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Tránslate / Traducción

¡Nada nos separará de su amor!


¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? (Romanos 8:35)

La respuesta: ¡Nada nos apartará del amor de Dios! Puede que nos olvidemos de él algún día, pero Dios nunca se olvidará de nosotros. Su amor no tiene fin y alcanza tanto al agradecido como al ingrato a través de su misericordia.

Cuando somos conscientes de este amor, todo en la vida cobra sentido. Hasta podemos ver las tribulaciones, las persecuciones y las luchas de otra manera. Fuimos creados para engrandecer a Dios a través de nuestra vida.

Todas las cosas que nos suceden - sean buenas o malas - continúan bajo esta misma orden: ¡que Dios sea glorificado! Al final «todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios, de los que han sido llamados conforme a su propósito» (Romanos 8:28).

Cuando Dios entregó a su hijo Jesús, él mostró su amor por nosotros. No lo olvides, eres hijo amado de Dios. Él te ama y nada te separará de su amor.

Experimenta el amor de Dios

Lee más sobre este amor en la Palabra de Dios. Todo lo que está escrito en la Palabra apunta hacia el amor de Dios.

¡Relaciónate con ese amor! Nuestro Dios está vivo y quiere relacionarse con nosotros. Búscalo en oración, procura la intimidad con Dios a través del Espíritu Santo.

¡Comparte su amor! El amor de Dios es para compartirlo. Habla sobre su amor y ama a tu prójimo. Cuando hablamos con las demás personas sobre el amor de Dios, él derrama aun más de su amor sobre nosotros.

Para orar:

Señor Jesús, muchas gracias por tu amor. Sé que no estoy solo y también sé que tu amor me mantiene vivo. Quiero experimentar aun más de este amor que me salvó. Amén.

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