Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Dios siempre añade más

Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. (2 Corintios 9:8)

Tenemos un Dios poderoso que hace grandes cosas y es capaz de realizar maravillas en nuestra vida. 

Él es capaz de abundar en gracia y de bendecirnos por encima de todas nuestras expectativas. 

Dios hace más de lo que pedimos y pensamos. 

Para que su poder pueda obrar tenemos que estar abiertos al mover de Dios. 

Como se dice en el lenguaje popular, tenemos que "entregar el volante" de nuestra vida al Señor.

Dios es quien sabe lo que es mejor para nuestras vidas. 

Él es la razón y el propósito de nuestro vivir, somos sus instrumentos. 

Y la realidad es que no hay nada mejor para un servidor que ser tocado por el Maestro de maestros. 

Solos no somos capaces de hacer grandes cosas y permaneceremos por debajo de lo que podríamos llegar a ser.

Pero si nos ponemos delante de Dios, abrimos la posibilidad de que nos capacite al máximo, pues quien rige el universo es capaz de hacernos crecer mucho más en gracia y en buenas obras. 

Permite que Dios conduzca tu vida. 

Abre espacio en tus decisiones y expectativas para que Dios se pueda mover. 

¡Él es poderoso para hacer que toda gracia abunde para ti!

Creciendo en gracia.

Medita en la Palabra de Dios; alimentamos nuestra fe cuando leemos y escuchamos la Palabra.

Pon en práctica lo que lees y meditas. 

El Evangelio es práctico y el fruto de las buenas obras solo surge cuando sembramos.

Permite que Dios te enseñe. 

Ten un corazón quebrantado y dispuesto a aprender. 

Dios nos da desafíos y bendiciones para que crezcamos en fe. 

Debemos actuar como siervos aprendices y no como maestros o "clientes de Dios".


Para orar:

Señor Jesús, tú sabes lo que es mejor para mi vida. 

Tus planes son más grandes que los míos. 

¡Guíame! 

Condúceme de una forma que pueda generar buenos frutos y que bendiga a los que están a mi alrededor. 

Quiero fructificar, quiero crecer en gracia. 

Ayúdame, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...