o mantenerse saludables. 
Hay uno que otro que solo se ocupan de personas que quieren perder, como mínimo, unos veinte kilos y desarrollar una vida sana. 

Un amigo que asistía a uno de esos gimnasios dijo que no iba más porque sentía que algunos lo miraban y criticaban su cuerpo que estaba fuera de forma. 

El ahora hace ejercicio cinco días por semana y está logrando sus objetivos en un entorno mas positivo y mas acogedor.

Hace mas de 2000 años, 

Jesús vino a invitar a que lo siguieran aquellos que estaban espiritualmente "fuera de forma".

Leví fue uno de ellos. Jesús lo vio en el lugar donde cobraba impuestos, y le dijo: «Sígueme» (Marcos 2:14).

Sus palabras lo cautivaron, y Leví lo siguió. (Los cobradores de impuestos solían ser codiciosos y deshonestos, y se los consideraba ritualmente impuros.)

Cuando los líderes religiosos vieron que Jesús comía en su casa, preguntaron: «¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?» (v. 16). 

Jesús respondió: «No he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (v. 17).

Jesús vino a salvar a los pecadores, incluidos tú y yo.

Nos ama, nos recibe con agrado y nos llama a seguirlo.

A medida que caminamos con Él, nuestra condición espiritual mejora cada vez más.


Oremos:
"Señor, quiero ayudar a otros
a mejorar espiritualmente."
Amen !

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