Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

El peligro de la insensates

El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios. (Juan 3:36)

Mucha gente cree en la bondad y el amor de Dios, pero ignora su justicia y severidad. 

Así como él concede la vida eterna a los que creen, también destina a los incrédulos al castigo eterno. 

En este texto, Juan nos muestra que aquel que no cree actúa con rebeldía contra el Señor Jesús y no recibirá la salvación.

De hecho, la incredulidad y la rebeldía van de la mano. 

Una es la motivación interna y la otra, la manifestación externa y práctica de un corazón perverso

Cuando no confiamos en Dios nos inclinamos hacia la desobediencia y la terquedad. 

Por otro lado, creer es la respuesta del hombre con la mente, el corazón y con toda la vida, a la acción salvadora de Dios en Jesucristo. 

Recuerda que la fe verdadera se convierte en actitudes internas y externas. ¡Cree y vive eternamente con Jesús!

Cree y obedece

Creer es un acto que envuelve la convicción y la razón. No se trata solo de sensación o emoción. 

Asume el compromiso de confiar en Jesús con todo el entendimiento y con disposición de corazón.

Ora por un cambio de actitudes. 

Las acciones recurrentes de desobediencia revelan un corazón rebelde y alejado de la fe.

No te equivoques, ni te engañes. Hay muchos "simpatizantes" del cristianismo en las iglesias que todavía no creen plenamente en Cristo. 

¡Decide vivir por la fe en la Palabra del Señor!

Aférrate diariamente a la Biblia. Las Escrituras sagradas son la base de la fe y de la práctica del cristiano.

Para orar:

Señor mi Dios, gracias por tu amor, tu gracia y justicia. Ayúdame a no ser rebelde a Jesús o a sus enseñanzas. Que yo pueda vivir la fe verdadera y constante en tu Palabra, y que ella también se manifieste en mis actitudes. Que yo nunca pruebe tu ira y tu condenación, Padre. Por la fe, concédeme la vida para estar eternamente contigo. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...