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Tránslate / Traducción

Dios tiene la energía que necesitas



En el ajetreo de la vida cotidiana, muchas veces nos encontramos agotados y sin fuerzas para afrontar los retos que se nos presentan. Sin embargo, la Palabra de Dios nos recuerda en Isaías 40:30-31:

Aun los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes tropiezan y caen. Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. (Isaías 40:30-31)

Este pasaje bíblico nos asegura que, incluso cuando nuestras energías físicas y mentales se agotan, Dios es la fuente inagotable de renovación. 

Él es la fuerza que nos sostiene hasta en los momentos más difíciles. 

Cuando confiamos en él y ponemos nuestra esperanza en él, recibimos fortaleza sobrenatural.

Dios no solo nos da la fuerza para enfrentar los obstáculos, sino que también nos fortalece para superarlos. Confiar en el Señor nos proporciona resistencia para perseverar ante la adversidad.

En medio del cansancio y el desánimo, recuerda que Dios es la fuente de energía que necesitas. Pon tu confianza en él, espera en él y experimenta la renovación de tus fuerzas. 

Tal como las águilas que vuelan sobre las tormentas, tendrás el poder de superar los desafíos y caminar con perseverancia, confiando en la energía divina que fluye ininterrumpidamente.

Renueva tu energía en Dios

Reserva momentos con regularidad para conectarte con Dios a través de la oración y la meditación en la Palabra.

La esperanza en Dios es una fuerza duradera que nos sostiene en todas las etapas de la vida y más allá de los impulsos momentáneos.

Combina tu confianza en Dios con acción práctica. Pon tu fe en práctica.


Para orar:

Señor, fortaléceme en las adversidades, guíame en las decisiones y concédeme discernimiento. 

Que tu luz ilumine mi camino y tu gracia me envuelva. 

Permíteme amar, perdonar y ser un instrumento de paz. Que la confianza en ti sea la base sólida de mi camino. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

¿Que significa Esfuerzate y se valiente, no temas ni desmayes?

Respuesta: Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, cuando estamos mas cerca de la bendición que Dios tiene para nosotros, somos victimas del desanimo y olvidamos que Dios prometió no desampararnos nunca.  A propósito, las únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande.  El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas, siendo el arma del enemigo para aquellos que saben lo que quieren. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes.  Porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:7 Dios ha prometido estar contigo todos los dias de tu vida. En el libro de Josue, cuando el pueblo de Israel se preparaba para la conquista de Canaan, y entrar en la tierra prometida,  Dios le promete a Josuè que nunca lo desamparará y requiere de él de dos virtudes indispensables, el esfuerzo y la valentía.  Dios no ha cambiado hoy y requiere que sus hijos nos mantengamos en pie ...

Soy nueva criatura, lo viejo ya pasó

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17) Son muchas las personas que conocen este versículo. Piensa en esto, ¿eres una nueva criatura? Eso significa abandonar las prácticas antiguas a través de la renovación de Cristo en nuestra vida.  Ser nueva creación en Cristo nos hace estar abiertos a anunciar las buenas nuevas del Evangelio. Si has aceptado a Jesús como tu único Salvador, ya eres una nueva criatura.  Pero para mantener esa renovación en tu vida debes buscar a Dios de todo corazón. Siempre que buscamos a Dios, él se nos revela y recibimos algo nuevo para nuestra vida. Una nueva criatura. Evita las viejas prácticas, renueva tu mente. Piensa con la mente de Cristo, imítale a él.  Habla con tus colegas sobre cómo Cristo te cambió y te hizo una nueva criatura. Comparte tu experiencia. Deja atrás lo que pasó, perdona y pide perdón. Anda un nue...

Cuidado con los juicios

No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. - Mateo 7:1-2 ¿Cuál es la medida con la que juzgas los errores de los demás? ¿Es la misma que usas contigo mismo? Jesús avisó que muchas veces nos fijamos en la mota que está en el ojo de otra persona, pero no nos damos cuenta de que tenemos una viga entera en nuestro propio ojo. Debemos aprender a distinguir entre lo que es cierto y lo que no lo es. Antes de fijarnos en los demás necesitamos examinar nuestro propio corazón. ¿Será que nos estamos condenando a nosotros mismos cuando señalamos el error de otro? Si es así, necesitamos cambiar y dejar nuestros errores antes de ayudar a otra persona a cambiar. Evita los juicios hipócritas: Reconoce tus pecados delante de Dios y pide perdón Pide ayuda a Jesús para cambiar de vida y dejar el pecado En vez de condenar a otros, muestra perdón y misericordia Dios es el gran juez y tiene todo...