Porque la porción del Señor es su pueblo; Jacob es su herencia asignada. Lo halló en una tierra desolada, en la rugiente soledad del yermo. Lo protegió y lo cuidó; lo guardó como a la niña de sus ojos.
-- Deuteronomio 32:9-10
Los versículos de hoy son parte del conocido cántico de Moisés.
En este, oímos sobre la protección de Dios y cómo él nos sostiene en sus cuidadosas manos.
Dios nos protege como a la pupila (o niña) de sus ojos.
¿Alguna vez has pensado sobre esto?
La pupila es una parte sensible de nuestros ojos que recibe la protección constante del resto del cuerpo.
Tan pronto algo amenaza nuestros ojos los párpados se cierran por reflejo, giramos el rostro, lo protegemos con la mano, las lágrimas brotan, etc.
Todo el cuerpo reacciona para proteger un pequeño órgano.
Esa es una ilustración interesante de cómo nuestro Dios nos ama en Cristo y nos protege totalmente en medio de cualquier circunstancia.
Si confías tu vida única y exclusivamente al Señor, te encuentras guardado en sus manos poderosas.
Nuestro socorro y protección vienen del Señor que creó los cielos y la tierra.
Él es poderoso para dar descanso a tu corazón y proteger tu andar aun cuando el camino se torne difícil.
Protegido por Dios como la niña de sus ojos
Medita en este pasaje de la Biblia y piensa sobre la protección de Dios.
¡Confía!
Dios es superior a todas las cosas en este mundo y él cuida de ti.
Ora y deposita tu confianza en el cuidado del Señor sobre tu vida.
Da gracias a Dios constantemente.
Dios nos libra de muchas cosas que ni siquiera podemos imaginar.
Lee y estudia la Biblia.
Busca conocer más a Dios a través de su Palabra.
¡El Señor te protege!
Él nos trata con cariño, nos da gracia, consuelo y paz.
¡Créelo!
Para orar:
Señor Dios,
¡es tan bueno saber que tú cuidas de nosotros!
Gracias por la protección que nos das diariamente.
Nos guardas y nos defiendes de todas las amenazas que surgen como a la niña de tus ojos...
Ayúdame a confiar más en ti, Señor.
Tú eres un Padre amoroso que cuida y libra a sus hijos en Jesús.
Enséñame a conocerte mejor a través de tu Palabra y a amarte más.
En el nombre de Jesús, amén.
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