Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Dios hace nuevas todas las cosas

El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».
-- Apocalipsis 21:5

La visión del apóstol Juan descrita en Apocalipsis nos revela un futuro glorioso que aguarda a todos los creyentes que aman al Señor de todo corazón. 

Cielos nuevos, tierra nueva, cuerpo nuevo, nueva vida en comunión plena y eterna con Dios. 

Cristo ha preparado ese hogar maravilloso para que estemos juntos con él para siempre. 

Sin embargo, aun antes de ese momento, podemos experimentar cosas nuevas que Dios hace todos los días. 

Gracias a la fe podemos vivir desde ya la nueva vida que Cristo da.

¿Cómo es esto posible? 

El Señor es especialista en restaurar todas las cosas. 

Él no solo recupera y arregla, sino que hace todo nuevo. 

Él renueva lo que está quebrantado o sin vigor. 

Él vuelve a encender la llama del pábilo (tizón) que apenas humeaba. 

Poda y hace brotar el árbol seco y envejecido. 

Trae luz donde solo hay oscuridad. 

Restaura el corazón quebrantado y el alma herida. 

Él abre un nuevo camino donde se habían levantado muros impenetrables. 

Dios da un nuevo comienzo aun en aquello que pensábamos que había acabado. ¡Créelo!

Vive lo nuevo con Dios
Permite que Dios haga algo nuevo en ti. Jesús le dijo a 

Nicodemo que era necesario nacer de nuevo. 

Nuestra vieja naturaleza pecaminosa debe morir y dar paso a la vida de Cristo en nosotros.

Reflexiona sobre todo lo que parece estancado, oscuro o muerto a tu alrededor. 

Pide a Dios que traiga nueva vida y experimenta un nuevo comienzo.

Ora y entrega a Dios las áreas de tu vida que necesitan ser renovadas. 

Él quiere transformar la realidad de tu vida y de tu familia hoy mismo.

Renueva tu mente todos los días: lee la Biblia diariamente. 

Lee también buenos libros que te ayuden a avivar y renovar tu fe.

Deja a los pies de la cruz toda carga del pasado. 

Dios quiere traer alivio a tu corazón.

Intenta renovar también otras áreas de tu vida: aprende un idioma nuevo, saca de tu armario y de tu casa las cosas que ya no usas y dónalas, practica un deporte nuevo, mejora tu alimentación cocinando algo nuevo, haz nuevos amigos, toma un curso de algo que te interese, aprende a tocar un instrumento, lleva a tu cónyuge y a tus hijos a pasear, sonríe más...

Arriésgate a obedecer a Dios en todo lo que él enseña en su Palabra. 

Él te sorprenderá todos los días con las bendiciones que ha preparado para ti.


Para orar:
Señor, muchas gracias por la nueva vida que ya podemos experimentar contigo aquí y ahora. 

Gracias por la vida nueva que gozaremos en la eternidad, que no puede compararse con nada. 

Perdóname si he abarrotado la mente y el corazón con cosas malas del pasado. 

Ayúdame a vivir una nueva historia contigo, 

Señor, a través de las cosas nuevas que has hecho. Da nueva vida y aliento al que desfallece sin esperanzas. 

Trae sobre mi familia, amigos e iglesia la nueva vida que tienes desde ya para nosotros. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Busca a Dios y revístete de poder

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33) Muchas veces pasamos por momentos difíciles y nos sentimos débiles, sin fuerzas para continuar. El mundo que nos rodea puede estar lleno de desafíos, pero la Biblia nos enseña que cuando buscamos a Dios, encontramos fuerza, paz y dirección para nuestras vidas. Buscar a Dios significa ponerlo a él primero, confiar en él y buscar su presencia todos los días. Cuando oramos, leemos la Biblia y adoramos a Dios, nos conectamos con él y recibimos su poder. Este poder nos fortalece para afrontar cualquier dificultad y nos da valentía para luchar las batallas diarias. La cobertura del poder de Dios ocurre cuando permitimos que el Espíritu Santo actúe en nuestras vidas. Él nos da sabiduría, nos guía y nos ayuda a vivir según la voluntad de Dios. A menudo resolvemos las cosas por nuestra cuenta y nos sentimos cansados. Pero cuando entregamos todo a Dios, él nos renueva y nos da fuerzas para...

¡Estás rodeado!

Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano. (Salmo 139:5) Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad. (Salmo 5:12) Es común escuchar esa frase en las películas de acción durante los enfrentamientos y persecuciones policíacas.  David también vivió varias situaciones peligrosas, sitiado y teniendo que luchar o huir de enemigos mortales.  Pero, contrario a lo que vemos en esos escenarios de amenaza, peligro y tensión, la Biblia nos habla de un cerco diferente: Dios rodea con bondad y protección a los que confían. En estos salmos David declara que Dios es el escudo que rodea a sus justos. A pesar de todo el riesgo y la aflicción que puedan enfrentar, la presencia del Señor mantiene el corazón en paz y seguridad.  Así también nosotros podemos confiar que Dios nos rodea por todos los lados. Como con un abrazo protector, el Señor nos ayuda y nos envuelve constantemente con su amor fiel. 🤲 ¡Un momento! Ant...

Valoriza las pequeñas cosas

Pero ustedes, ¡manténganse firmes y no bajen la guardia, porque sus obras serán recompensadas! (2 Crónicas 15:7) Muchas veces dejamos de avanzar porque nos da la sensación de que no progresamos. Ignoramos ciertas cosas y solo les damos valor cuando las perdemos. Por eso, es importante que valoricemos los pequeños avances, que continuemos trabajando y creyendo en la Palabra de Dios. Con Dios, lo poco llega a ser mucho. No te quedes desanimado, fortalécete en Dios. Cuando no valorizamos lo poco dejamos de alcanzar grandes bendiciones. Quien es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho (Lucas 16:10). Piensa en eso. No tardarás en ver la recompensa de tu fe. 🤲 ¡Un momento! Antes de continuar, únete a nuestro canal y recibe una palabra de ánimo cada día. 📲 Recibe su Palabra en tu WhatsApp. Únete ahora Sé fuerte y dale valor a los detalles Si te levantaste hoy de la cama después de una buena noche de descanso, dale las gracias a Dios. Él nos cuida hasta cuando no nos damos cuenta de s...